Iberoam¨¦rica, entre el par¨®n econ¨®mico y la divisi¨®n regional

Hace un a?o, cuando los mandatarios iberoamericanos se reunieron en C¨¢diz, los dos parientes europeos de la familia (Espa?a y Portugal) estaban sumidos en una recesi¨®n de la que no se atisbaba el fondo; mientras que Am¨¦rica Latina exhib¨ªa tasas de crecimiento insultantes a ojos europeos y parec¨ªa haber esquivado la crisis econ¨®mica mundial. Este jueves, en Panam¨¢, en el foro que re¨²ne a m¨¢s de un centenar de empresarios de ambas orillas del Atl¨¢ntico, solo se escucharon palabras de aliento y felicitaci¨®n por las reformas aplicadas en Espa?a, pero tambi¨¦n algunas voces alertaron del frenazo de las econom¨ªas latinoamericanas.

Naturalmente, el 2,7% de crecimiento que el FMI atribuye este a?o a Am¨¦rica Latina se ve con envidia desde Espa?a, a¨²n en tasa negativa, pero es el peor dato de la ¨²ltima d¨¦cada y se descuelga de la media mundial. "El viento de cola nos est¨¢ faltando", advirti¨® el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, al constatar que se acabaron los a?os de las vacas gordas, cebadas por el alto precio de las materias primas y la llegada masiva de capitales for¨¢neos.

El encargado de vender la buena nueva de la incipiente recuperaci¨®n espa?ola fue el Pr¨ªncipe. Haciendo suyo el optimismo del Gobierno, asegur¨® que, "aunque persisten las dificultades, las perspectivas son positivas". "Para finales de este a?o se espera que volvamos a la senda del crecimiento y que esa tendencia se consolide en el 2014", afirm¨®. Pese a reconocer que no cede la lacra del paro, don Felipe insisti¨® en que "Espa?a ha recuperado la competitividad, la productividad se ha incrementado sensiblemente y tiene un sector financiero m¨¢s solvente y eficiente", lo que se ha traducido en la recuperaci¨®n de la confianza internacional. En definitiva: "Nos queda mucho camino por recorrer, pero la econom¨ªa espa?ola est¨¢ encontrando su camino".

El Pr¨ªncipe, que lleg¨® el mi¨¦rcoles por la noche a Panam¨¢ acompa?ado por el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, y precediendo en unas horas al presidente Mariano Rajoy, no se limit¨® a leer el discurso oficial, sino que se qued¨® entre el p¨²blico para seguir los debates del foro organizado por el Consejo Empresarial de Am¨¦rica Latina (CEAL) y la Secretar¨ªa General Iberoamericana (Segib). Ya en el primero de ellos aflor¨® la preocupaci¨®n por el enfriamiento de las econom¨ªas latinoamericanas y por cumplir las condiciones necesarias para garantizar un "crecimiento sostenible", en palabras del presidente ejecutivo del Grupo Prisa y presidente de EL PA?S, Juan Luis Cebri¨¢n, que actu¨® como moderador.

La inseguridad jur¨ªdica, y antes de ella incluso la f¨ªsica, siguen siendo los grandes obst¨¢culos para invertir en la regi¨®n, seg¨²n reconoci¨® el presidente de la constructora espa?ola OHL, Juan Miguel Villar Mir, a pesar de que destac¨® los avances experimentados en los ¨²ltimos a?os y subray¨® que los pa¨ªses que no cumplen estos par¨¢metros (y a los que no quiso citar expresamente) son "excepciones que empa?an la imagen general". Antonio Brufau, presidente de la petrolera espa?ola Repsol, puso el ejemplo de su propia compa?¨ªa para subrayar que, salvo en el caso de Argentina y la expropiaci¨®n de la filial YPF, siempre hab¨ªa conseguido llegar a un acuerdo sobre el pago de justiprecio en caso de nacionalizaci¨®n. Pero Carlos Ra¨²l Yepes, presidente de Bancolombia, le replic¨® que la seguridad jur¨ªdica no puede ser el fruto de conversaciones bilaterales entre un gobierno y una determinada empresa, "sino de normas iguales para todos". Este ¨²ltimo puso el dedo en la llaga al denunciar las extorsiones a las que se ven sometidas las empresas en Am¨¦rica Latina para financiar campa?as electorales y la injerencia de algunos pa¨ªses al apoyar a los candidatos de otros. Y es que la corrupci¨®n es la m¨¢xima expresi¨®n de la inseguridad jur¨ªdica.

Es posible, como dijo Iglesias, que el cambio de ciclo econ¨®mico pille a los pa¨ªses iberoamericanos m¨¢s fuertes que en otras etapas y que sus l¨ªderes hayan aprendido de anteriores errores, pero no est¨¢n m¨¢s unidos. Los distintitos procesos de integraci¨®n no han confluido entre s¨ª, sino que han conducido a una progresiva fragmentaci¨®n regional. De un lado, la Alianza del Pac¨ªfico, un ¨¢rea de libre comercio abierta al mercado asi¨¢tico; y de otro Mercosur, paralizado entre el proteccionismo argentino y el estatalismo venezolano. M¨¦xico y Brasil, que deber¨ªan ser los motores de la integraci¨®n iberoamericana, llevan a?os d¨¢ndose la espalda, advirti¨® Cebri¨¢n. "La mitad de Iberoam¨¦rica mira al Pac¨ªfico y la otra mitad al Atl¨¢ntico, pero nadie se mira entre s¨ª", zanj¨® Brufau.