Brasil y sus 32 partidos pol¨ªticos
El Supremo Tribunal de Justicia de Brasil legaliza dos nuevos partidos La semana pr¨®xima decide si legitima el partido de Marina Silva, la opositora de Rousseff
El Supremo Tribunal de Justicia de Brasil acaba de legalizar dos nuevos partidos: el PROS (Partido Republicano del Orden Social) y Solidariedade.La semana pr¨®xima tendr¨¢ que decidir si legitima tambi¨¦n el partido REDE, de la ecologista, Marina Silva. Con ello, los partidos oficiales brasile?os que podr¨¢n concurrir a las pr¨®ximas elecciones ser¨¢n 32. En cola para ser legalizados existen otros 48, lo que elevar¨ªa un d¨ªa el n¨²mero a 70 partidos.
En el Parlamento existe un pol¨¦mico proyecto de ley para impedir la creaci¨®n de nuevos partidos. La raz¨®n es evitar la proliferaci¨®n de tantas formaciones pol¨ªticas, la mayor¨ªa sin ideolog¨ªa ni programa original. La dificultad en la aprobaci¨®n de esa ley es que podr¨ªa ir contra la Constituci¨®n que prev¨¦ la pluralidad partidaria. ?Es bueno o no que existan tantos partidos, la mayor¨ªa de ellos considerados de ¡°alquiler¡± para fortalecer a los principales partidos a los que les venden el tiempo gratuito de televisi¨®n en las campa?as electorales?
¡°La pluralidad de partidos fortalecen la democracia¡±, acaba de afirmar el futuro candidato a las presidenciales, Aecio Neves, del oposicionista PSDB. Otros, como indicaba el diario O Globo, consideran que la creaci¨®n de un nuevo partido supone ¡°un gran negocio¡± para el que lo funda y para toda su familia. A¨²n sin contar con un solo diputado elegido en las elecciones y sin militantes un partido oficializado recibe cada a?o del Estado una cantidad proporcional a los votos conseguidos.
Los que eligen diputados cuentan adem¨¢s con tres segundos gratuitos de propaganda en la televisi¨®n p¨²blica por cada diputado elegido, algo considerado oro en las campa?as electorales y que los partidos peque?os ofrecen a los mayores ali¨¢ndose con ellos a cambio de otros favores.
En Brasil, para legalizar un partido basta presentar 492.000 firmas y 101 fundadores de por lo menos nueve Estados. Qui¨¦n da el visto bueno es el Supremo Tribunal de Justicia. Muchas veces para la creaci¨®n de un nuevo partido se recogen firmas en la calle, incluso se consiguen a trav¨¦s de promociones con rifas o premios, con afiliados que no conocen ni el programa, ni la ideolog¨ªa del nuevo partido. Seg¨²n Roberto Romano, catedr¨¢tico de ?tica y Pol¨ªtica de la Universidad de Campinas, en teor¨ªa, cuantos m¨¢s partidos se disputen el voto del elector es mejor, porque tiene mayores posibilidades de experiencias. El problema sin embargo, a?ade, es c¨®mo esos partidos ¡°se fabrican¡±.
Claudio Coto, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Fundaci¨®n Getulio Vargas de S?o Paulo (FGV-SP), despu¨¦s de defender tambi¨¦n lo positivo de la pluralidad representativa, piensa que hoy, ante tantos partidos ya existentes, habr¨ªa que plantearse si tiene sentido ¡°crear nuevas formaciones pol¨ªticas¡±. Pone el ejemplo gr¨¢fico de un restaurante que ofrece en el men¨² 70 tipos diferentes de pizzas. Lo m¨¢s seguro, dice, es que el comensal se pierda con tantos gustos y acabe escogiendo siempre la misma pizza.
Los tres nuevos partidos (los dos aprobados y el tercero en espera de sentencia) son un peque?o mosaico de la creatividad en la creaci¨®n de nuevos partidos. El fundador del partido Solidariedad, el diputado, Paulo Pereira da Silva, l¨ªder de una formaci¨®n sindical que apoy¨® siempre al gobierno, ya ha pasado por dos partidos diferentes. Fue uno de los que apoyaron la candidatura de la presidenta Dilma Rousseff y ahora ha afirmado que su nuevo partido considera a Dilma ¡°su enemiga¡±, y se ha ido a conversar con el candidato a las presidenciales de la oposici¨®n, Neves. Al mismo tiempo, a los cerca de 30 diputados que espera quitar a otros partidos, les ha dejado libertad para aliarse en las elecciones con quienes deseen.
