La crisis econ¨®mica rompe al chavismo
El enfrentamiento entre el ministro de Finanzas, favorable a la apertura, y el de Planificaci¨®n, del ala dura socialista, agudizan el desabastecimiento venezolano
Reci¨¦n el jueves, 10 d¨ªas despu¨¦s de comenzado octubre, el Banco Central de Venezuela revel¨® los indicadores econ¨®micos de septiembre. Fue un golpe duro para un Gobierno que se precia de mandar por y para los pobres y tal vez por ello cost¨® tanto darlo a conocer. La inflaci¨®n avanz¨® un 4,4% el pasado mes y acumula un aumento del 38,7% en lo que va de a?o. C¨¢lculos del economista Jes¨²s Casique revelan que en el estrato m¨¢s pobre de la sociedad, donde se asienta buena parte de la parcialidad chavista, la inflaci¨®n anualizada trep¨® por encima del 50%. Todo un r¨¦cord para la era chavista que a¨²n se consuela con el m¨¢ximo alcanzado en 1996 durante el gobierno de Rafael Caldera, del 103%.
Algunos analistas atribuyen el mal desempe?o a las err¨¢ticas pol¨ªticas econ¨®micas iniciadas hace 10 a?os con un severo control de cambios. Pero a las fallas estructurales del modelo debe agregarse ahora un enfrentamiento entre el ministro de Finanzas, Nelson Merentes, y el titular de Planificaci¨®n, Jorge Giordani por el rumbo que deber¨ªa tomar la econom¨ªa. Merentes, m¨¢s pragm¨¢tico, es partidario de flexibilizar el acceso a las divisas y establecer un sistema que permita m¨¢s libertades a los empresarios para las importaciones, sin que eso signifique el fin de los controles. Eso permitir¨ªa detener el sistem¨¢tico incremento de la moneda estadounidense en el mercado negro ¡ªque vale siete veces m¨¢s que el oficial¡ª que es utilizado como marcador por buena parte de los comerciantes para calcular el costo de reponer la mercanc¨ªa.
Algunos analistas atribuyen el mal desempe?o a las err¨¢ticas pol¨ªticas econ¨®micas iniciadas hace 10 a?os con un severo control de cambios
Giordani, en cambio, cree que es la hora de seguir profundizando la autodenominada revoluci¨®n bolivariana reservando al Estado y a los particulares supervisados y regulados la importaci¨®n de rubros prioritarios mediante la arbitraria asignaci¨®n de divisas a precios preferenciales ¡ª6,3 bol¨ªvares por d¨®lar¡ª a trav¨¦s de Cadivi, el ¨®rgano creado a tales fines. Giordani ha declarado en el pasado que en el apogeo de la escasez se encuentra la esencia del socialismo. El actual panorama le ofrece las condiciones para imponer un modelo de inspiraci¨®n cubana donde el Estado restrinja la oferta de divisas. Con esa idea pretenden estimular la producci¨®n nacional.
El martes el grupo de los ide¨®logos tom¨® la delantera al anunciar a trav¨¦s de uno de sus m¨¢s conspicuos representantes, el vicepresidente Jorge Arreaza, yerno del fallecido Hugo Ch¨¢vez, que s¨®lo se entregar¨ªan d¨®lares para alimentos y medicinas, lo que equivaldr¨ªa a dejar por fuera de las asignaciones a 22 sectores econ¨®micos y a las personas que desean viajar fuera del pa¨ªs. Ese mismo d¨ªa Merentes tambi¨¦n qued¨® fuera de la vicepresidencia del ¨¢rea econ¨®mica y fue sustituido por otro hombre cercano a Giordani, el presidente de la estatal Petr¨®leos de Venezuela Rafael Ram¨ªrez. Pero en una prueba de que nada est¨¢ decidido, los pragm¨¢ticos recobraron el aliento. El jueves Maduro hizo una defensa de las propuestas de Merentes al reivindicarlo como el responsable de toda la ingenier¨ªa financiera que garantizar¨ªa la viabilidad fiscal en lo que resta de 2013. Fue de alguna forma un llamado de atenci¨®n a la temprana victoria que cantaron los ideol¨®gicos. Maduro tambi¨¦n anunci¨® que se reiniciar¨ªan las subastas de d¨®lares a trav¨¦s del Sistema Complementario de Administraci¨®n de Divisas, una propuesta del titular de Finanzas, de modo de cumplir las demandas de un pa¨ªs que importa 96% de lo que consume. Ser¨¢n unos 100 millones de la moneda estadounidense (76 millones de euros) que saldr¨ªan a subasta cada semana, insuficientes, sin embargo, para satisfacer las necesidades.
