Merkel reclama una Alemania fuerte en Europa para su tercer mandato
La canciller busca frenar el auge de los euroesc¨¦pticos con promesas de firmeza fiscal y enfasis sobre la importancia de la zona euro para la prosperidad alemana
Angela Merkel llam¨® el s¨¢bado a las urnas prometiendo a sus votantes que se mantendr¨¢ firme contra la emisi¨®n de deuda conjunta europea (los llamados eurobonos) y trabajar¨¢ por una ¡°Alemania fuerte en una Europa fuerte¡±. Con la voz rota por su maratoniana serie de 60 actos electorales para las generales del domingo, la canciller acudi¨® su distrito electoral de Stralsund para pedir el voto para las listas de su Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) y para la candidata directa al Bundsestag, la doctora Angela Dorothea Merkel. Sonriente y en apariencia confiada en la victoria electoral que le auguran las encuestas, Merkel reclam¨® el apoyo de los ciudadanos con un programa de continuidad y promesas de estabilidad en Europa, ¡°que es crucial para el bienestar de Alemania¡±.
Ante el puerto del estrecho b¨¢ltico de Strelasund cund¨ªa la expectaci¨®n por la visita de su candidata. Su fama e influencia es motivo de orgullo para vecinos como Hertha, una comerciante de 58 a?os (¡°uno menos que Merkel¡±) que hoy votar¨¢ por la canciller y por su partido. No se le pasa por la cabeza desviar el voto hacia los liberales del FDP, socios de Merkel en Berl¨ªn. A ella, como a m¨¢s del 20% de los alemanes seg¨²n las encuestas, la opci¨®n ideal ser¨ªa la reedici¨®n del pacto entre Merkel y los socialdem¨®cratas del SPD como el que presidi¨® entre 2005 y 2009. Los vecinos de Stralsund estaban radiantes y seguros de la democristiana, a la que rieron cada broma y aplaudieron en cada pausa dram¨¢tica. En las generales de 2009, la ilustre candidata obtuvo la mitad de los votos de la hermosa ciudad hanse¨¢tica.
La ventaja de Merkel no basta, sin embargo, para disipar la duda de estas elecciones: lidera holgadamente las encuestas pero su coalici¨®n de centroderecha se tambalea. Ella admiti¨® ante el entregado p¨²blico oriental que ¡°no habr¨¢ una mayor¨ªa absoluta¡±, casi inalcanzable en el sistema electoral alem¨¢n. Pero insisti¨® en el mensaje que su partido ha enviado desde que empez¨® la campa?a: el que quiera a Merkel por cuatro a?os m¨¢s, tiene que votar a la CDU. No les importa la supervivencia del debilitado FDP, est¨¢ al borde de quedar por debajo del 5% de los votos necesarios para obtener representaci¨®n parlamentaria. Junto los edificios portuarios t¨ªpicos de la sociedades de la antigua Hansa, los ciudadanos de la circunscripci¨®n de Merkel atra¨ªdos por el acto del s¨¢bado mostraban esa misma indiferencia ante el declive liberal. La alternativa es la Gran Coalici¨®n entre CDU y SPD.
Pocas campa?as electorales alemanas han atra¨ªdo tanta atenci¨®n desde el extranjero. La indiferencia inicial de los propios alemanes ha ido dejando paso a cierta tensi¨®n en la semana que termina, que ha sido tambi¨¦n la de la arrasadora victoria electoral del partido hermano de la CDU en Baviera. La v¨ªctima colateral de es etriunfo fue, de nuevo, el liberal FDP.
El SPD, que es el principal partido de la oposici¨®n, ha recuperado apoyos desde la atinada actuaci¨®n de su candidato Peer Steinbr¨¹ck en el duelo electoral de principios de mes. Su progresiva recuperaci¨®n los acerca al 30%, que ser¨ªa un buen resultado tras el varapalo de 2009, cuando se hundieron hasta el 23%. El consenso entre los dos grandes partidos en pol¨ªtica europea ha robado a la campa?a el tema que m¨¢s interesa al resto del mundo. Merkel dijo que ¡°hace cuatro a?os, no ten¨ªa ni idea¡± de la profunda crisis que acechaba en Europa. Han sido a?os de cumbres, encuentros y tensiones que, dijo, ¡°arrojan una pregunta: ?merece la pena tanta discusi¨®n en Europa? ?Aplicar¨¢n los pa¨ªses del euro sus reformas?¡± Los argumentos que expuso a favor bien podr¨ªan provenir del discurso europe¨ªsta que dio Steinbr¨¹ck en Dresde hace apenas diez d¨ªas.
Tanta armon¨ªa en la competencia infla las velas de los ¨²nicos partidos que se oponen de frente a la pol¨ªtica europea de rescates. La euroesc¨¦ptica y populista de Alternativa para Alemania (AFD), que quiere echar del euro a todos menos a los ricos, se acercaba estos d¨ªas al 5% que les abrir¨ªa las puertas del Reichstag berlin¨¦s. El partido La Izquierda (Die Linke), por su parte, quiere conservar el euro con sus 17 socios, pero ha votado en contra de todos los rescates en el Parlamento. Pide alternativas a los rescates bancarios y el fin de las pol¨ªticas de austeridad. Die Linke supera de nuevo a Los Verdes en varias encuestas, pero tanto el SPD como el partido ecologista han descartado repetidamente la posibilidad de un tripartito de izquierdas en Berl¨ªn. Demasiadas diferencias en pol¨ªtica internacional y en Defensa. Merkel ha dicho que tampoco pactar¨¢ con AFD.
Antes de que subiera al escenario de Stralsund entre calurosos aplausos, sus teloneros entonaron una canci¨®n llamada ¡°Smooth operator¡±. Puede traducirse como ¡°el operador suave¡±, alguien que sabe conseguir lo que quiere sin confrontaciones ni violencia. Quiz¨¢ sea una elecci¨®n consciente de los directores de la campa?a electoral democristiana para presentar a Merkel como una negociadora fina pero implacable, una seductora de los suyos que esquiva los conflictos. Si es as¨ª, se les escap¨® uno de los versos finales, que la acusar¨ªan de tener ¡°el coraz¨®n helado¡±.
Merkel gan¨® sus primeras elecciones en 2005. En 2006 recibi¨® en Stralsund al entonces presidente de Estados Unidos George W. Bush. Los l¨ªderes conservadores compartieron ¡°la barbacoa m¨¢s cara del mundo¡±, seg¨²n critic¨® Der Spiegel. Desde entonces se ha multiplicado el peso de Alemania en el escenario internacional, pero sus l¨ªderes han centrado su campa?a en temas de un calado equiparable al precio de las barbacoas.
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