La diplomacia del oso panda choca con una B¨¦lgica dividida
Flamencos protestan tras la llegada de dos animales chinos a un zoo val¨®n
A primera vista se trata de un asunto absolutamente ajeno al ruedo pol¨ªtico, pero los habituales enredos belgas a cuenta del nacionalismo han colocado a dos inocentes osos panda en el centro de una tormenta pol¨ªtica. China ha concedido a B¨¦lgica un trofeo al que llevaba tiempo aspirando: dos osos panda para cuidar y exhibir en un zool¨®gico del pa¨ªs. Pero la elecci¨®n de una ciudad franc¨®fona como hogar de estos dos hu¨¦spedes de lujo ha indignado a la todopoderosa Amberes, la potencia econ¨®mica de Flandes que tambi¨¦n aspiraba a quedarse con los dos animales.
Lejos de quedar en una an¨¦cdota, la controversia ha alcanzado al primer ministro belga, el socialista franc¨®fono Elio di Rupo. La oposici¨®n lo acusa de parcialidad al elegir un zool¨®gico cercano a Mons, en la parte valona del pa¨ªs, casi en la frontera con Francia, donde Di Rupo comenz¨® su vida pol¨ªtica y de la que fue alcalde a principios de esta d¨¦cada. Su gabinete se defiende recurriendo a un argumento t¨¦cnico: el zool¨®gico que finalmente acoger¨¢ a los pandas, el Pairi Daiza, hab¨ªa presentado una candidatura oficial para acoger a los pandas. El de Amberes no lo hab¨ªa hecho.
¡°El Gobierno ha apoyado la candidatura existente, la del zool¨®gico de Pairi Daiza, como habr¨ªa apoyado la de Amberes si se hubiera presentado¡±, argumenta un portavoz del primer ministro. Este responsable trata de restar carga pol¨ªtica al episodio y argumenta que la negociaci¨®n implica al Gobierno chino y a la empresa que gestiona el parque belga y que el Ejecutivo federal solo act¨²a de mediador.
El incidente ejemplifica bien el tipo de pol¨¦micas que suelen recorrer un pa¨ªs acostumbrado a leerlo casi todo en clave nacionalista, con una divisi¨®n muy acentuada entre los ricos flamencos, en la mitad norte del pa¨ªs, y los menos acaudalados valones. El nacionalismo flamenco, del que Amberes ha sido laboratorio en los ¨²ltimos a?os, siente que la organizaci¨®n federal de B¨¦lgica transfiere demasiados recursos a Valonia, lo que es considerado como un exceso de solidaridad. Un discurso que suena familiar en Espa?a.
Esa ret¨®rica aumenta a medida que se aproxima lo que en B¨¦lgica denominan la madre de todas las elecciones, que el pr¨®ximo mes de mayo har¨¢ coincidir las generales, las regionales y las europeas. As¨ª que cualquier an¨¦cdota, por lejana que pueda parecer de la contienda pol¨ªtica, se convierte en objeto de controversia.
Es lo que ha ocurrido con los panda, un s¨ªmbolo de paz y de diplomacia entre pa¨ªses. Probablemente el primer ministro chino, Li Keqiang, que ha negociado directamente con Di Rupo tan sensible cesi¨®n, no podr¨ªa imaginar que su regalo a B¨¦lgica crear¨ªa malestar entre la poblaci¨®n. La presencia de osos panda fuera de China constituye un hecho excepcional. Solo hay 16 zoos en todo el mundo que acojan a una pareja de pandas gigantes. El pr¨¦stamo ¡ªnunca es un regalo¡ª se negocia al m¨¢s alto nivel. Tras varios contactos del primer ministro chino con Di Rupo y el rey belga el a?o pasado, una delegaci¨®n encabezada por el primer ministro se ha desplazado estos d¨ªas a Pek¨ªn y ayer continuaba all¨ª, seg¨²n confirma la jefa de gabinete del primer ministro.
En ese contexto, el nacionalismo flamenco, vencedor en las ¨²ltimas elecciones generales aunque su negativa a formar Gobierno lo dej¨® fuera de un Ejecutivo que integra en su seno a ocho partidos, hace todo lo posible para que Di Rupo no se anote la llegada de los pandas como un ¨¦xito pol¨ªtico. La diputada Zuhal Demir, del partido nacionalista flamenco N-VA, tiene la intenci¨®n de interpelar al mandatario a su vuelta de China. ¡°No puedo quitarme la impresi¨®n de que Di Rupo ha utilizado medios diplom¨¢ticos para dar un impulso a un zoo en los alrededores de su ciudad¡±, asegura a la agencia Belga.
La lectura pol¨ªtica es inevitable. El presidente de la N-VA, Bart de Weber, es a su vez alcalde de Amberes. Y su gesti¨®n va m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica local, con medidas pol¨¦micas como el intento de cobrar m¨¢s a los inmigrantes por su tarjeta de identidad o el refuerzo de las obligaciones de conocer la lengua flamenca, el neerland¨¦s, para acceder a servicios sociales. Un ejemplo de lo que podr¨ªa ser la pol¨ªtica federal si de aqu¨ª a mayo su partido logra ganar las elecciones y formar Gobierno en un pa¨ªs que tras los ¨²ltimos comicios tard¨® 404 d¨ªas en tener un Ejecutivo.
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