Pero la pregunta sigue siendo si el Gobierno tiene dinero para honrar esos anuncios. Maduro asegura que s¨ª, pero el bajo nivel de las reservas l¨ªquidas ¡ªapenas alcanza para cuatro d¨ªas de importaciones¡ª deja dudas sobre la viabilidad de la propuesta. ¡°Lo que hay es una feroz ofensiva de los medios de comunicaci¨®n contra nuestra econom¨ªa¡±, dijo Ram¨ªrez al fijar el reinicio de las subastas para el pr¨®ximo mi¨¦rcoles. El jefe del Estado luce cercado por esas dos antag¨®nicas posturas y a¨²n no termina de tomar una decisi¨®n. Seguir el camino de Giordani y compa?¨ªa lo llevar¨ªa a prolongar la escasez y el descontento entre sus bases. En septiembre el ¨ªndice de escasez promedio en el pa¨ªs repunt¨® a 21,2%, 1,2% m¨¢s que en agosto. Seguir el camino de Merentes implicar¨ªa traicionar el legado de Hugo Ch¨¢vez y alimentar a lo que con desprecio llaman la burgues¨ªa parasitaria. Las consecuencias se ver¨¢n en las pr¨®ximas elecciones municipales del 8 de diciembre donde el chavismo pretende copar la mayor cantidad de alcald¨ªas y representantes en los concejos municipales.
Guerra a los ¡®enemigos internos¡¯
El Gobierno ha creado el Centro Estrat¨¦gico de Seguridad y Protecci¨®n de la Patria (Cesppa) para monitorear y ¡°neutralizar potenciales amenazas de enemigos internos y externos¡±. El primer ¡°enemigo interno¡± es el tabloide popular 2001, del Bloque de Armas, que en la edici¨®n del jueves titul¨® en portada La gasolina la echan con gotero.
El art¨ªculo hablaba de las largas colas para abastecer a los veh¨ªculos de combustible, una consecuencia, entre otras razones, de las pocas gasolineras disponibles en el pa¨ªs. Ya no es un negocio rentable debido a que los precios del carburante no se han incrementado desde 1996. Un enfurecido Maduro bland¨ªa el jueves un ejemplar del diario en la mano y ped¨ªa la m¨¢xima pena posible para el responsable del titular. "Es un titular cochino y grosero", dijo La Fiscal General Luisa Ortega D¨ªaz, aliada del Gobierno, investig¨® el asunto y cont¨® que ella misma hab¨ªa constatado la falsedad de la nota al recorrer cuatro gasolineras y observar filas normales.
La falta de resultados en el combate contra la inflaci¨®n y el desabastecimiento ha llevado al Gobierno a responsabilizar a los medios de difundir el p¨¢nico entre la poblaci¨®n al rese?ar esas noticias. El nuevo organismo tendr¨¢ entre sus funciones decidir qu¨¦ informaci¨®n p¨²blica quedar¨¢ reservada.
La reacci¨®n de los defensores de la libertad de expresi¨®n no se hizo esperar y vaticinaron que con ese organismo se limitar¨¢ el derecho de estar informados veraz y oportunamente seg¨²n los t¨¦rminos de la Constituci¨®n. ¡°?De qu¨¦ se puede hablar p¨²blicamente sin correr el riesgo de padecer la eterna acusaci¨®n de desestabilizar al pa¨ªs o de atentar contra la seguridad nacional?¡±, se pregunt¨® la organizaci¨®n Reporteros Sin Fronteras.
Todo indica que el Gobierno limitar¨¢ todav¨ªa m¨¢s las oportunidades que tiene la prensa no oficial de obtener informaci¨®n oficial. Aquel que se salga de la horma corre el riesgo de sanciones. La investigaci¨®n contra 2001 se une a otra contra el canal Globovisi¨®n, que tambi¨¦n mostr¨® las consecuencias de la escasez en un programa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.