Cinco claves para entender la econom¨ªa de Latinoam¨¦rica
La regi¨®n experimenta una desaceleraci¨®n econ¨®mica y lo que los expertos consideran una sobrerreacci¨®n de los mercados
Es claro que Am¨¦rica Latina experimenta una desaceleraci¨®n econ¨®mica como resultado de un entorno global poco favorable y mercados con la sensibilidad a flor de piel. El promedio de crecimiento regional en 20013 ser¨¢ de alrededor del 2.5% -medio punto menos que el proyectado-, con algunas econom¨ªas grandes como Brasil y M¨¦xico, reportando por debajo del promedio. A esta preocupaci¨®n por la ralentizaci¨®n se suma lo que expertos consideran una sobrerreacci¨®n de los mercados, que han registrado ca¨ªdas abruptas especialmente vinculadas a las expectativas del fin del est¨ªmulo fiscal de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). Esto ha puesto presi¨®n sobre las monedas locales y, sin embargo, en esta misma acci¨®n, podr¨ªa estar la respuesta a la desaceleraci¨®n latinoamericana. En la siguiente entrevista, el economista jefe del Banco Mundial para Am¨¦rica Latina y el Caribe, Augusto de la Torre, arguye que la pol¨ªtica cambiaria puede servir de freno y al mismo tiempo de est¨ªmulo a la econom¨ªa regional
Pregunta.?Es claro que hay una desaceleraci¨®n econ¨®mica en Am¨¦rica Latina ?cu¨¢nto le preocupa?
Respuesta.?La desaceleraci¨®n ya ven¨ªa ocurriendo en todo el mundo y es algo bastante sincronizado. En 2010 Latinoam¨¦rica crec¨ªa al 6% anual y ahora estamos entre el 2,5 y el 3%, tres puntos por debajo. Pero lo que me preocupa es que los mercados financieros hayan reaccionado de una manera tan dram¨¢tica, generando desconcierto. Esto ha llevado a una versi¨®n pesimista sobre el futuro de Am¨¦rica Latina. Pero creo que hay razones para ser menos pesimistas cuando analizamos la capacidad de las econom¨ªas para amortiguar la desaceleraci¨®n y volatilidad externas; y que hay razones para ser menos optimistas cuando se trata de entender la capacidad para crecer con vigor en ausencia de factores externos.
P. ?Qu¨¦ medidas pueden adoptar los latinoamericanos para revertir esta desaceleraci¨®n?
R. El tipo de cambio puede tener un papel nuevo para las econom¨ªas de la regi¨®n. Por un lado, puede amortiguar los choques externos y mantener las cuentas externas bajo mayor control y, al mismo tiempo, puede estimular la actividad econ¨®mica interna en un contexto donde la demanda externa puede estar cayendo. Esto es especialmente cierto para los pa¨ªses que tienen una pol¨ªtica monetaria basada en metas de inflaci¨®n, en los que la depreciaci¨®n ya no es una se?al de fragilidad como en el pasado.
P: Claro, porque el tipo de cambio le ha jugado malas pasadas a Am¨¦rica Latina en el pasado. ?Qu¨¦ es diferente esta vez?
R. S¨ª, correcto. En los a?os 90, la depreciaci¨®n de la moneda se ve¨ªa como una se?al de fragilidad financiera o como el anuncio de una posible crisis. Como las deudas estaban generalmente denominadas en d¨®lares, una depreciaci¨®n hac¨ªa que, por ejemplo, un taxista que hab¨ªa comprado un coche tuviera problemas para pagarlo en su moneda local. Paralelamente, la depreciaci¨®n se traduc¨ªa f¨¢cilmente en un aumento de la inflaci¨®n. Hoy en d¨ªa una buena parte de los pa¨ªses latinoamericanos ha eliminado estos problemas, al menos los pa¨ªses con pol¨ªticas monetarias basadas en metas de inflaci¨®n, que representan alrededor del 80% de la econom¨ªa latinoamericana. El temor a la depreciaci¨®n pr¨¢cticamente ha desaparecido porque los deudores latinoamericanos ahora contratan sus deudas en moneda local y porque la credibilidad de la pol¨ªtica monetaria ha hecho que las expectativas del mercado se basen en el anuncio de inflaci¨®n que hace el Banco Central.
P. ?Qu¨¦ les espera al grupo de pa¨ªses que no tiene la necesaria flexibilidad cambiaria para revertir la desaceleraci¨®n?
R. As¨ª es, un buen n¨²mero de pa¨ªses de la regi¨®n a¨²n no est¨¢ en estas condiciones, especialmente muchas econom¨ªas en Centroam¨¦rica y el Caribe que, debido a su tama?o, no pueden tener una pol¨ªtica monetaria independiente. Tambi¨¦n hay ciertos pa¨ªses en Am¨¦rica del Sur que, sin bien son grandes, a¨²n no han desarrollado el cambio institucional para administrar una pol¨ªtica monetaria basada en flexibilidad cambiaria y metas de inflaci¨®n. Otros pa¨ªses tienen que tratar de usar amortiguadores fiscales, en la medida en que los pudieron construir en a?os anteriores. Un buen ejemplo de esto es Bolivia. Si bien no tiene a¨²n la capacidad contrac¨ªclica en pol¨ªtica monetaria, s¨ª la tiene en pol¨ªtica fiscal porque acumul¨® ahorros durante la bonanza de los precios de las materias primas en el pasado.
P. Ahora bien, la pol¨ªtica cambiaria es una medida de corto plazo para frenar la desaceleraci¨®n. En el largo plazo, ?hay algo que Am¨¦rica Latina pueda hacer mejor?
R. La ¨²nica manera de resolver ese problema de bajo crecimiento es a trav¨¦s de reformas en muchos ¨¢mbitos: desde la calidad de la educaci¨®n hasta pol¨ªticas de innovaci¨®n o la calidad de la infraestructura, y la reducci¨®n de los costos log¨ªsticos. Por otro lado, debe enfocarse en aumentar la productividad y fomentar en mayor medida su mercado interno. Este es un enorme desaf¨ªo, quiz¨¢s la principal preocupaci¨®n estructural de la regi¨®n. Am¨¦rica Latina est¨¢ en cierto sentido con dos caras: una positiva, que la asemeja a los pa¨ªses desarrollados (porque ha recuperado su capacidad de pol¨ªtica monetaria y de responder a choques), y otra cara m¨¢s preocupante en la que a¨²n no tiene la capacidad de crecer a un ritmo r¨¢pido en ausencia de factores externos que le ayuden.
Robert Valls es periodista y productor regional online para Am¨¦rica Latina del Banco Mundial.
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