Maduro crea un supraorganismo que controlar¨¢ la entrega de divisas

La respuesta ha sido la que se anticipaba. Nada de relajar los controles sobre la econom¨ªa o de iniciar una reforma fiscal. El Gobierno del presidente Nicol¨¢s Maduro insiste en ¡°construir un nuevo orden econ¨®mico para dirigir la transici¨®n al socialismo¡±. En la pr¨¢ctica, eso significa el incremento de la fiscalizaci¨®n y la creaci¨®n de nuevas estructuras que aplaquen la voracidad ciudadana por capturar el subsidio a los d¨®lares que ofrece desde 2003 el Estado venezolano.

Maduro anunci¨® el nacimiento del Centro Nacional de Comercio Exterior, que en lo sucesivo coordinar¨¢ a todos aquellos entes oficiales y mecanismos que entregaban d¨®lares, como Cadivi y Sicad. Asimismo, el mandatario ha anunciado este mi¨¦rcoles la creaci¨®n de un Presupuesto Nacional de Divisas. Sin dar muchos detalles sobre c¨®mo funcionar¨¢, las palabras del jefe de Estado permiten intuir el procedimiento: ahora los interesados deber¨¢n presentar al Gobierno el monto que desean recibir y ¨¦ste determinar¨¢ cu¨¢nto y de qu¨¦ manera se lo entrega. ¡°Vamos a colocar todas las necesidades y nos van a sobrar divisas¡±, ha dicho.

Con estas medidas, el Gobierno pretende ajustar y fijar los precios a todos los productos y no dejarlos al arbitrio de la libre oferta y demanda. El Ejecutivo est¨¢ alarmado por el aumento de los bienes no controlados, cuyos precios se fijan tomando como referencia la cotizaci¨®n del d¨®lar en el mercado negro, que multiplica por 9 el valor de la divisa controlada (6.3 bol¨ªvares por d¨®lar). Al respecto, Maduro dice haber detectado que, en promedio, los importadores piden 30% m¨¢s de lo que necesitan. Es una pr¨¢ctica muy extendida en el pa¨ªs debido a los retrasos en la liquidaci¨®n de las peticiones y a la costumbre de alimentar al mercado negro con lo que no se usa para pagar las importaciones. Ning¨²n negocio da tanta utilidad en tan poco tiempo.

Con el Presupuesto Nacional en Divisas el Gobierno piensa que, si recibe los requerimientos de los importadores y estudia cada caso, podr¨ªa evitar la tendencia a sobrefacturar. Algunos analistas que comentaron las medidas en la televisi¨®n y las redes sociales afirmaron, en cambio, que esta decisi¨®n podr¨ªa representar un nuevo obst¨¢culo para que fluyan las divisas y otra manera de alimentar el mercado negro de d¨®lares, justo lo que el Gobierno quiere evitar.

¡°Es como la discusi¨®n de un contrato colectivo¡±, resume el profesor de la Universidad Central de Venezuela Jos¨¦ Guerra. ¡°Los empleados piden 90% de aumento y el patrono s¨®lo 10%. Uno sobreestima y el otro subestima¡±, explica. Cada empresa o particular anotar¨¢ sus requerimientos en el presupuesto nacional en divisas y el Gobierno decidir¨¢ cu¨¢nto entregarle. ¡°Esto va para m¨¢s escasez¡±, agrega.

Guerra recuerda que en el gobierno del socialdem¨®crata Jaime Lusinchi (1984-1989), que tambi¨¦n gobern¨® con control de cambios, tambi¨¦n se aplic¨® un presupuesto nacional en divisas. Fue en el ¨²ltimo a?o de aquella administraci¨®n que termin¨® por dejar a la econom¨ªa en estado de coma. Al a?o siguiente, el nuevo presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez inici¨® un fuerte ajuste siguiendo la cl¨¢sica receta del Fondo Monetario Internacional. Tres semanas despu¨¦s, el 27 de febrero de 1989, se produjeron des¨®rdenes y saqueos en el ¨¢rea metropolitana de Caracas que culminaron con decenas de muertos y heridos. El chavismo ha querido convertir los disturbios de ese a?o en una de sus fechas fundacionales.

Los nuevos organismos estar¨¢n a cargo de la Vicepresidencia del ?rea econ¨®mica, la cual maneja el ministro de Petr¨®leo, Rafael Ram¨ªrez, quien durante la alocuci¨®n indic¨® que se revisar¨¢ el registro de las empresas que est¨¢n recibiendo divisas. Ram¨ªrez es parte del ala m¨¢s radical del Gobierno, que ha maniobrado hasta convencer a Maduro de que no es necesario dar un golpe de tim¨®n para enderezar el rumbo de la econom¨ªa. Esa cosmovisi¨®n atribuye todos los males nacionales a una confabulaci¨®n de una entelequia llamada ¡°burgues¨ªa parasitaria¡±, que en ¨²ltima instancia pretenden derrocar a la llamada revoluci¨®n bolivariana.

Con una inflaci¨®n acumulada de 38,7% en lo que va de 2013 y un ¨ªndice de escasez que promedia 20%, el Gobierno de Maduro espera que estas medidas ayuden a disimular el salto que han dado esos indicadores durante su presidencia. Los economistas que le adversan no son tan optimistas. El pr¨®ximo 8 de diciembre, d¨ªa de las elecciones municipales y de la Lealtad con Ch¨¢vez, se pondr¨¢ a prueba si hay o no descontento con este estado de cosas.