El otro nuevo partido, el PROS, tiene una historia totalmente diferente. Su fundador, Eur¨ªpides Macedo J¨²nior, de 38 a?os ya ha militado en dos partidos y el formado?por ¨¦l apoyar¨¢ al gobierno de? Rousseff. Euripides es un corredor de comercio que ya cambi¨® tambi¨¦n de nombre. Se llamaba Junior Sint¨¦tico. Fue concejal de la peque?a ciudad de Plan¨¢ltida, una ciudad sat¨¦lite de Brasilia. Era un desconocido absoluto para el gran p¨²blico que supo, sin embargo, usar su t¨¦cnica de corredor de comercio para conseguir el casi medio mill¨®n de firmas para formar su partido propio. Y las consigui¨®. El eslogan que le dio ¨¦xito, fue: "?Est¨¢ usted insatisfecho con su partido" . Como lo suelen estar casi todos, no le fue dif¨ªcil encontrar firmas para el suyo. Y ahora espera conseguir hasta 20 diputados de entre los ¡°insatisfechos¡± en su partido.
Una ley acab¨® con la llamada ¡°infidelidad partidaria¡± que permit¨ªa a un diputado o senador cambiar de partido cuando lo deseara. Hay pol¨ªticos que ya han peregrinado hasta por seis partidos diferentes. La misma presidenta Rousseff emigr¨® del PDT de Leonidadas Brizola para el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.
El tercer partido que podr¨ªa ser legalizado la semana pr¨®xima es algo totalmente diferente. Se llama REDE y lo ha fundado la ecologista de fama internacional, exsenadora y exministra de Medio Ambiente del primer gobierno de Lula. En 2010, disput¨® las presidenciales con Rousseff y con sus 20 millones de votos la oblig¨® disputar una segunda vuelta. Se hab¨ªa presentado con el peque?o Partido Verde (PV) tras haber dejado el PT del que hab¨ªa sido fundadora con Lula y en el que hab¨ªa militado durante 30 a?os. Despu¨¦s de haber dejado el PV, decidi¨® fundar su propio partido recogiendo adhesiones sobretodo en las redes sociales que le inspiraron el nombre. Marina se presenta con una alternativa a los partidos tradicionales para huir del llamado ¡°fisiologismo¡±, una acusaci¨®n que se hace a los partidos por buscar alianzas por intereses m¨¢s que por programas e ideas.
En los sondeos, la ecologista aparece con 31% de los votos contra 35% de Rousseff en una segunda vuelta de la disputa presidencial. Sin embargo, es posible que su partido, que da miedo a los y tradicionales, no sea aprobado a tiempo (antes del 5 octubre) porque le faltar¨ªan 80.000 firmas a pesar de haber presentado m¨¢s de 600.000. Las notar¨ªas, al contrario de los otros dos partidos, parecen haber sido m¨¢s severos en el control de dichas firmas con la REDE, descartando en algunas ciudades como en S?o Paulo hasta un 50% de las mismas. La ambientalista alega que 85.000 firmas fueron rechazadas sin que las notar¨ªas ofrecieran una raz¨®n para ello.
Existe hoy en el mundo pol¨ªtico curiosidad y miedo a la vez por saber si Marina conseguir¨¢ que su partido sea aprobado a tiempo. En caso contrario no se sabe a¨²n si se presentar¨ªa a las presidenciales en alg¨²n partido de alquiler, algo que contradecir¨ªa su pensamiento de ser diferente de los partidos tradicionales.
Los partidos pol¨ªticos reciben una ayuda partidaria del Estado que se reparte entre ellos, de unos 400 millones de reales al a?o, adem¨¢s pueden financiarse con aportaciones de empresas privadas siempre que ello sea declarado oficialmente. En los ¨²ltimos diez a?os los partidos han recibido del Estado m¨¢s de dos mil millones de reales. Sin embargo, y a pesar de las ayudas de las empresas, casi todos los partidos acaban teniendo cuentas pendientes con la justicia electoral por recibir dinero de empresas que no aparecen en la contabilidad. La reforma pol¨ªtica lleva en estudio 20 a?os en el Congreso.
Ayer, en el caf¨¦ del Congreso, los dos presidentes de los nuevos partidos estaban a la b¨²squeda de diputados y senadores insatisfechos con sus respectivos partidos. Algunos de ellos, como cont¨® el diario Folha de S?o Paulo, pasaban de un presidente a otro para saber cual de los dos ofrec¨ªa m¨¢s por su esca?o. Tras la abolici¨®n de la infidelidad partidaria , el diputado o senador que cambia de partido, pierde el esca?o. Con una excepci¨®n: cuando se crea un nuevo partido pueden afiliarse a ¨¦l sin perder el t¨ªtulo. Se calcula que unos 50 diputados emigrar¨¢n a los dos nuevos partidos, sin contar los que podr¨ªa recoger la REDE, si llega a ser legalizado.
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