La agenda de Obama marca la pauta del progresismo de Estados Unidos
Los secretarios de Estado y del Tesoro, el ex vicepresidente Al Gore, el Gobernador de California o el alcalde de Chicago intervienen el 10 aniversario del Center for American Progress
Durante su discurso de investidura el pasado mes de enero, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama defendi¨® una agenda para el segundo mandato plagada de iniciativas progresistas. Su propuesta logr¨® embaucar de nuevo al ala m¨¢s radical del Partido Dem¨®crata, devolviendo la esperanza en el cambio que actu¨® como revulsivo en su primera campa?a electoral. Ese programa pol¨ªtico es para la izquierda estadounidense la pauta m¨¢s segura, en medio de la desorientaci¨®n ideol¨®gica actual, para transformar la sociedad y la econom¨ªa de este pa¨ªs. Esa es la conclusi¨®n a la que se ha llegado en la jornada organizada por el Center for American Progress (CAP) en su d¨¦cimo aniversario, que aborda la viabilidad de las opciones progresistas para dar respuesta a los problemas pol¨ªticos presentes y futuros.
El deseo de cambio renov¨® las esperanzas de un amplio sector de la poblaci¨®n ante la posibilidad de transformar la sociedad como ya lo hicieran antes Franklin D. Roosevelt o Lyndon B. Johnson
Apostar por la educaci¨®n preescolar, reforzar el sistema educativo en instancias superiores, como el bachillerato o la universidad, apoyar la inversi¨®n en infraestructuras y en tecnolog¨ªa, generar un modelo energ¨¦tico que reduzca la dependencia del petr¨®leo y los combustibles f¨®siles, elevar el salario m¨ªnimo o concluir de una vez por todas la reforma migratoria son las propuestas que han defendido todos los participantes. Es el envite progresista a la propuesta de la derecha estadounidense, galvanizada tras la aparici¨®n del Tea Party en 2008 y, para los oradores, es el camino que atestigua que la izquierda en EE UU s¨ª tiene capacidad de liderar el cambio.
Los intervinientes, desde el secretario de Estado de Estado, John Kerry, el del Tesoro, Jack Lew y el de Trabajo, Tom P¨¦rez, hasta el ex vicepresidente Al Gore, pasando por los gobernadores dem¨®cratas por California y Maryland, Jerry Brown y Martin O¡¯Malley, o el alcalde de Chicago y antiguo jefe de Gabinete de Obama, Rahm Emanuel, son un ejemplo de la heterogeneidad de la izquierda o del progresismo estadounidense. La izquierda en EE UU, como su sistema parlamentario, no debe equipararse con espectro pol¨ªtico europeo. El bipartidismo obliga a abrazar a cada formaci¨®n pol¨ªtica a una amplia gama de ideolog¨ªas y es muy factible que algunos republicanos liberales est¨¦n m¨¢s a la izquierda que los dem¨®cratas m¨¢s moderados. Obama ocupar¨ªa una posici¨®n de centroizquierda en cualquier pa¨ªs de Europa.
Nosotros sabemos qu¨¦ eso es lo prioritario, pero cuando estos temas se trasladan al final de la lista, lo ¨²nico que hacemos es disminuir nuestra influencia internacional" John Kerry
Kerry ha hecho un encendida defensa de las prioridades que debe abordar EE UU si quiere mantener su liderazgo mundial. "Es el ejemplo que damos lo que nos da poder", ha se?alado el jefe de la Diplomacia estadounidense para arremeter a continuaci¨®n contra los responsables del cierre del Gobierno, una circunstancia que, ha asegurado, ha afectado "a la credibilidad exterior del pa¨ªs". "Lo que hace Washington importa en el mundo y si permitimos que nuestras diferencias internas afecten a nuestra pol¨ªtica exterior, eso perjudicar¨¢ a nuestro liderazgo", ha afirmado.
