El alumno aventajado de la UE se rebela

El descontento ha tardado en prender, pero finalmente se ha apoderado de la calle. Decenas de miles de polacos marcharon durante buena parte de la semana pasada en Varsovia contra unas pol¨ªticas de recorte a las que hasta ahora hab¨ªan escapado mejor que la mayor¨ªa de sus vecinos. Seis a?os despu¨¦s de que la crisis comenzara a asomarse a Europa, Polonia, el ¨²nico pa¨ªs comunitario que no ha conocido la recesi¨®n en este periodo, percibe con claridad sus efectos. Una reforma laboral que ampl¨ªa el margen de maniobra del empresario y un empeoramiento del empleo han desatado las movilizaciones.

Visto desde la ¨®ptica espa?ola, ese deterioro que experimenta Polonia resulta envidiable. Pese a ir perdiendo fuelle, el pa¨ªs espera crecer este a?o un 1% y el desempleo apenas supera el 10%, seg¨²n los ¨²ltimos datos de Eurostat, la oficina estad¨ªstica comunitaria. Pero Polonia se mira en el espejo de su pasado m¨¢s inmediato y a?ora los tiempos en que irrumpi¨® en la nueva Europa como el milagro del Este, con altos niveles de crecimiento y convergencia con la UE.

Las estrecheces econ¨®micas le est¨¢n pasando factura al primer ministro, el centroderechista Donald Tusk, al que la poblaci¨®n identifica con las nuevas pol¨ªticas de recorte. Se trata de un importante rev¨¦s en el expediente de Tusk, el ¨²nico jefe del Ejecutivo reelegido en Polonia desde la ca¨ªda del comunismo. Y un motivo de inquietud en Bruselas, que lo acogi¨® calurosamente en 2007 tras los quebraderos de cabeza que produjeron los hermanos Kaczynski ¡ªLech, ahora fallecido, en la presidencia y Jaroslaw al frente del Gobierno¡ª, con un discurso populista y antieuropeo.

¡°Ha habido otras protestas antes, pero estas han sido m¨¢s importantes; pod¨ªa verse en las calles, con manifestantes durante cuatro d¨ªas¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica desde Varsovia Magdalena Dzialoszynska, periodista en el canal de noticias TVN24. M¨¢s que un detonante concreto, la reportera describe una situaci¨®n de malestar ante la que los sindicatos, principales convocantes de las marchas, han decidido elevar la voz. La reciente reforma de pensiones, que eleva la edad de jubilaci¨®n de 65 a 67 a?os para los hombres, y la laboral, que acent¨²a la precariedad de los nuevos contratos, han encendido los ¨¢nimos. ¡°Tusk parece tener menos miedo de perder el voto de los j¨®venes que el de los empresarios¡±, reflexiona Dzialoszynska. La mitad de los j¨®venes polacos est¨¢n vinculados a su empresa por un contrato con menos derechos de los reglamentarios, seg¨²n datos que recoge la Comisi¨®n Europea en su ¨²ltimo informe de recomendaciones espec¨ªficas a Polonia.

La paradoja es que las pol¨ªticas que impulsa Tusk ¡ªen principio para cumplir con los dictados de Bruselas¡ª redundan esa precariedad que tambi¨¦n denuncia el Ejecutivo comunitario. Ese bucle parece estar dando alas al temido Jaroslaw Kaczynski, cuyo partido Ley y Justicia pisa los talones a la Plataforma C¨ªvica de Tusk. Aunque las elecciones generales tardar¨¢n en llegar ¡ªest¨¢n previstas para finales de 2015¡ª, los polacos ya han advertido a su primer ministro de los riesgos de abrazar la pol¨ªtica de austeridad que recorre la UE.