Los j¨®venes conf¨ªan en la revitalizaci¨®n y eficacia de las cumbres

¡°Bienvenidos a la XXIII Cumbre Iberoamericana¡±. Este es el saludo que recibe al viajero nada m¨¢s atravesar la entrada de la terminal de llegadas del aeropuerto paname?o de Tocumen y es la frase que se repite en los luminosos de las carreteras y en los carteles que adornan las farolas de Ciudad de Panam¨¢. Sin embargo, en sus calles, pocos saben qu¨¦ es la Cumbre o por qu¨¦ es importante, m¨¢s all¨¢ de que les obliga a sufrir atascos interminables. La excepci¨®n m¨¢s notable la conforman los 250 j¨®venes que llevan en la localidad desde el lunes para intervenir en el VII Foro Vanguardia Iberoamericana. Su entusiasmo y su confianza en que un nuevo impulso de las cumbres Iberoamericanas es posible, es, quiz¨¢s, la mejor noticia de la edici¨®n de 2013.

El declive de este tipo de cumbres ha obligado a la comunidad iberoamericana a hacer un esfuerzo por reinventarse, y con la intenci¨®n de dinamizar su contenido ha decidido, por primera vez desde que fuera creado en 2007, integrar el foro en el cuerpo de la cita de jefes de Estado y de Gobierno. Entroncar con los 150 millones de j¨®venes iberoamericanos entre 15 y 29 a?os y romper con la inercia de desinter¨¦s ciudadano, son algunos de los nuevos retos que se recogen en el ¡°documento de la renovaci¨®n¡± para impulsar las cumbres que se encarg¨® al expresidente chileno Ricardo Lagos en la pasada reuni¨®n de C¨¢diz.

¡°Cada d¨ªa se empieza a tomar m¨¢s conciencia en Iberoam¨¦rica de lo importante que es la inversi¨®n en juventud. Los pa¨ªses de centro, de derecha y de izquierda est¨¢n m¨¢s de acuerdo en que flagelos como el desempleo juvenil o la necesidad de invertir en educaci¨®n de calidad son asuntos esenciales, m¨¢s all¨¢ de las ideolog¨ªas¡±, se?ala Alejo Ram¨ªrez, secretario general de la Organizaci¨®n Iberoamericana de Juventud (OIJ), durante una charla distendida en un hotel de la zona bancaria de Ciudad de Panam¨¢ junto a varios miembros de la Red de J¨®venes L¨ªderes Iberoamericanos que impulsa la Fundaci¨®n Carolina y que han participado en ese foro.

En un momento en el que es la juventud de Am¨¦rica Latina la que, en buena medida, est¨¢ liderando las protestas en la calle contra las pol¨ªticas de los Gobiernos de la regi¨®n, se hace dif¨ªcil pensar c¨®mo la cumbres puedan conciliar el descontento y el recelo de los j¨®venes hacia la pol¨ªtica con quienes la desarrollan y aplican. Sin embargo, son estos j¨®venes quienes parecen tener m¨¢s fe en la trascendencia de estas reuniones iberoamericanas y en su potencial motor para la integraci¨®n y el desarrollo que quienes intervienen en ellas.

¡°Nuestra generaci¨®n ha crecido con las cumbres iberoamericanas, somos la generaci¨®n de los pa¨ªses latinoamericanos¡±, dice con ¨¦nfasis contenido Publio de Gracia, un paname?o que ha participado en el Foro y cuyo discurso de joven l¨ªder encierra las esencias de futuro dirigente. ¡°Somos pa¨ªses en los que su democracia ya tiene pantalones largos y con esos pantalones largos la juventud est¨¢ saliendo a la calle no para pedir salir de la pobreza sino para pedir mejores servicios y oportunidades. Si los presidentes y los l¨ªderes, no solo los pol¨ªticos sino los empresariales, no escuchan a su juventud, a esa generaci¨®n que va a ser el relevo de los que est¨¢n all¨ª hoy en d¨ªa, nunca terminaremos de dar el verdadero salto que necesitan nuestros pa¨ªses¡±, asegura.

La determinaci¨®n de De Gracia concuerda con la primera encuesta iberoamericana de la juventud publicada este a?o por la OIJ que concluye que dos de cada tres j¨®venes iberoamericanos ven el futuro con optimismo. La situaci¨®n de bonanza econ¨®mica de Am¨¦rica Latina ¨Cno as¨ª en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica- muy distinta del escenario que se viv¨ªa en 1991 cuando comenzaron las cumbres, invita a ese optimismo, pero la lista de reivindicaciones que los j¨®venes del Foro han remitido a los jefes de Estado y de Gobierno en Panam¨¢ refleja, sin embargo, las inquietudes de esa nueva generaci¨®n. ¡°Hemos incluido temas relacionados con el medio ambiente, la inserci¨®n en el mercado de trabajo, o problemas de movilidad en la regi¨®n¡±, explica Juan Carlos Williams, otro de los miembros de la Red de J¨®venes L¨ªderes.

Los asuntos que se abordaron en el foro de j¨®venes distan de los que van a tratar los jefes de Estado y de Gobierno, que estudiar¨¢n la estrategia para acabar con la ineficiencia de las cumbres y acercarlas al ciudadano. Ram¨ªrez apunta el croquis que deber¨ªan perfilar los l¨ªderes. ¡°Iberoam¨¦rica tiene que encontrar su especificidad y especificar cu¨¢l es valor agregado que la cumbre aporta a Am¨¦rica Latina y a la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Ese reencuentro con un valor agregado es lo que se est¨¢ buscando y uno de los escalones que tiene que tener ese nuevo tiempo es el escal¨®n de la juventud¡±.

La confianza en una revitalizaci¨®n de las cumbres y de su valor como factor integrador de la regi¨®n contrasta con la falta de entusiasmo y resignaci¨®n que se respiraba el viernes entre los cancilleres y dirigentes iberoamericanos que abandonaban la reuni¨®n de ministros de Relaciones Exteriores, el pistoletazo de salida oficial de la XXIII edici¨®n. ¡°No somos ilusos, hay mucha frustraci¨®n alrededor de estas cumbres porque realmente sentimos que no funcionan, pero s¨ª lo har¨¢n si le damos un impulso real. Aqu¨ª donde Iberoam¨¦rica discute su futuro¡±, sostiene De Gracia. ¡°Como generaci¨®n, hacemos un llamado a los l¨ªderes econ¨®micos y pol¨ªticos para que escuchen nuestras conclusiones que no est¨¢n hechas de manera rom¨¢ntica, sino con base en un diagn¨®stico, y para que regeneren este espacio lejos de la ideolog¨ªa, y lejos de los conflictos locales o pol¨ªticos¡±.

El futuro de las cumbres pasa por cambiar su periodicidad dejando de ser anuales para celebrarse cada dos, a partir de la del a?o que viene que se celebrar¨¢ en Veracruz, M¨¦xico. La mayor¨ªa de los l¨ªderes iberoamericanos no han acudido a Panam¨¢ para discutir el devenir de estos encuentros. El Foro Vanguardia Iberoamericana parece, a tenor del entusiasmo de sus participantes, el mejor salvavidas al que la cumbre puede aferrarse para hacer frente a su declive.