El secretario de Estado se ha lamentado de que, mientras en el Congreso se debaten cuestiones menores, se est¨¦n dejando de lado las grandes prioridades como la educaci¨®n o la pol¨ªtica energ¨¦tica. "La cuesti¨®n es si vamos a decidirnos a liderar el mercado energ¨¦tico mundial, a apostar por la educaci¨®n", se ha preguntado. "Nosotros sabemos que eso es lo prioritario, pero cuando estos temas se trasladan al final de la lista, lo ¨²nico que hacemos es disminuir nuestra influencia internacional", ha advertido.
Ejemplos de gobierno dem¨®crata
La diferente visi¨®n dem¨®crata de la pol¨ªtica la evidenciaron el alcalde Emanuel y el gobernador Brown. El primero explic¨® c¨®mo su modelo de crecimiento econ¨®mico y las reformas -muy cuestionadas- en educaci¨®n han permitido a Chicago salir de la crisis en la que estaba inmersa la ciudad cuando ¨¦l tomo sus riendas en 2011. (Emanuel eludi¨® citar los ¨ªndices de violencia). La dial¨¦ctica directa e ir¨®nica de Brown capt¨® la atenci¨®n de los asistentes, en pleno almuerzo, que dejaron de comer para aplaudir casi todas sus frases.
Podemos arreglar este pa¨ªs, no s¨®lo con nuestras pol¨ªticas, sino con el esp¨ªritu de la gente porque el Partido Dem¨®crata es el partido del pueblo" Jerry Brown
Brown es un veterano pol¨ªtico dem¨®crata que ya demostr¨® su querencia por estar a la vanguardia en el reconocimiento de derecho sociales durante sus dos primeros mandatos como gobernador de California durante la segunda parte de los 70. En su tercero, tambi¨¦n quiere liderar la senda del progreso. El dirigente expuso las medidas econ¨®micas y medioambientales que ha adoptado su Gobierno y destac¨®, sobre todo, las ¨²ltimas leyes en materia de inmigraci¨®n que ha aprobado en las ¨²ltimas semanas. "No hemos querido esperar a Washington y Califormia ya ha empezado su propia reforma migratoria, esperemos que se extienda hacia el Este", ha se?alado.
El gobernador de California ha hecho una encendida defensa de la tarea del Gobierno y, en concreto, de la tarea de un Gobierno dirigido por dem¨®cratas. "Podemos arreglar este pa¨ªs, no s¨®lo con nuestras pol¨ªticas, sino con el esp¨ªritu de la gente porque el Partido Dem¨®crata es el partido del pueblo", ha se?alado parafraseando un discurso de John F. Kennedy de 1952 en el que se?al¨® que su partido "no representaba a nadie porque era el partido de todos".
La defensa de la presencia del Gobierno en la sociedad, en contraposici¨®n al discurso republicano que persigue su reducci¨®n, ha estado presente a lo largo de la jornada. ¡°El Gobierno no puede resolver todos los problemas, pero s¨ª puede asegurarse de que ¨¦stos no empeoran¡±, ha defendido el antiguo secretario del Tesoro durante la presidencia de Clinton, Larry Summers.
Cada vez que tratamos de poner en marcha la agenda progresista aparecen las multinacionales ¨¢vidas por recaudar dinero para impedirlo" Al Gore
Se esperaba que el exvicepresidente Gore enarbolara la defensa del medio ambiente como una de las banderas m¨¢s caracter¨ªsticas de las pol¨ªticas progresistas y as¨ª lo hizo, pero aprovech¨® su discurso para arremeter contra la influencia de las multinacionales en las decisiones pol¨ªticas y abogar por la necesidad de la redistribuci¨®n de los ingresos para alcanzar una econom¨ªa m¨¢s equitativa y justa. "Nuestra democracia ha sido secuestrada porque no trabaja para la gente sino a favor de las corporaciones, y las corporaciones no son personas", ha se?alado Gore. "Cada vez que tratamos de poner en marcha la agenda progresista aparecen las multinacionales ¨¢vidas por recaudar dinero para impedirlo", ha insistido.
