Leonarda: ¡°Quiero volver a Francia, aqu¨ª no puedo ir al colegio¡±
El ministro de Interior presume de ¡°firmeza¡± mientras el partido exige responsabilidades. La versi¨®n oficial difiere en numerosos puntos de la que facilitaron los profesores de Leonarda
¡°Eran las 7.30 cuando el exalcalde de Levier me llam¨® al tel¨¦fono y me pregunt¨® d¨®nde estaba. Le pas¨¦ el tel¨¦fono a la profe, habl¨® con ella, el autob¨²s se par¨® en el aparcamiento del colegio Aubrac, y baj¨¦ del bus con la profe, en pleno llanto, abrazada a ella. Me dio mucho dolor abandonar a mis amigos, el colegio, a todo el mundo, y adem¨¢s sent¨ª verg¨¹enza porque la polic¨ªa estaba all¨ª y los compa?eros me preguntaban: ¡®?Por qu¨¦ la polic¨ªa? ?Qu¨¦ has hecho, has robado?¡¯ Y yo les dije ¡®No puedo contestaros ahora¡¯, y la polic¨ªa dec¨ªa ¡®No hay tiempo, nos tenemos que ir¡±.
Este es el testimonio de Leonarda Dibrani, la estudiante kosovar de 15 a?os y etnia roman¨ª que fue detenida y expulsada de Francia con sus cinco hermanos y su madre el 9 de octubre pasado, mientras participaba en una excursi¨®n a la f¨¢brica de Peugeot de Sochaux con sus compa?eros del instituto Andr¨¦ Malraux de Pontarlier (este de Francia).
La adolescente kosovar hablaba desde Mitrovica (Kosovo) para la emisora de radio France Inter, entrevistada por la periodista G¨¦raldine Hallot, y puso finalmente una voz, una cara y un nombre al drama invisible que viven muchos de los diez millones de gitanos que residen en Europa, y en particular los 17.000 instalados en Francia.
En un franc¨¦s m¨¢s que correcto, Leonarda explic¨® en un minuto que en Kosovo no tiene ¡°derecho a ir al colegio¡± porque es roman¨ª, explic¨® que su familia estaba durmiendo ¡°en los bancos de la calle¡±, y concluy¨®: ¡°Yo todo lo que quiero es volver a Francia con mi familia. Para retomar mis clases, para tener un futuro. La cosa m¨¢s importante es el colegio¡±.
El ministro del Interior, Manuel Valls, que el martes por la noche defendi¨® a trav¨¦s de un comunicado la actuaci¨®n policial y su ¡°firmeza en la aplicaci¨®n de las ¨®rdenes de alejamiento¡±, se vio obligado a recular el mi¨¦rcoles y anunci¨® la apertura de una investigaci¨®n interna. Valls evit¨® utilizar la palabra roman¨ª, y prefiri¨® resaltar el origen kosovar de los deportados. ¡°No duden un solo instante que las reglas de derecho p¨²blico son aplicadas con inteligencia, discernimiento y humildad por mis servicios¡±, dijo. Luego llam¨® a ¡°todo el mundo a mantener la sangre fr¨ªa¡±.
En realidad, la investigaci¨®n se abre a petici¨®n del primer ministro, Jean-Marc Ayrault, que prometi¨® que los resultados estar¨¢n listos en 48 horas y que el Gobierno anular¨¢ la expulsi¨®n de la familia si se demuestra que se cometi¨® alg¨²n error: ¡°En ese caso, la familia volver¨¢ para que su situaci¨®n sea examinada en funci¨®n de nuestro derecho, nuestras pr¨¢cticas y nuestros valores¡±, prometi¨® Ayrault.
Poco a poco, entre la indignaci¨®n de los ciudadanos que dieron la voz de alarma en las redes sociales y la hipocres¨ªa de una clase pol¨ªtica que prefiri¨® mirar hacia otro lado durante casi dos d¨ªas, los medios y los pol¨ªticos franceses empezaron a reaccionar ante la deportaci¨®n de una menor que llevaba escolarizada m¨¢s de tres a?os en el pa¨ªs.
El primero fue el Partido de Izquierda de Jean-Luc M¨¦lenchon, que critic¨® la ¡°pol¨ªtica inhumana¡± del ministro del Interior, Manuel Valls, al que acus¨® de ¡°contar el cuento de que los gitanos no quieren integrarse para despu¨¦s ir a perseguirlos hasta los colegios¡±. El pol¨ªtico a?adi¨®: ¡°La lepenizaci¨®n de los esp¨ªritus ha llegado a los cuarteles de la plaza Beauvau¡±, sede del ministerio.
