El precio pol¨ªtico de un asesinato

El asesinato del cantante de hip hop y militante antifascista Pavlos Fissas, el pasado d¨ªa 18 en la periferia de Atenas, ha sido un involuntario tiro en el pie para el partido ultranacionalista de inspiraci¨®n neonazi Aurora Dorada (AD). Formaci¨®n marginal en sus or¨ªgenes, sin m¨¢s presencia p¨²blica que alguna concejal¨ªa, el grupo que hasta ayer dirig¨ªa el exmilitar Nikos Mijaloliakos se convirti¨® en protagonista de las elecciones generales de 2012 al obtener m¨¢s del 7% de los votos e irrumpir por primera vez en el Parlamento, con 18 diputados. Era el resultado de una concienzuda y hasta entonces silenciosa labor de zapa asistencial entre los sectores m¨¢s desfavorecidos por cinco a?os de recesi¨®n, con el chivo expiatorio de la inmigraci¨®n irregular como zafio se?uelo populista.

El amplio favor popular ¡ªreflejado en las encuestas de intenci¨®n de voto, que le dan alrededor del 13% de los sufragios y el tercer lugar en el orden de preferencias¡ª ha envalentonado a sus huestes, que desde la primavera de 2012 se han venido prodigando en alardes de fuerza y violencia, como la agresi¨®n a una diputada izquierdista en un debate televisivo perpetrada hace un a?o por uno de los diputados detenidos, Ilias Panayiotaros, o un rosario de agresiones a inmigrantes, con o sin papeles, especialmente en la zona del puerto del Pireo, con m¨¢s del 60% de paro y masiva presencia de extranjeros. Los ataques xen¨®fobos hicieron que el Consejo de Europa, donde Mijaloliakos ha logrado un puesto para su esposa, pidiera hace meses a las autoridades griegas una investigaci¨®n sobre las actividades del partido.

Aunque sus militantes niegan la mayor ¡ªla clara filiaci¨®n neonazi, visible en el saludo brazo en alto de sus miembros o la especie de cruz gamada de su bandera¡ª y prefieren ser denominados ¡°nacionalistas griegos¡±, AD obedece a una indigesta mezcolanza ideol¨®gica ¡ªcon ¨ªnfulas esot¨¦ricas e indisimulada raigambre hist¨®rica, como la reivindicaci¨®n de la batalla de las Term¨®pilas o la llamada cat¨¢strofe de Asia Menor de 1922, que supuso la expulsi¨®n de miles de griegos de la Turqu¨ªa a¨²n otomana¡ª que se sirve de una violencia instrumental, similar a la de los hooligans. De hecho, las primeras investigaciones policiales sobre el asesinato de Fissas se centraron en una disputa futbol¨ªstica entre Yorgos Rupakiotis, el criminal confeso, y el rapero. Hace unos meses, un dirigente de la izquierdista Syriza, principal partido de oposici¨®n, fue agredido por camisetas negras ¡ªcomo se conoce a los neonazis¡ª a la salida de un partido de f¨²tbol.

El partido cuenta con 3.000 hombres entrenados y 50 escuadras de asalto

Pero lo preocupante de AD es su trasfondo: qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s, c¨®mo se financia y qui¨¦n permite, si no alienta, sus desmanes. El defensor del pueblo griego alert¨® esta semana de lo que era un secreto a voces: la connivencia de las fuerzas de seguridad y los servicios secretos ante sus desmanes, tanto por parte de la polic¨ªa ¡ªuna veintena de oficiales y altos cargos han dimitido tras el crimen de Fissas¡ª como del Ej¨¦rcito; el hermano de uno de los dirigentes detenidos, Ilias Kasidiaris, es un conocido militar. Tambi¨¦n dan pistas sobre los v¨ªnculos del partido con las fuerzas armadas la estructura fuertemente jerarquizada y militarizada del mismo ¡ªcon 3.000 hombres entrenados, y 50 falanges o escuadrones de asalto dispuestos a desplegarse en las calles¡ª y su presunta implicaci¨®n en el env¨ªo de combatientes a Bosnia para ayudar a las fuerzas serbobosnias en la masacre de Srebrenica. Son conocidos los estrechos v¨ªnculos que mantienen Grecia y Serbia, ambas naciones ortodoxas (y con cierta propensi¨®n al nacionalismo).

Pero hay otros motivos de preocupaci¨®n, como las v¨ªas de financiaci¨®n, que revelar¨ªan el entramado de intereses a que obedece. Como partido con representaci¨®n parlamentaria, AD deber¨ªa recibir este a?o 1,5 millones de euros. Cerrado el grifo de los fondos p¨²blicos tras el crimen, todo parece indicar que el partido seguir¨¢ financi¨¢ndose gracias a las contribuciones de armadores, empresarios del ocio y el deporte ¡ªy alg¨²n obispo¡ª, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n que lleva a cabo la polic¨ªa financiera. El cobro de un ¡°impuesto de seguridad¡± a comerciantes de zonas deprimidas, el contrabando de cigarrillos o incluso la trata de blancas podr¨ªan constituir otros medios de financiaci¨®n.