Washington control¨® millones de llamadas y espi¨® a pol¨ªticos en Espa?a
Fuentes del Gobierno limitan las supuestas escuchas a la etapa de Zapatero
La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense no solo ha rastreado masivamente las comunicaciones telef¨®nicas, SMS y correos electr¨®nicos de millones de espa?oles, sino que ha espiado a miembros del Gobierno y a pol¨ªticos, seg¨²n fuentes conocedoras de los documentos secretos sustra¨ªdos por el exanalista Edward Snowden. El Gobierno espa?ol, que hasta el ¨²ltimo minuto se ha negado a aceptar las evidencias de que el espionaje de EE UU tambi¨¦n ha actuado ilegalmente en Espa?a, intentaba ayer evitar que el caso da?e sus relaciones con Washington.
Mientras el esc¨¢ndalo iba creciendo en los pasillos de Justus Lipsius, el edificio de Bruselas donde estaba reunido el Consejo Europeo, Mariano Rajoy era uno de los pocos mandatarios que guardaba silencio.
Rajoy intenta evitar que el esc¨¢ndalo da?e las relaciones con EE UUU
Ayer por la ma?ana, un alto cargo gubernamental insist¨ªa en que ¡°no hay constancia¡± de que el espionaje estadounidense hubiera aplicado en Espa?a pr¨¢cticas de rastreo masivo de comunicaciones, pero a?ad¨ªa: "Si hubiera sido as¨ª, eso se habr¨ªa producido en la etapa de [Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez] Zapatero". La frase evidencia que el Gobierno sab¨ªa a esas alturas m¨¢s de lo que admit¨ªa en p¨²blico; o que intentaba marcar distancias, al situar estas pr¨¢cticas en una etapa superada y endosar a su antecesor la responsabilidad de no haberlas evitado.
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI), principal servicio secreto espa?ol, daba por descontado desde hace tiempo que la poderosa agencia estadounidense de espionaje electr¨®nico hab¨ªa interceptado masivamente comunicaciones privadas en Espa?a, pero descartaba que hubiera tomado como objetivos selectivos a pol¨ªticos espa?oles. En julio pasado, cuando salieron a la luz las primeras filtraciones de Snowden, el minstro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, declar¨® tajante: ¡°A m¨ª no me han espiado y creo que, en general, tampoco¡±. Tras conocerse que tambi¨¦n hab¨ªa sido interceptado el m¨®vil de la canciller germana Angela Merkel, esta confianza acab¨® de resquebrajarse. ¡°Lo que me importa es el m¨®vil de Rajoy¡±, confesaba ayer un colaborador del presidente.
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Maragallo, ya anunci¨® el pasado martes, tras revelar EL PA?S las pr¨¢cticas ilegales de la NSA en Espa?a, que si esta informaci¨®n se confirmaba convocar¨ªa al embajador de EE UU en Madrid, James Costos, para trasladarle su queja y pedirle explicaciones, como han hecho Francia o Alemania. Los ¨²ltimos datos van incluso m¨¢s lejos, al incluir el espionaje selectivo de miembros del Gobierno y pol¨ªticos de Espa?a.
La presidenta brasile?a, Dilma Rousseff, cancel¨® su visita a Washington para reunirse con Obama cuando supo que el espionaje estadounidense hab¨ªa vulnerado su cuenta de correo, pero Rajoy lleva meses esperando a que el presidente de EE UU le d¨¦ cita en la Casa Blanca y lo ¨²ltimo que desea es abrir ahora una crisis con su m¨¢s poderoso aliado. La relaci¨®n con EE UU es una de las prioridades de la pol¨ªtica exterior espa?ola: mientras en el resto de Europa se reducen las tropas estadounidenses, en Espa?a se han incrementado, con el despliegue de cuatro destructores antimisiles en Rota (C¨¢diz) y una unidad con 500 marines en Mor¨®n (Sevilla). En noviembre, los Pr¨ªncipes visitar¨¢n California y Florida, con la intenci¨®n de reivindicar y reforzar las ra¨ªces hispanas de EE UU. Espa?a es, adem¨¢s, uno de los socios que apoya con m¨¢s entusiamo la negociaci¨®n de un acuerdo de libre comercio con EE UU.
Fuentes diplom¨¢ticas explicaron que, al tratarse de un problema que afecta a muchos pa¨ªses europeos, deben ser las instituciones de la UE las que articulen una respuesta.
Rajoy se entrevist¨® ayer durante algo menos de media hora con Merkel, quien no ocult¨® su indignaci¨®n tras saber que su propio tel¨¦fono hab¨ªa sido espiado. Por si acaso, tanto el presidente espa?ol como la canciller alemana se dejaron sus m¨®viles fuera de la sala.
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