Ser ind¨ªgena en Brasil: una experiencia de peque?os y grandes prejuicios
No poder ponerse nombres ind¨ªgenas o que no les nieguen una cerveza en un local son ejemplos de una discriminaci¨®n que persiste
Los padres de Oscar Fernandes, un ind¨ªgena apinaj¨¦ del estado de Tocant¨ªns, en el norte de Brasil, quer¨ªan registrarlo como Wanhm?. Pero no pudieron.
¡°Llegaron al Registro (Civil) y los escribanos simplemente les impidieron inscribir un nombre que no fuese portugu¨¦s. Ellos me dieron un nombre cualquiera y, al final, pusieron el de mi pueblo solo como constancia¡±, cuenta Oscar, que trabaja en una f¨¢brica de procesamiento de frutas.
Marcelo, del pueblo krah?, tambi¨¦n en Tocant¨ªns, tuvo un poco m¨¢s de suerte: aunque los forzaron a ponerle un nombre portugu¨¦s, sus padres tambi¨¦n lograron incluir un nombre ind¨ªgena en el certificado de nacimiento. Y ahora, 29 a?os m¨¢s tarde, proclama orgulloso que su nombre es Marcelo Hajopir.
¡°Es muy com¨²n que el personal del registro pregunte: ¡®?Qu¨¦ significa ese nombre en tu tribu?¡¯ Y como damos muchos nombres de animales a los ni?os, a veces son traducidos literalmente¡±, explica Marcelo Hajopir. Cuenta que a causa de eso, le ha tocado conocer, por ejemplo, a un Jos¨¦ Tapir y un Antonio Venado. (En portugu¨¦s, los dos apellidos designan no solo a los animales, sino que tambi¨¦n son jerga despectiva: "tapir" significa ¡°tonto¡±, y "venado" un hombre amanerado).
Seg¨²n la ley brasile?a, se debe evitar el registro de nombres que expongan a una persona al rid¨ªculo. Aunque el Senado ya aprob¨® proyecto de ley que obliga a los Registros a aceptar los nombres ind¨ªgenas, por ahora siguen teniendo la potestad de rechazar palabras en idiomas abor¨ªgenes.
La an¨¦cdota de los nombres ilustra algunas de las paradojas que vive Brasil, la s¨¦ptima econom¨ªa m¨¢s grande del mundo, en el espinoso tema de la integraci¨®n ind¨ªgena. La discriminaci¨®n y la exclusi¨®n conllevan un alto costo social, pol¨ªtico y econ¨®mico, seg¨²n afirma Ede Ijasz-V¨¢squez, experto en inclusi¨®n social del Banco Mundial. Y advierte que los pa¨ªses que no incluyan a ind¨ªgenas y afrodescendientes no podr¨¢n avanzar hacia su desarrollo.
Cerveza no, racismo s¨ª
Hace poco m¨¢s de un mes, Oscar y Marcelo -es decir, Wanhm? y Hajopir- regresaban hacia Tocant¨ªns de una reuni¨®n con organizaciones ind¨ªgenas en el estado de Maranhao. A medio camino, decidieron parar a comer tambaqu¨ª asado (un pescado de r¨ªo) y tomarse una cerveza.
La camarera del restaurante se neg¨®, alegando que el due?o no permite que se vendan bebidas alcoh¨®licas a los ind¨ªgenas. ¡°Podr¨ªa hasta ir presa si la polic¨ªa llegase y me viera servirles cerveza a ustedes¡±, dijo.
Si bien el alcoholismo es considerado un problema grave entre los ind¨ªgenas brasile?os, nada les impide comprar o consumir cualquier bebida que deseen. La verdad es que si la polic¨ªa hubiese llegado, jam¨¢s podr¨ªa haber arrestado a nadie por ese ¡°delito¡±.
Wanhm? y Hajopir, pod¨ªan haber denunciado al local por racismo, pero prefirieron irse a otro restaurant, donde no les pusieron ning¨²n impedimento y les sirvieron unas ricas brochetas de carne con harina de mandioca y una cerveza helada.
Incluir a los excluidos
El incidente de la cerveza (y la an¨¦cdota de los nombres) son una muestra de los peque?os y grandes prejuicios que experimentan quienes viven en una sociedad dentro de otra, como es el caso de los apinaj¨¦s, krah?s y otros pueblos ind¨ªgenas que son, a su vez, brasile?os.
¡°Estas historias, aunque chocantes, son muy comunes. Lo del registro de nombres, en particular, es algo que ya he visto con frecuencia entre grupos marginalizados, bajo el pretexto de la integraci¨®n nacional¡±, comenta Cyprian Fisiy, director del Departamento de Desarrollo Social del Banco Mundial.
Esta es una lecci¨®n important¨ªsima para Brasil en un momento en que los ind¨ªgenas e indigenistas denuncian una serie de amenazas, 25 a?os despu¨¦s de la Constituci¨®n que m¨¢s avanz¨® en el reconocimiento de sus derechos.
Y m¨¢s a¨²n, a meses de las elecciones presidenciales de 2014. ?Qu¨¦ pueden hacer los pr¨®ximos gobernantes de Brasil por Wanhm?, Hajopir y otros millones de personas excluidas? A fin de cuentas, como advierte Ijasz-V¨¢zquez, si no se les incluye, el desarrollo nunca se har¨¢ realidad.
Mariana Kaipper Ceratti es productora Online del Banco Mundial.
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