La derecha se acomoda en Jerusal¨¦n y en Tel Aviv resiste el laborismo
El conservador Nir Barkat, que simpatiza con los colonos, es reelegido en Jerusal¨¦n Tres alcaldes suspendidos por corrupci¨®n son reelegidos en los comicios en 200 localidades
Tras las elecciones municipales del martes en Israel, Jerusal¨¦n seguir¨¢ siendo un basti¨®n de la derecha, con gobernantes locales que ven con simpat¨ªa la expansi¨®n de asentamientos de colonos jud¨ªos en el este de la ciudad, y Tel Aviv permanecer¨¢ como uno de los ¨²ltimos reductos donde el laborismo tiene verdadero poder, gracias a la reelecci¨®n, por tercera vez, del alcalde Ron Huldai. Poco se jugaban los partidos nacionales en estos comicios locales. Lo m¨¢s destacable, tal vez, sea la apat¨ªa nacional. La media de participaci¨®n en el pa¨ªs super¨® ligeramente el 50%, pero en Jerusal¨¦n se qued¨® en el 36% y en Tel Aviv en el 31%.
Si alguien ha salido reforzado en estos comicios ha sido el conservador Nir Barkat, quien ha resultado reelegido como alcalde de Jerusal¨¦n a pesar de tener en su contra la formidable maquinaria pol¨ªtica conjunta del exministro Avigdor Lieberman, procesado por corrupci¨®n, y de Arye Deri, el l¨ªder de Shas, el partido ultraortodoxo fundado por el rabino Ovadia Yosef, fallecido recientemente. A Barkat, secular en su conservadurismo, se le enfrentaba Moshe Lion, representante de la ultraderecha, que esperaba ascender con el apoyo de una amalgama heterog¨¦nea, desde los inmigrantes rusos a los ultraortodoxos. Su estrategia fall¨®: obtuvo el 45% de los votos, frente al 51% de Barkat.
En realidad, a Barkat no le fue dif¨ªcil retatar a Lion como lo que era: alguien que no resid¨ªa en Jerusal¨¦n. Se mud¨® a la ciudad desde Givatayim recientemente, para presentarse a las elecciones y, tras perder, anunci¨® anoche que volver¨¢ a donde ten¨ªa su residencia, tras darle las gracias p¨²blicamente a Lieberman. Tanto temor ten¨ªan las formaciones de centro e izquierda a que ganara Lion y su coalici¨®n de apoyos ultraconservadores, que los laboristas llegaron a pedir el voto para Barkat el mes pasado.
Gobernar Jerusal¨¦n no es tarea f¨¢cil. La ciudad en s¨ª misma, dentro de los l¨ªmites que reconoce Israel oficialmente tras la ocupaci¨®n de 1967, tiene 804.000 habitantes, de los que 511.000 son jud¨ªos y 293.000 son ¨¢rabes, seg¨²n el ¨²ltimo recuento del Instituto de Jerusal¨¦n para el Estudio de Israel. Su posible partici¨®n y soberan¨ªa se discuten en cada proceso de negociaci¨®n, pues tanto israel¨ªes como palestinos la reclaman como capital propia. Barkat ha apoyado en el pasado la expansi¨®n de zonas jud¨ªas en barrios ¨¢rabes como Silwan o Sheikh Jarra, y en su campa?a ha estado ausente de las zonas palestinas que en su inmensa mayor¨ªa han boicoteado los comicios para protestar por la ocupaci¨®n.
Frente a la gravedad de la pol¨ªtica en Jerusal¨¦n, Tel Aviv sigui¨® por la misma senda de las pasadas d¨¦cadas. Reeligi¨® al alcalde progresista al que se considera responsable de su modernizaci¨®n y de colocarla en el mapa de las grandes capitales cosmopolitas del mundo. Tampoco ten¨ªa Huldai gran competencia, m¨¢s all¨¢ de Nitzan Horowitz, un legislador de izquierdas que se presentaba como el primer candidato abiertamente gay a la alcald¨ªa de una ciudad en Oriente Pr¨®ximo, algo que en s¨ª ya es una gesta. A Huldai muchos electores le daban ya por ganador y por eso se present¨® a las urnas s¨®lo el 31%. Al final gan¨® con el 51% de votos, frente al 31% de Horowitz.
El gran desaf¨ªo en Tel Aviv, una meca del turismo que tiene m¨¢s de 400.000 habitantes, es, como el esp¨ªritu de la ciudad, muy europeo: la inmigraci¨®n ilegal. Miles de africanos no jud¨ªos que entraron ilegalmente en Israel a trav¨¦s del Sina¨ª se hacinan en viviendas en el sur de la ciudad, y su presencia ha provocado roces y reyertas con la poblaci¨®n nativa. Hasta hace poco, el gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu, que se refiere a ellos con el ep¨ªteto de ¡°infitrados¡±, ten¨ªa la pol¨ªtica de colocarles en centros de detenci¨®n durante un m¨¢ximo de hasta tres a?os antes de su deportaci¨®n, pero la Corte Suprema ha declarado ilegal esa pr¨¢ctica.
La pol¨ªtica local israel¨ª tampoco escapa a la corrupci¨®n. De hecho, en los comicios de ayer fueron reelegidos tres alcaldes que hab¨ªan sido apartados de sus puestos por diversos casos de abuso de poder. Shlomi Lahiani, de Bat Yam; Isaac Rochberger, de Ramat Hasharon, y Sim¨®n Gapso, de Alto Nazaret, volvieron ganar en las elecciones, y ahora deber¨¢n esperar a que se resuelvan en los juzgados sus casos por toma de dinero a cambio de favores pol¨ªticos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.