34 a?os de legislaci¨®n sancionadora contra Ir¨¢n
EE UU prev¨¦ mitigar varias medidas pese al malestar del Congreso El castigo de la comunidad internacional no ha persuadido a Teher¨¢n de abandonar su programa nuclear
Desde la crisis de los rehenes en 1979, Estados Unidos ha ido aprobando diferentes paquetes de sanciones contra Ir¨¢n cuyo rigor se ha endurecido en los ¨²ltimos dos a?os y medio conforme el Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica de Naciones Unidas (OIEA) y el Departamento de Defensa estadounidense alertaban de la expansi¨®n y las dimensiones del programa nuclear del pa¨ªs asi¨¢tico. Las medidas de castigo de EE UU, sumadas a las resoluciones de la ONU, y a las adoptadas por la Uni¨®n Europea y otras naciones como Jap¨®n, Corea del Sur, Canad¨¢ o Australia, han contribuido a ahogar econ¨®micamente al Gobierno iran¨ª, pero no han logrado el principal objetivo de disuadir al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s de continuar con su plan de enriquecimiento de uranio. Suavizar las sanciones a cambio de una suspensi¨®n temporal del programa nuclear iran¨ª, es el eje en torno al que giran las conversaciones de Ginebra de esta semana y la Casa Blanca se ha mostrado receptiva a un acuerdo en esos t¨¦rminos, pese al creciente malestar de los miembros del Congreso por lo que se considera una oferta prematura y sin suficientes garant¨ªas por parte de Teher¨¢n.
Desde 1987, con la Administraci¨®n Reagan, el Departamento del Tesoro ha ejecutado embargos y medidas contra Ir¨¢n
EE UU ha liderado a la comunidad internacional en el endurecimiento de las sanciones a Ir¨¢n para tratar de ahogar su sector financiero y energ¨¦tico -el petr¨®leo es su principal fuente de ingresos-. Desde 1987, con la Administraci¨®n Reagan, el Departamento del Tesoro ha ejecutado embargos y medidas, que incluyen desde la prohibici¨®n de la importaci¨®n de bienes y servicios iran¨ªes por valor de m¨¢s de 100 d¨®lares, la congelaci¨®n de activos de empresas iran¨ªes, hasta el veto de operaciones financieras y transacciones relacionadas con Ir¨¢n, aunque su origen y destino estuviera en otro pa¨ªs, pasando por la imposici¨®n de sanciones a las empresas nacionales y extranjeras que vendieran gasolina a Ir¨¢n o material para que pudiera refinar su petr¨®leo.
El presidente Barack Obama asegur¨® al firmar la ley que conten¨ªa esta ¨²ltima medida en 2010, que la disposici¨®n iba a ser ¡°una potente herramienta contra el desarrollo de armas qu¨ªmicas y el apoyo al terrorismo por parte de Ir¨¢n¡±. China y Rusia se opusieron a esta norma al considerar que obstaculizaba la v¨ªa diplom¨¢tica para lograr un acuerdo sobre el programa nuclear de Teher¨¢n. Ese mismo a?o, Obama, como ya hiciera su predecesor George Bush, renov¨® una orden ejecutiva -que no requiere aprobaci¨®n por parte del Congreso-, dictada por Bill Clinton que prohib¨ªa el comercio y las inversiones en Ir¨¢n. En esa l¨ªnea, el Gobierno incluy¨® en su lista negra las compa?¨ªas petroqu¨ªmicas.
Obama, como ya hiciera su predecesor George Bush, renov¨® una orden ejecutiva dictada por Bill Clinton que prohib¨ªa el comercio y las inversiones en Ir¨¢n
En noviembre de 2011, EE UU aprob¨® uno de los mayores paquetes sancionadores contra Ir¨¢n. El Congreso design¨® todo el sistema bancario y financiero iran¨ª como potencial financiador de actividades terroristas. Ese mes el presidente Barack Obama firm¨® una orden ejecutiva que impone importantes sanciones a las instituciones financieras extranjeras que realicen transacciones con el banco central iran¨ª, que el que controla la mayor¨ªa de los activos relacionados con el crudo en ese pa¨ªs, en un intento por limitar sus ingresos por petr¨®leo. Esta medida oblig¨® a terceros pa¨ªses a reducir sus importaciones de petr¨®leo a Ir¨¢n.
En mayo de 2013, Washington ampli¨® su lista negra de compa?¨ªas y servicios vetados por provenir o estar vinculados comercialmente con Ir¨¢n, incluyendo la industria del motor, de la miner¨ªa y de la construcci¨®n. Dos meses m¨¢s tarde, la C¨¢mara de Representantes aprob¨® un proyecto de ley que contempla una agravaci¨®n de las duras sanciones existentes. La disposici¨®n, aprobada por una abrumadora mayor¨ªa, prev¨¦ un aumento de los sectores de la econom¨ªa iran¨ª con los que mantener relaciones comerciales ser¨ªa objeto de sanci¨®n, limita todav¨ªa m¨¢s la capacidad de Ir¨¢n para acceder a fondos en el extranjero y pone, de facto, en jaque la la capacidad exportadora de crudo por parte de Teher¨¢n al establecer una reducci¨®n las ventas mundiales de petr¨®leo.