El asunto se gan¨® tambi¨¦n un hueco en la primera p¨¢gina de Le Monde, cuya cr¨®nica omit¨ªa la informaci¨®n sobre el origen ¨¦tnico de la familia Dibrani (los padres, seis hermanos de entre uno y 17 a?os) y daba fe de la ¡°consternaci¨®n¡± que el caso ha causado entre los colaboradores de Valls.
La deportaci¨®n de Leonarda, sucedida el 9 de octubre y dada a conocer por sus profesores el lunes pasado, sembr¨® gran discordia en la mayor¨ªa de Gobierno y mostr¨® la aguda divisi¨®n que genera en el Partido Socialista la pol¨ªtica migratoria del ministro m¨¢s popular del Ejecutivo.
El portavoz del PS, David Assouline, defini¨® como ¡°chocantes¡± las condiciones de la detenci¨®n de la adolescente, y exigi¨® al ministerio que aclare ¡°las circunstancias y responsabilidades que llevaron a la prefectura a tomar esa decisi¨®n¡±. ¡°Hacer bajar de un autocar por las fuerzas del orden a una alumna ante sus compa?eros es intolerable e inaceptable¡±, dijo Assouline.
Los l¨ªderes de los grupos parlamentarios socialista en la Asamblea Nacional, Bruno Le Roux, y ecologista del Senado, Jean-Vincent Plac¨¦, tambi¨¦n pidieron explicaciones y acusaron al prefecto de la provincia de Doubs, St¨¦phane Fratacci, de haber tomado una decisi¨®n equivocada.
Fratacci fue mano derecha de Eric Besson, un socialista que acab¨® siendo ministro de Inmigraci¨®n, Integraci¨®n e Identidad Nacional con Nicolas Sarkozy. Plac¨¦ pidi¨® que el prefecto sea sancionado, mientras Le Roux subray¨® que ¡°la familia kosovar estaba en v¨ªas de integraci¨®n, instalada, escolarizada, y a solo unas semanas de poder ser regularizada¡±.
Los Dibrani llevaban cuatro a?os y diez meses residiendo en Francia, y les faltaban solo dos meses y medio para cumplir el plazo legal que permite a los extracomunitarios acceder al permiso de residencia si cumplen determinadas condiciones, como dominar la lengua o estar escolarizados durante tres a?os. La familia hab¨ªa solicitado su permiso hace dos meses, pero la prefectura lo rechaz¨® aduciendo que no reun¨ªan los requisitos de residencia (haber pasado cinco a?os en el pa¨ªs) y por sus ¡°insuficientes perspectivas de integraci¨®n social y econ¨®mica¡±.
Los profesores de Leonarda y Maria, su hermana mayor, de 17 a?os, y la ONG Red de Educaci¨®n sin Fronteras (RESF) recordaron que los hijos mayores hablan ¡°perfectamente franc¨¦s¡±, y que la menor, llamada Medina, naci¨® en Francia el a?o pasado. En la carta donde denunciaron la deportaci¨®n, los docentes contaban que las dos hermanas hab¨ªan obtenido el diploma DELF de franc¨¦s, nivel B1, que es uno de los requisitos que exige el Gobierno socialista para otorgar la residencia.
La detenci¨®n de Leonarda sucedi¨® la ma?ana del 9 octubre, un d¨ªa despu¨¦s de que el padre de la familia Dibrani fuera deportado a Kosovo desde Colmar, donde hab¨ªa sido retenido por la polic¨ªa por no haberse presentado a las autoridades de Levier, la ciudad donde resid¨ªa toda la familia, cada dos d¨ªas, seg¨²n exigen las ¨®rdenes de expulsi¨®n de extranjeros.
Desde que lleg¨® a Francia en 2009, la familia kosovar hab¨ªa solicitado hasta tres veces el asilo pol¨ªtico, pero las autoridades administrativas y judiciales se lo negaron repetidamente, y a cambio les comunicaron dos ¨®rdenes de expulsi¨®n forzosa. Seg¨²n explic¨® la prefectura, la idea era enviar en el mismo avi¨®n hasta Pristina a toda la familia, o al menos en un plazo de tiempo m¨¢s pr¨®ximo, y por eso la deportaci¨®n de la madre y los seis hijos se fij¨® para el d¨ªa 9.
Cuando los agentes de la Polic¨ªa de Fronteras de Doubs y de la Gendarmer¨ªa llegaron al domicilio de la madre para conducir a la familia al aeropuerto de Lyon, supieron que Leonarda hab¨ªa dormido en casa de una amiga porque esa ma?ana ten¨ªan que salir de excursi¨®n a Sochaux para visitar una f¨¢brica de Peugeot. Entonces, los agentes procedieron a llamar al m¨®vil de la ni?a para sacarla del autob¨²s y llevarla con sus hermanos y su madre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.