¡°Somos 20 boludos contra el Estado¡±
A Lanata la gente le anima por la calle y le aplaude en los restaurantes. ?l cree que en Argentina hace falta una oposici¨®n
Jorge Lanata dirig¨ªa a los 26 a?os el diario P¨¢gina 12, emblema de la lucha contra la corrupci¨®n del Gobierno de Carlos Menem (1989-1999). Ahora, a los 53, es la voz que m¨¢s se escucha contra el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez. Mucho m¨¢s que la de cualquier pol¨ªtico de la oposici¨®n. Lanata publica una columna los s¨¢bados en el diario Clar¨ªn,el m¨¢s le¨ªdo; conduce todas las ma?anas de lunes a viernes, durante cuatro horas, un programa de radio en la emisora de mayor audiencia del pa¨ªs, propiedad del grupo Clar¨ªn, y presenta los domingos a las diez de la noche el programa Periodismo para todos en un canal de televisi¨®n en abierto perteneciente a Clar¨ªn.
Clar¨ªn, por si no ha quedado claro, es el grupo medi¨¢tico m¨¢s influyente de Argentina. Y tambi¨¦n el m¨¢s enfrentado al Gobierno. Sobre todo desde que en 2008 se quebr¨® una relaci¨®n fluida que hab¨ªa durado cinco a?os. Lanata sol¨ªa ser muy cr¨ªtico con el Gobierno y con Clar¨ªn. Pero el a?o pasado lo contrat¨® Clar¨ªn. ¡°Si quiero trabajar en Argentina, el ¨²nico lugar en que puedo hacerlo es Canal 13¡±. Asegura que el resto est¨¢ directamente en manos del Gobierno o de empresas afines, ¡°como la espa?ola Telef¨®nica¡±. Y con la radio sucede ¡°algo parecido¡±. ¡°Quise ir en alg¨²n momento a Radio Continental [propiedad del grupo PRISA] y supe que hubo gestiones del Gobierno para bajarme el contrato. Entiendo que para el Gobierno sea una complicaci¨®n que Clar¨ªn y yo estemos juntos. Ahora¡ ellos nos terminaron uniendo. Yo era yo antes de Clar¨ªn. Y voy a ser yo despu¨¦s de Clar¨ªn, porque tampoco creo que esto vaya a durar siempre¡±.
La uni¨®n de Lanata y Clar¨ªn ha provocado en Argentina un fen¨®meno de masas. ¡°Ando cada vez menos por la calle porque todo el mundo me para y me saca fotos. Me pas¨® dos o tres veces de estar en restaurantes y que se levanten todos a aplaudir, 200 personas, es una locura¡±, asume.
La entrevista se desarroll¨® en el mismo despacho de su casa ¡ªahora reside en un hotel, tras separarse¡ª, donde hab¨ªa plantado una c¨¢mara oculta a fin de grabar a un personaje que confesaba lavar dinero para el empresario L¨¢zaro B¨¢ez, amigo ¨ªntimo del expresidente N¨¦stor Kirchner (2003-2007). Con la emisi¨®n de esa entrevista el 14 de abril, la audiencia de su programa se dispar¨®. Y se mantuvo en cabeza incluso cuando el Gobierno cambi¨® el horario del f¨²tbol y la televisi¨®n p¨²blica comenz¨® a emitir partidos a la misma hora que Periodismo para todos.
Aunque hace tres a?os le tentaron para entrar en pol¨ªtica y las encuestas le dan ya un 70% de imagen positiva, no se plantea cambiar de profesi¨®n. ¡°Primero, porque estoy en el momento de mi carrera en donde siempre quise estar, y abandonarlo por la pol¨ªtica no tiene sentido. Despu¨¦s, a m¨ª no me gusta tener jefes, no tendr¨ªa disciplina partidaria. Tampoco podr¨ªa vivir de la pol¨ªtica porque gano en la televisi¨®n m¨¢s que cualquier pol¨ªtico. Adem¨¢s, soy m¨¢s ¨²til haciendo lo que hago, creo que lo que hacemos sirve en t¨¦rminos pol¨ªticos¡±.
¡°Estoy de acuerdo que ac¨¢ hace falta una oposici¨®n¡±, prosigue, ¡°pero tampoco me puedo hacer cargo de la Argentina. A veces la gente nos pide cosas que no podemos hacer. Me paran y me dicen: ¡®?Che, tal persona no est¨¢ presa!¡¯. ¡®Yo no lo voy a ir a meter preso¡¯, respondo. Bastante que somos 20 boludos y conseguimos m¨¢s que toda la justicia junta¡±.
