El perro que no ladr¨®
Parece que los Gobiernos europeos han descubierto que tienen m¨¢s que perder que ganar en este juego
Si el perro no ladr¨® aquella noche es porque conoc¨ªa al ladr¨®n que rob¨® el caballo, concluy¨® Sherlock Holmes en Estrella de plata, el cuento de Conan Doyle. Algo parecido parece estar pas¨¢ndole a los servicios de inteligencia europeos, incluyendo los espa?oles. Estamos ante dos hip¨®tesis: una, que no supieran que EE UU estaba recabando de forma sistem¨¢tica millones de datos de los ciudadanos, lo que supondr¨ªa haber incumplido la misi¨®n de protegerles que tienen encomendada por esos mismos ciudadanos; dos, que lo supieran pero que no hubieran hecho nada al respecto, lo que supondr¨ªa una grave quiebra en la confianza que los ciudadanos depositan en ellos.
Cada d¨ªa que pasa la segunda hip¨®tesis es m¨¢s plausible. ?Por qu¨¦? Porque, por lo que estamos viendo, parece que los servicios secretos europeos no solo son consumidores de esos datos, sino que tambi¨¦n han venido participando en su recolecci¨®n, colaborando directamente con EE UU en el pinchado de los cables submarinos y en la interceptaci¨®n de las comunicaciones mundiales. Sab¨ªamos que el Reino Unido, como parte de los Cinco Ojos, lo hac¨ªa, pero ahora parece que Espa?a y Francia tambi¨¦n lo han venido practicando.
El comunicado que la NSA hizo p¨²blico ayer es cristalino: la agencia garantiza que hace todo lo posible por "minimizar" la posibilidad de que en su trabajo se "busquen, recojan, procesen, exploten, retengan o diseminen" datos que afecten a la privacidad de "ciudadanos estadounidenses". N¨®tese la doble iron¨ªa de esta retah¨ªla: la primera, que la NSA intenta proteger la privacidad de sus ciudadanos pero no garantiza que siempre lo pueda conseguir (especialmente, suponemos, cuando sus datos salen de o entran en EE UU); la segunda es que el comunicado, al negarse a negar aquello de lo que se le est¨¢ acusando estos d¨ªas, confirma que respecto a los ciudadanos extranjeros su prop¨®sito podr¨ªa ser el exactamente inverso, es decir, el de "maximizar" la obtenci¨®n de datos y su almacenamiento.
Este comunicado debe ser le¨ªdo en paralelo con el que Google ha hecho p¨²blico a la luz de las revelaciones del Washington Post que se?alan que la NSA habr¨ªa logrado interceptar el tr¨¢fico de datos entre los servidores diseminados por todo el mundo que almacenan los datos de sus usuarios. El programa, denominado MUSCULAR en otra demonstraci¨®n del ambiente jovial por los muchos ¨¦xitos en la interceptaci¨®n que parece domina a la NSA, ha sido desarrollado en colaboraci¨®n con los socios del GCHQ brit¨¢nico, n¨®tese, si se quiere entender lo que est¨¢ ocurriendo, con un Estado miembro de la Uni¨®n Europea. En el comunicado, Google niega haber facilitado voluntariamente acceso a la NSA a sus servidores, confiesa estar preocupada desde hace mucho tiempo por esta posibilidad y hace p¨²blico que est¨¢ invirtiendo desde hace tiempo en mejorar la encriptaci¨®n de sus servidores. Este perro s¨ª que ladra.
Todo esto nos lleva a un escenario bastante c¨ªnico pero bastante probable: que los servicios secretos involucrados en este juego, incluyendo el CNI espa?ol, est¨¦n diciendo la verdad cuando dicen que act¨²an dentro de la ley y que no interceptan datos y comunicaciones de sus propios ciudadanos... pero que dejan que los dem¨¢s lo hagan y luego comparten la inteligencia obtenida de estos datos.
Para completar el puzle solo falta encajar la pieza que ha se?alado Jorge Dezcallar, exdirector del CNI espa?ol y exembajador en Washington, acerca del sentido de las explicaciones recabadas por el Gobierno espa?ol al embajador de EE UU: si al Gobierno, despu¨¦s de haber consultado con el CNI, no le consta que Espa?a haya sido espiada, ?de qu¨¦ pide explicaciones a Washington? Y si lo sab¨ªa, pero, como dice la NSA, no se espiaba a ciudadanos espa?oles, sino a extranjeros, ?por qu¨¦ las pide?
Todo esto explicar¨ªa por qu¨¦ este esc¨¢ndalo de las interceptaciones masivas se est¨¢ viniendo abajo como un sufl¨¦. Algunos optimistas han querido ver aqu¨ª un "momento Sputnik" para la Uni¨®n Europea: como le ocurri¨® a EE UU en 1957 cuando vieron que la URSS se les adelantaba en la carrera por el espacio, los europeos se pondr¨ªan ahora manos a la obra y comenzar¨ªan a dotarse de las leyes de protecci¨®n de datos, agencias de control e infraestructuras f¨ªsicas para garantizar la privacidad de sus ciudadanos. Y no les falta raz¨®n: para una Comisi¨®n y Parlamento Europeo que han perdido la confianza de la ciudadan¨ªa europea y que est¨¢n abocados a unas elecciones con un nivel de abstenci¨®n catastr¨®fico el a?o que viene, hay aqu¨ª una oportunidad de oro para reivindicar su utilidad. Pero no, parece que los Gobiernos europeos han descubierto que tienen m¨¢s que perder que ganar si entran en este juego. Como han demostrado los sofocos, idas y venidas y contradicciones de estos d¨ªas, este juego solo tiene dos resultados posibles: cara, pierdo yo; cruz, ganas t¨². As¨ª que si se mueven, no lo har¨¢n por voluntad propia sino por la presi¨®n de las empresas y de la ciudadan¨ªa europea.
S¨ªgueme en @jitorreblanca y en el blog Caf¨¦ Steiner
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