Suspicacia en el Congreso
La Casa Blanca ha logrado posponer el voto de esta legislaci¨®n en el Senado para evitar que pueda entorpecer las negociaciones sobre el programa nuclear iran¨ª de estos meses en Ginebra. El presidente tiene potestad, en virtud de las dispensas que se incluyen en las leyes que recogen sanciones a Ir¨¢n, para mitigar su rigor, algo que ya ha puesto en pr¨¢ctica los ¨²ltimos meses. A finales de mayo, atendiendo la petici¨®n de varios grupos de exiliados, relaj¨® la prohibici¨®n de las empresas estadounidenses para vender aparatos y tecnolog¨ªa a particulares iran¨ªes para garantizar ¡°la libre circulaci¨®n de informaci¨®n entre los ciudadanos israel¨ªes¡±. A finales de julio, el Departamento del Tesoro levant¨® el veto a la comercializaci¨®n de determinados tipos de medicamentos a Ir¨¢n.
El presidente tiene potestad, en virtud de las dispensas que se incluyen en las leyes que recogen sanciones a Ir¨¢n, para mitigar su rigor, algo que ya ha puesto en pr¨¢ctica los ¨²ltimos meses
La posibilidad de que Obama pueda suavizar algunas de las sanciones de EE UU a Ir¨¢n ha levantado las suspicacias de varios legisladores que ya se est¨¢n movilizando para tratar de restringir la capacidad del presidente para reducir el rigor de las medidas de castigo que ya est¨¢n en vigor. Esta semana, el l¨ªder de los republicanos en el comit¨¦ de Asuntos Exteriores del Senado, Bob Corker, ha anunciado que va a presentar una enmienda que impida al presidente hacer uso de las citadas dispensas legales salvo que ¡°Ir¨¢n acceda de manera fehaciente a hacer concesiones importantes en sus programas nuclear y de misiles y se adhiera a las resoluciones de Naciones Unidas relacionadas con los mismos¡±, se?al¨® el senador.
Corker podr¨ªa incluir esa enmienda en la Ley Nacional de Autorizaciones de Defensa, que va a comenzar a revisarle el 18 de noviembre y llegar¨ªa al Despacho Oval para ser ratificada a finales de a?o. El malestar de Corker es compartido por otros colegas, como el senador dem¨®crata y presidente del comit¨¦ de Asuntos Exteriores de la c¨¢mara Alta, Bob Men¨¦ndez, que aunque ha manifestado, en una carta firmada con otros colegas de ambos partidos, que no tendr¨ªa inconveniente en suspender la aplicaci¨®n de nuevas sanciones, se ha mostrado contrario a que la Casa Blanca revise y suspenda la aplicaci¨®n de las que ya est¨¢n en marcha.
El senador dem¨®crata, Bob Men¨¦ndez, aunque ha manifestado que no tendr¨ªa inconveniente en suspender la aplicaci¨®n de nuevas sanciones, se ha mostrado contrario a que la Casa Blanca revise y suspenda la aplicaci¨®n de las que ya est¨¢n en marcha
Aunque durante una comparecencia en el Senado, el secretario de Estado, John Kerry, pidi¨® al Congreso flexibilidad para permitir que la Administraci¨®n pueda llegar a un acuerdo con Ir¨¢n sobre su programa nuclear, sus miembros est¨¢n decididos a seguir imponiendo medidas de castigo. La renovaci¨®n de la Ley de No Proliferaci¨®n en Ir¨¢n, Corea del Norte e Ir¨¢n, que Bush firm¨® en 2005 y que se encuentra pendiente de debate en el Capitolio, prev¨¦ la prohibici¨®n de arribar en territorio estadounidense a todos los barcos que que hayan atracado recientemente en las costas iran¨ªes. El comit¨¦ de Asuntos Financieros del Senado est¨¢ preparando una legislaci¨®n que contiene sanciones y el senador republicano Mark Kirk presentar¨¢ otro paquete que contempla imponer una cuarentena el resto de los activos del gobierno iran¨ª que a¨²n no est¨¢n sujetos a sanciones. La disposici¨®n de Kirk s¨ª otorga la dispensa presidencial en el caso de que Teher¨¢n cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas.