Le pregunto si ser¨ªa capaz de hablar bien sobre Cristina Fern¨¢ndez durante un minuto. ¡°Un minuto no s¨¦, pero s¨ª unos segundos. Ella es audaz, mucho m¨¢s que cualquier otro pol¨ªtico de este pa¨ªs. Y eso la mantiene en el poder. Est¨¢ convencida de lo que dice, convencida de su propia mentira. Esto no tengo claro si es un valor en s¨ª mismo, porque Hitler estaba convencido de lo que dec¨ªa y eso no lo volv¨ªa bueno. Machado en Juan de Mairena dec¨ªa: ¡®El primer deber del pol¨ªtico es la fidelidad hacia la propia m¨¢scara¡¯. Si vos no te cre¨¦s tu m¨¢scara, no te cre¨¦s nada. Ella est¨¢ convencida de que est¨¢ haciendo la revoluci¨®n. Creo que, como cualquier pol¨ªtico que quiere ser presidente, est¨¢ un poco loca, pero eso me parece natural en alguien que est¨¢ en el poder. Ninguna persona normal puede querer ser presidente. Para serlo hay que tener una especie de delirio m¨ªstico, pensar que la historia te eligi¨®¡±.
Las paredes del despacho est¨¢n repletas con portadas legendarias del P¨¢gina 12 que fund¨®. ¡°Yo me siento re-periodista, eso siempre¡±. Rememora una ma?ana, con 26 a?os, tendido al lado de una mujer, escuchando la radio. En el diario acababan de publicar un art¨ªculo que terminar¨ªa provocando la dimisi¨®n de un ministro. Y de pronto¡ ¡°Escucho un bolet¨ªn informativo diciendo que Menem estaba muy preocupado con mi nota. Y pens¨¦: ¡®Es buen¨ªsimo esto; que yo pueda estar tirado en el piso (suelo) con una chica y que ¨¦l est¨¦ preocupado por lo que le pas¨® al ministro¡¯. Esa sensaci¨®n de palo en la rueda del poder para m¨ª era una cosa de libertad incre¨ªble¡±.
Contin¨²a hablando de periodismo: ¡°Cualquier tema me interesa si vos me lo sab¨¦s contar. Trabajo de periodista desde los 14 a?os y todav¨ªa mantengo esa curiosidad. Es f¨¢cil hacer una nota con Obama. Pero hay que hacerla con el portero. Y adentro del portero est¨¢ Shakespeare. Lo que pasa es que tengo que aprender a verlo¡±.
Una de las claves del ¨¦xito de su programa es el humor, los personajes que imitan a la presidenta y a otros pol¨ªticos. Cuenta que ese ingrediente siempre le acompa?¨® en su carrera. Cuando Carlos Menem lo tach¨® de ejercer la prensa amarilla, compr¨® papel de las gu¨ªas de tel¨¦fono y sali¨® al d¨ªa siguiente con el diario entero de amarillo. ¡°Le cambi¨¦ la marca y le puse Amarillo 12.Y Menem tuvo que salir a decir ¡®qu¨¦ ingeniosos estuvieron estos muchachos¡¯. Mostramos que la renovaci¨®n de la forma es infinita y que no afecta a la seriedad del contenido. Puedo salir en un programa serio vestido de futbolista y medir m¨¢s audiencia que el f¨²tbol. La gente no es tarada, sabe distinguir una cosa de la otra. El humor es lo que m¨¢s desconcierta a los pol¨ªticos. Ellos se bancan (soportan) que les digas chorros (ladrones), pero no que te r¨ªas de ellos. Se toman tan en serio que no lo soportan¡±.
Tambi¨¦n hubo tropiezos en su carrera. El 7 de julio emiti¨® una entrevista con un supuesto arrepentido que aportaba datos comprometedores sobre el dirigente kirchnerista bonaerense Luis D¡¯El¨ªa. Mientras el programa estaba en el aire, D¡¯El¨ªa comenz¨® a tuitear un v¨ªdeo donde el entrevistado declaraba actuar en connivencia con D¡¯El¨ªa para venderle a Lanata ¡°pescado podrido¡±. O sea, informaci¨®n falsa. ¡°A partir de ahora, todos los arrepentidos que vengan primero declaran ante la justicia y despu¨¦s con nosotros. Nos sirvi¨® la experiencia¡±.
Piensa que lo peor de la gesti¨®n del Gobierno es la ¡°enorme grieta¡± que ha creado en la sociedad. ¡°Hay familias que se dejaron de hablar, amigos que no se dirigen la palabra, compa?eros de trabajo que se transformaron en enemigos¡¡±. Y conf¨ªa en los impulsos que le devuelve la calle. ¡°De cada 100 personas, 98 me dicen genio y dos me putean. Vamos bien¡±. ¡°Pero estoy peleando contra el Estado, no contra un partido. Y eso se nota en el aparato de propaganda cuando se vuelve contra uno¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.