?Despolitizar el Mercosur?
El acuerdo sudamericano se encuentra empantanado en conflictos pol¨ªticos entre los mismos miembros que lo componen
El Mercosur naci¨® como un gran proyecto de integraci¨®n de Am¨¦rica del Sur. Su finalidad ¨²ltima era una integraci¨®n econ¨®mica de los pa¨ªses que lo compon¨ªan. Aquel proyecto hizo nacer el primer esbozo de ley que convirtiera el espa?ol en la segunda lengua de Brasil, ya que siendo el miembro de mayor peso, era el ¨²nico pa¨ªs del grupo que no hablaba la lengua de Am¨¦rica Latina.
Desde entonces, el Mercosur ha pasado por mil vicisitudes, unas m¨¢s gloriosas y otras menos. A veces, en estos ¨²ltimos a?os, ha dado la impresi¨®n de que se trataba de un enfermo al que los m¨¦dicos no consegu¨ªan hacer un diagn¨®stico acertado. Lo cierto es que, a pesar de todos los esfuerzos llevados a cabo, el Mercosur se encuentra empantanado en conflictos entre los mismos miembros que lo componen.
A principios de mes, en una reuni¨®n entre Argentina y Brasil, ¨¦ste ¨²ltimo reclam¨®, por ejemplo, que Argentina se hac¨ªa el remol¨®n en la elaboraci¨®n de la lista de productos que junto con los de Brasil, Paraguay y Uruguay deber¨¢n ser entregados a la Uni¨®n Europea, en un? intento de llegar a una colaboraci¨®n.
Despu¨¦s de 12 a?os de infinitas reuniones y discusiones, a¨²n no se ha conseguido llegar a un acuerdo de libre comercio entre los componentes del Mercosur. Desde que se inici¨® aquella aventura el mundo y el continente han cambiado. Pa¨ªses latinoamericanos como Colombia, M¨¦xico o Per¨² han sabido rubricar acuerdos comerciales importantes, por ejemplo, con los Estados Unidos que acabaron mostr¨¢ndose positivos. Tambi¨¦n Brasil ha cambiado y se ha abierto m¨¢s a otros mercados como los de Asia y ?frica
Mientras tanto, el Mercosur ha conseguido hacer acuerdos s¨®lo con Israel, Egipto y las Autoridades Palestinas. Podr¨ªamos preguntarnos cu¨¢l es la verdadera enfermedad que impide al Mercosur despegar con nuevos instrumentos y nuevos acuerdos para que sea capaz de responder a los desafios del momento en un mundo en plena transformaci¨®n incluso de alianzas globales.
Una respuesta- que podr¨ªa no ser la ¨²nica- la ha dado hoy en el diario O Globo, Rubens Barbosa, presidente del Consejo de Comercio Exterior de la Federaci¨®n de Industrias del Estado de S?o Paulo (Fiesp). Seg¨²n Barbosa, un fino analista de los procesos econ¨®micos brasile?os, lo que aqueja al Mercosur ser¨ªa su excesiva ¡°politizaci¨®n¡±. El Mercosur habr¨ªa acabado seg¨²n ¨¦l, olvid¨¢ndose de su objetivo fundacional que era el ¡°comercial¡± para transformarse m¨¢s bien en un ¡°foro de discusiones, debates y reflexiones pol¨ªticas y sociales¡±.
Lleva raz¨®n el experto en que la esencia del Mercosur era un acuerdo econ¨®mico, como lo fue en un principio el de la Uni¨®n Europea. Ello no imped¨ªa que se tratara tambi¨¦n de un acuerdo pol¨ªtico, ya que no es posible separar ambos aspectos como nos est¨¢ demostrando la crisis europea. El problema es d¨®nde se puso el acento y no cabe duda que lo que m¨¢s ha llamado la atenci¨®n en las cr¨®nicas del Mercosur en los ¨²ltimos a?os han sido sobretodo las discusiones y, a veces, hasta las divergencias pol¨ªticas.
Es posible que el Partido de los Trabajadores (PT) vuelva a ganar las elecciones el a?o pr¨®ximo. En ese caso, deber¨ªa recordarse que el Mercosur fue uno de los grandes desafios del expresidente Lula da Silva que coloc¨® a Brasil como el coraz¨®n del proyecto. Hoy, a 12 a?os de distancia, quiz¨¢s la nueva coyuntura mundial est¨¦ exigiendo una reestructuraci¨®n a fondo de aquel proyecto esperanzador llamado a integrar el sur del continente. La papeleta le va a tocar esta vez a la mandataria Dilma Rousseff si fuera reelegida.
No se tratar¨ªa s¨®lo de retoques. El Mercosur, seg¨²n el parecer de no pocos analistas pol¨ªticos, est¨¢ agonizando y podr¨ªa acabar perdi¨¦ndose en excesivas discusiones pol¨¬ticas. El proyecto necesita ser repensado, y como en todas las transformaciones, no existe mejor medicina que volver a las ra¨ªces. Y el Mercosur naci¨® para unir e integrar econ¨®micamente a Am¨¦rica del Sur y desde all¨ª, quiz¨¢s a otras geograf¨ªas latinoamericanas. Olvidarse de dichas ra¨ªces podr¨ªa significar vaciar de sentido y contenido aquel proyecto que est¨¢ enfermo, pero no muerto.
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