El ex vicepresidente s¨ª ha tenido palabras de advertencia para la Administraci¨®n Obama ante la posibilidad de que apruebe el megaoleoducto Keystone que pretende unir las costas petrol¨ªferas de Alberta, en Canad¨¢, con las refiner¨ªas en el golfo de M¨¦xico. "Ese proyecto debe ser vetado, es una aberraci¨®n", ha asegurado. Su discurso apasionado ha sido el ¨²nico que ha puesto en pie a una audiencia bastante ap¨¢tica.
Entre el consenso y la izquierda
El encargado de inaugurar el acto ha sido el secretario del Tesoro. En su primera intervenci¨®n p¨²blica tras el acuerdo bipartito en el Congreso de la semana pasada para evitar la suspensi¨®n de pagos y terminar con la par¨¢lisis de la Administraci¨®n, Lew apel¨® a ese esfuerzo com¨²n de entendimiento en el Capitolio para continuar con las reformas que el pa¨ªs necesita para seguir creciendo y generando empleo. ¡°Tenemos la oportunidad de construir. No hay ninguna raz¨®n para no aprovechar este momento que ha surgido tras lo sucedido en las ¨²ltimas semanas, no justo cuando los ciudadanos nos est¨¢n exigiendo que trabajemos juntos y no cuando lo que est¨¢ en juego son los trabajos de los estadounidenses y sus empresas¡±, ha dicho Lew.
El secretario del Tesoro ha pedido que ambos partidos lleguen a un acuerdo para consolidar la reforma migratoria y aprobar un presupuesto razonable. Las concesiones que en materia fiscal realiz¨® Obama durante su primer mandato han desilusionado a los m¨¢s progresistas del Partido Dem¨®crata que confiaban en recuperar los niveles impositivos de la era Clinton. Lew, no obstante, ha defendido la necesidad de una reforma fiscal que pase por elevar algunos tributos y reducir costes innecesarios, una letan¨ªa que el presidente ha repetido cada vez que ha comenzado una negociaci¨®n con los republicanos para evitar una crisis econ¨®mica, pero que ¨¦stos no est¨¢n dispuestos a aceptar.
El consenso al que ha apelado Lew es el mismo que trat¨® de concitar Obama en su primera legislatura, pero esa prudencia, frente al ruido de las reclamaciones del Tea Party, es la que exasper¨® primero y m¨¢s tarde alej¨® al electorado m¨¢s de izquierdas, el mismo que se moviliz¨® en torno a ¨¦l en 2008. El deseo de cambio renov¨® las esperanzas de un amplio sector de la poblaci¨®n ante la posibilidad de transformar la sociedad como ya lo hicieran antes Franklin Roosevelt, quien fortaleci¨® los derechos laborales, o Lyndon Johnson, que aboli¨® la segregaci¨®n.
Su segundo discurso de investidura fue un punto de inflexi¨®n. All¨ª Obama abraz¨® causas progresistas como los derechos de los homosexuales, la defensa del medio ambiente, la lucha por la desigualdad¡, entusiasmando a las bases dem¨®cratas m¨¢s a la izquierda del partido. La necesidad de avanzar en esa agenda como motor para el crecimiento econ¨®mico es la que est¨¢ siendo defendida en el evento del CAP, una organizaci¨®n independiente centrada en el desarrollo de pol¨ªticas p¨²blicas de liberales, en el sentido m¨¢s estadounidense del t¨¦rmino, es decir, de izquierdas o progresistas.
El bipartidismo obliga a las formaciones pol¨ªticas a abrazar a una amplia gama de ideolog¨ªas y es muy factible que algunos republicanos liberales est¨¦n en ocasiones m¨¢s a la izquierda que los dem¨®cratas m¨¢s moderados
Esa agenda es la que el presidente ha tratado de llevar a los ciudadanos en la serie de giras por el pa¨ªs que ha iniciado a lo largo de los primeros meses de su segundo mandato. Otros asuntos externos, como la inestabilidad en Oriente Pr¨®ximo y, sobre todo, los esc¨¢ndalos de espionaje desvelados por Edward Snowden, que han tensado las relaciones de EE UU con Rusia y varios de sus socios europeos, han puesto sordina a los esfuerzos de Obama por calar su programa progresista entre la poblaci¨®n.
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