Obama sostiene una hist¨®rica conversaci¨®n con el presidente de Ir¨¢n
Este puede ser el primer paso para la reconciliaci¨®n de dos pa¨ªses que han sido enemigos ac¨¦rrimos durante m¨¢s de tres d¨¦cadas
Barack Obama convers¨® este viernes por tel¨¦fono con el presidente de Ir¨¢n, Hasan Rohan¨ª, un hito hist¨®rico que puede ser el primer paso para la reconciliaci¨®n de dos pa¨ªses que han sido enemigos ac¨¦rrimos durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. La conversaci¨®n, seg¨²n relat¨® el presidente norteamericano en una comparecencia imprevista, demostr¨® que es posible encontrar una soluci¨®n pac¨ªfica a las diferencias sobre el programa nuclear iran¨ª y crear ¡°una nueva relaci¨®n¡± a medio plazo entre dos de las naciones con m¨¢s influencia en las principales crisis internacionales.
Esta conversaci¨®n telef¨®nica es el primer contacto directo entre los presidentes de Estados Unidos e Ir¨¢n desde la revoluci¨®n isl¨¢mica de 1979, y sucede a muchos a?os de enfrentamientos en los que ha habido secuestros, amenazas militares, sabotajes, sanciones econ¨®micas y una extensa lista de acciones hostiles. Se produce despu¨¦s de que no fuera posible organizar un breve saludo cuando ambos coincidieron esta semana en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Rohan¨ª declar¨® ayer en una rueda de prensa que ese encuentro en la ONU no tuvo lugar porque falt¨® tiempo para prepararlo adecuadamente, pero a?adi¨® que se encontraba alentado por el nuevo tono que hab¨ªa escuchado de los gobernantes norteamericanos.
Rohan¨ª habl¨® con Obama, seg¨²n ha informado la representaci¨®n iran¨ª en Naciones Unidas, mientras viajaba en su coche camino del aeropuerto de Nueva York. La llamada, seg¨²n fuentes norteamericanas, ocurri¨® poco despu¨¦s de las dos de la tarde (hora del Este de EE UU) y dur¨® alrededor de 15 minutos. Hablaron con int¨¦rpretes.
En sus respectivas intervenciones ante la Asamblea General de la ONU, el pasado martes, tanto Obama como Rohan¨ª expresaron su voluntad de entendimiento y su confianza en que ambos Gobiernos consigan acercarse sobre la base del respeto y los intereses mutuos.
El primer obst¨¢culo para ese acercamiento es el programa nuclear iran¨ª. Obama dijo ayer que Ir¨¢n debe de tomar ¡°acciones significativas, transparentes y verificables¡± en ese terreno. Rohan¨ª anunci¨® que, en la reuni¨®n acordada para el pr¨®ximo 15 de octubre en Ginebra, su Gobierno presentar¨¢ propuestas para que el mundo compruebe que Ir¨¢n no tiene la intenci¨®n de producir armas nucleares. Obama reconoce el derecho de Ir¨¢n a enriquecer uranio para fines pac¨ªficos y ha asegurado p¨²blicamente ¨Cla ¨²ltima vez en su discurso en la ONU- que no pretende un cambio de r¨¦gimen en Teher¨¢n.
El presidente iran¨ª ha repetido varias veces tambi¨¦n durante su visita a Nueva York que el recurso al armamento at¨®mico no est¨¢ contemplado ni lo estar¨¢ nunca dentro del sistema de seguridad de su pa¨ªs.
La conversaci¨®n telef¨®nica de Obama y Rohan¨ª fue precedida el jueves por la primera reuni¨®n entre un secretario de Estado norteamericano y un ministro iran¨ª de Relaciones Exteriores desde 1979. John Kerry y Javad Zarif se sentaron a la misma mesa, junto con sus colegas de Rusia, China, Francia, Reino Unido, Alemania y la Uni¨®n Europea, que forman el grupo de seguimiento y negociaci¨®n del programa nuclear iran¨ª. En esa reuni¨®n, Zarif asegur¨® que su pa¨ªs est¨¢ interesado en negociaciones ¡°sustantivas¡± sobre ese problema.
En su rueda de prensa de este viernes, Rohan¨ª afirm¨® que tiene el deseo de resolver el problema nuclear ¡°en poco tiempo¡±. Anteriormente, en declaraciones a la prensa, pronostic¨® que las negociaciones sobre ese asunto podr¨ªan durar entre tres y seis meses. ¡°En todo caso, meses, no a?os¡±, dijo a The Washington Post.
Un acuerdo sobre el programa nuclear, no solo abrir¨ªa la puerta a la reconciliaci¨®n de Ir¨¢n con EE UU y al retorno de Ir¨¢n a la primera l¨ªnea de la comunidad internacional, sino que podr¨ªa poner fin a las sanciones econ¨®micas que ese pa¨ªs sufre desde hace ya varios a?os y que han debilitado su econom¨ªa hasta un grado extremo.
Sin esperar a una reconciliaci¨®n, un simple cambio del clima en las relaciones entre Ir¨¢n y EE UU puede abrir una nueva etapa nueva, especialmente en Oriente Pr¨®ximo, pero no solo. El r¨¦gimen de Ir¨¢n tiene un peso considerable en los acontecimientos en Siria, Irak, Gaza o Afganist¨¢n, por mencionar algunos.
En Washington se explica el cambio de actitud demostrado por Ir¨¢n desde que Rohani asumi¨® la presidencia como un efecto de las sanciones econ¨®micas impuestas al r¨¦gimen. En efecto, seg¨²n ha reconocido el propio Gobierno de Teher¨¢n, esas sanciones, que le impiden a Ir¨¢n el acceso a los mercados financieros y limitan extraordinariamente su capacidad de comercio, han da?ado la credibilidad del r¨¦gimen entre la poblaci¨®n. Pero el cambio puede tambi¨¦n obedecer a otras razones vinculadas con los equilibrios internos del poder en Ir¨¢n.
Este acercamiento entre Washington y EE UU est¨¢ sometido a numerosos riesgos. Uno de ellos es, precisamente, el de la resistencia de esos sectores duros que sobreviven dentro del r¨¦gimen iran¨ª. Otro, es el da oposici¨®n que tambi¨¦n Obama va a encontrar en Washington y en Israel de quienes creen que esta nueva actitud iran¨ª es solo una estrategia para ganar tiempo y acabar de construir armas at¨®micas.
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