Naciones Unidas y la Uni¨®n Europea
Desde 2010, la Uni¨®n Europea (UE) tambi¨¦n se ha sumado a las sanciones para poner fin al programa nuclear iran¨ª. Ese a?o, se prohibi¨® la transferencia y el env¨ªo de tecnolog¨ªa al sector petrolero, que ampli¨® en 2011 a la industria del gas. Desde entonces, ha adoptado otras medidas para limitar los intercambios comerciales y prohibir las actividad de varios bancos iran¨ªes. Bruselas tambi¨¦n tiene su lista negra con individuos, empresas, bancos y organizaciones que operan o tienen relaciones con el pa¨ªs asi¨¢tico y proh¨ªbe su entrada a la Uni¨®n de aquellos relacionados con su programa nuclear. En 2012, congel¨® los activos del Banco Central de Ir¨¢n y prohibi¨® las operaci¨®n de importaci¨®n, exportaci¨®n y transporte de crudo iran¨ª y ha dejado de asegurar sus remesas de petr¨®leo.
El desigual cumplimiento de las sanciones, unido a la reticencia de Rusia y China han mitigado el impacto y la extensi¨®n de las resoluciones de la ONU
Otras naciones como Canad¨¢, Reino Unido, Corea del Sur, Jap¨®n y Australia tambi¨¦n han endurecido desde 2011 de manera unilateral las sanciones contra Ir¨¢n.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha debatido e impuesto sanciones a Ir¨¢n desde 2006, emitiendo hasta un total de seis resoluciones requiriendo el fin de su programa de uranio enriquecido para fines militares. En diciembre de ese a?o, sus miembros aprobaron la primera de cuatro con medidas de castigo que inclu¨ªan la prohibici¨®n de las exportaciones de material nuclear, misiles y tecnolog¨ªa de uso dual o la congelaci¨®n de activos de determinadas compa?¨ªas y bancos. La resoluci¨®n inclu¨ªa un llamamiento a la comunidad internacional para que suspendiera sus negocios con el pa¨ªs asi¨¢tico y autorizara la inspecci¨®n de los barcos fletados por Teher¨¢n.
En 2010, el Consejo de Seguridad emiti¨® otra resoluci¨®n que buscaba estrangular el poder comercial y econ¨®mico de la Guardia Revolucionaria iran¨ª y la industria naviera y el sector financiero del pa¨ªs. El desigual cumplimiento de las sanciones, unido a la reticencia de Rusia y China han mitigado el impacto y la extensi¨®n de las resoluciones de la ONU.
Ausencia de ¨¦xito
¡°Existe un consenso acerca de que ni las medidas de EE UU ni las de Naciones Unidas han logrado su objetivo de limitar el programa nuclear iran¨ª ¨²nicamente a fines pac¨ªficos¡±, se?ala Keneth Katzman, especialista en Oriente Pr¨®ximo, en su informe sobre las sanciones a Ir¨¢n para el Servicio de Investigaci¨®n del Congreso (CSR). La acumulaci¨®n de disposiciones de castigo, sin embargo han herido de muerte la econom¨ªa del pa¨ªs asi¨¢tico, y esa situaci¨®n es la que, para muchos legisladores y analistas estadounidenses, valida su mantenimiento, ya que, sostienen, es el estado insostenible de las finanzas del pa¨ªs la que ha llevado al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s a sentarse a la mesa de negociaciones obligando a cambiar su discurso desafiante del pasado.
Los analistas estadounidenses, citados en el informe del CRS, sugieren que Ir¨¢n podr¨ªa ajustarse al efecto de las sanciones y mitigar sus efectos con mayor celeridad y facilidad de la que muchos vaticinan
El informe del CSR cifra en 1,25 millones de barriles menos, las exportaciones de crudo de Ir¨¢n en este ¨²ltimo a?o, la mitad de los 2,5 millones de barriles diarios que exportaba de media en 2011, gracias al embrago en las ventas de la UE y de la decisi¨®n de otros pa¨ªses importadores de crudo iran¨ª de buscar otros proveedores ante el miedo a sufrir las sanciones de EE UU. La divisa iran¨ª se ha devaluado como consecuencia de la p¨¦rdida de ingresos por la venta de petr¨®leo y el aislamiento de su sistema financiero. La inflaci¨®n se ha disparado por encima del 50%.
En febrero de 2013, Mahmoud Ahmadineyad reconoci¨® que su presupuesto esta acorde con ¡°el dif¨ªcil a?o para la econom¨ªa¡±. Su sucesor, Rohan¨ª, reconoci¨® que la situaci¨®n del pa¨ªs estaba peor de lo que hab¨ªa reconocido la anterior Administraci¨®n. Los analistas estadounidenses, citados en el informe del CRS, sugieren que Ir¨¢n podr¨ªa ajustarse al efecto de las sanciones y mitigar sus efectos con mayor celeridad y facilidad de la que muchos vaticinan.
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