El Senado de Colombia aprueba que se celebre el refer¨¦ndum por la paz
La iniciativa permite que los acuerdos que el Gobierno de Santos firme con las FARC sean avalados por los colombianos el mismo d¨ªa de las elecciones
El Senado de Colombia aprob¨® el proyecto de ley que permite un refer¨¦ndum por la paz el mismo d¨ªa de las elecciones, ya sean las parlamentarias o presidenciales. La iniciativa busca consultar a los colombianos si aprueban o no los acuerdos a los que eventualmente lleguen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos, que han mantenido negociaciones en La Habana desde hace 11 meses.
La votaci¨®n final fue de 59 votos a favor y solo cinco en contra. Ahora solo resta que el texto sea conciliado con el que aprob¨® hace una semana la C¨¢mara de Representantes y pase a la revisi¨®n de la Corte Constitucional.
La iniciativa aprobada por el legislativo colombiano levanta el veto que los refer¨¦ndums ten¨ªan de realizarse al tiempo con otras elecciones. El gobierno del presidente Santos garantiza as¨ª que haya una participaci¨®n significativa.
Otro aspecto importante es que la consulta por la paz introduce mecanismos que garantizan la financiaci¨®n electoral por parte del Estado tanto para la campa?a por el S¨ª como para la del No, as¨ª como el acceso a los medios de comunicaci¨®n para su difusi¨®n y debate. Tambi¨¦n contempla que los electores puedan rechazar la boleta del refer¨¦ndum.
La sesi¨®n final en el Senado estuvo matizada por los intentos de varios congresistas de la oposici¨®n para modificar al proyecto original presentado por el Gobierno, como que no se celebrara al tiempo con otras elecciones. Adem¨¢s, que se condicionara su realizaci¨®n a la entrega de las armas de las FARC, la desvinculaci¨®n de menores en sus filas y la liberaci¨®n de secuestrados, entre otras proposiciones que fueron desechadas por la mayor¨ªa de la coalici¨®n de la Unidad Nacional.
El mayor opositor del proyecto fue el senador Juan Lozano, tambi¨¦n del oficialista partido de la U pero cercano al expresidente ?lvaro Uribe, quien fue el autor de varias de estas propuestas y quien asegur¨® que este proyecto no era conveniente para el pa¨ªs porque vaticin¨® que se estaba aprobando un refer¨¦ndum sin condiciones a la guerrilla, el cual obligar¨¢ a los colombianos a votar ¡°con los fusiles en la nuca¡±. En el mismo sentido se expres¨® el conservador Rub¨¦n Dar¨ªo Salazar para quien lo m¨ªnimo que se debe exigir a las FARC es saber c¨®mo van a dejar las armas.
Sin embargo, para varios congresistas de la llamada Unidad Nacional que respalda al gobierno de Santos, el proyecto abre un camino para refrendar los posibles acuerdos de paz. Uno de los defensores del proyecto, el liberal Camilo S¨¢nchez, calific¨® las iniciativas de Lozano de populistas y de querer echar al traste el proceso m¨¢s importante de la historia pol¨ªtica del pa¨ªs.
El proyecto del refer¨¦ndum por la paz dur¨® dos meses discuti¨¦ndose en el Congreso, luego de que el presidente Juan Manuel Santos anunci¨® su radicaci¨®n con mensaje de urgencia, lo que provoc¨® que las FARC decretaran una pausa de tres d¨ªas en las negociaciones para estudiar la iniciativa. Su m¨¢ximo l¨ªder, conocido como Timole¨®n Jim¨¦nez o Timochenko, la ha calificado como una decisi¨®n unilateral del gobierno.
Tanto Santos como el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, han explicado que esta iniciativa es una manera de anticiparse ¡°con responsabilidad¡± al momento en que haya que refrendar los acuerdos de paz. Tambi¨¦n busca que participen el mayor n¨²mero de ciudadanos, lo que se traducir¨ªa en ¡°mayor legitimidad¡±, seg¨²n ha dicho De la Calle, que ha insistido en que el proyecto de ley que hoy aprob¨® el Senado solo define la fecha en la que se har¨¢ esa consulta. Otra cosa muy diferente es el contenido, que deber¨¢ elaborarse con las FARC.
El refrendo de los acuerdos es un punto decisivo de las actuales negociaciones en La Habana, ya que los colombianos tendr¨¢n la ¨²ltima palabra sobre lo que firme el gobierno con las FARC. A principios de octubre, cuando las FARC presentaron su informe sobre el estado de las conversaciones de paz, volvieron a referirse a la Asamblea Nacional Constituyente como el mecanismo ideal para refrendar los eventuales acuerdos que se firmen. Para el grupo subversivo, la Constituyente es ¡°la llave de la paz¡±, algo que hasta el momento ha sido descartado por el gobierno de Santos.
Este mi¨¦rcoles inici¨® un nuevo ciclo de conversaciones ¨Cel n¨²mero 16¨C en La Habana, donde se espera que se cierre el segundo punto de la agenda de negociaci¨®n que se refiere a la participaci¨®n en pol¨ªtica de las FARC una vez se desmovilicen. Este punto se discute desde junio, es el segundo de una agenda de seis, de la que solo se ha llegado a acuerdos en el tema agrario. El gobierno ha culpado a las FARC del lento avance de los di¨¢logos argumentando que han querido ampliar la agenda de negociaci¨®n, de ah¨ª que sus delegados hayan llegado a este nuevo ciclo con la orden expresa de ¡°avanzar, con resultados¡±.
Por su parte, Timochenko, en una carta que divulg¨® el martes en Internet, volvi¨® a negar, como lo han hecho sus delegados en La Habana, que sean ellos los responsables de la falta de resultados. Para el jefe guerrillero, el af¨¢n de Santos se debe a sus aspiraciones reeleccionistas. ¡°Abocado a la necesidad de mostrar resultados que justifiquen su reelecci¨®n, el presidente Santos observa con angustia que sus planes militares de exterminio contra las FARC fracasaron. Y que las FARC tampoco aceptan someterse en la mesa como so?aba¡±, escribi¨®. Santos debe anunciar el 25 de noviembre si se lanza o no a la reelecci¨®n.
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