Un a?o de cauta esperanza en Colombia
El proceso de paz avanza entre amenazas hacia el punto clave del futuro penal de las FARC
![La mesa de negociación de las FARC con el Gobierno colombiano.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/FY2NQF463ZCXYBOMQDTIX2HJPM.jpg?auth=d6729036764a59b88f4b748f19805ba25f6a8e7f24b5768e9c18d5beaee54204&width=414)
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, consideraba que un a?o de negociaci¨®n, o incluso menos, ser¨ªa suficiente para llegar a un acuerdo con la guerrilla de las FARC, la m¨¢s numerosa y antigua de Am¨¦rica Latina, en guerra contra el Estado desde hace 50 a?os. Pero las cuentas del mandatario fueron demasiado optimistas. El aniversario se cumple el martes. Gobierno y guerrilleros cerraron una agenda previa de negociaci¨®n de seis puntos, de los que solo se han logrado en este tiempo acordar dos, y de manera parcial. Est¨¢n a¨²n sin tocar algunos de los asuntos m¨¢s espinosos y, adem¨¢s, unas elecciones dentro de siete meses que, visto el ritmo de negociaci¨®n, parece dif¨ªcil eludir el solapamiento. A pesar de las incertidumbres que quedan por superar, lo logrado significa, en palabras de los negociadores, una apertura democr¨¢tica que allana el camino de la paz despu¨¦s del conflicto.
Una de las premisas de estas negociaciones fue que no se conocer¨ªa el detalle de lo pactado hasta que no hubiera un acuerdo final. No se contemplan acuerdos parciales. Los dos puntos superados hasta ahora son, primero, un pacto de desarrollo agrario; y el segundo, anunciado hace 10 d¨ªas, la aceptaci¨®n de una futura participaci¨®n de las FARC en pol¨ªtica una vez desmovilizados. El acuerdo se centra en las garant¨ªas a los guerrilleros para ejercer la oposici¨®n. Hace 30 a?os, miles de militantes del partido que acogi¨® a guerrilleros desmovilizados en una negociaci¨®n con el Gobierno fueron asesinados.
Los colombiano se oponen a que las FARC entren en pol¨ªtica
El anuncio del acuerdo de participaci¨®n pol¨ªtica logr¨® darle un respiro al proceso dentro de la opini¨®n p¨²blica. Ahora s¨ª, la clase pol¨ªtica ?a excepci¨®n de la oposici¨®n del expresidente ?lvaro Uribe? piensa que las negociaciones han llegado un punto en el que no hay vuelta atr¨¢s, demostrando que hay voluntad de paz y que aquella expresi¨®n de ?"conversaciones ininterrumpidas"? va en serio. En cuesti¨®n de d¨ªas, el pa¨ªs se contagi¨® de un moderado optimismo, que incluso le vali¨® a Santos recomponer algo su imagen maltrecha.
Los negociadores han dejado para m¨¢s adelante algo tan espinoso como ?"las condiciones particulares"? para el nuevo movimiento que surja si las FARC dejan las armas. Entre otras cosas, est¨¢ por definir si los jefes guerrilleros podr¨¢n participar en pol¨ªtica, una discusi¨®n que tendr¨¢ que definirse a la luz de la justicia.
La otra premisa importante de estas negociaciones era que no habr¨ªa alto el fuego. Las FARC han seguido atentando y el Gobierno ha atacado sus filas con intensidad. Ahora, esta circunstancia puede afectar a la negociaci¨®n. Esta semana, cuando el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinz¨®n, desvel¨® un supuesto plan de las FARC para atentar contra el expresidente ?lvaro Uribe, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, afirm¨® que ?"un atentado de esa naturaleza destruir¨ªa la viabilidad del proceso"?. En eso coincide Le¨®n Valencia, columnista de la revista Semana: ?"El proceso es irreversible en la din¨¢mica de la mesa de negociaci¨®n, pero lo que puede echarlo para atr¨¢s es que suceda algo catastr¨®fico?". Incluso, este episodio ha puesto en duda la unidad que tienen las FARC frente a la paz.
Camilo Gonz¨¢lez Posso, director del Instituto de Estudios para el desarrollo y la paz, Indepaz, afirma que las FARC nunca hab¨ªan mostrado una actitud de negociaci¨®n como la que se ha visto ahora. ?"Eso no quiere decir que vayan a ceder en todas sus pretensiones, pero es evidente que su estrategia es la negociaci¨®n?".
Los negociadores de la delegaci¨®n del Gobierno y de las FARC se sientan de nuevo este lunes a hablar. Sobre la mesa, el tercer punto, la lucha contra el narcotr¨¢fico. Se discutir¨¢n posibles acuerdos en programas de sustituci¨®n de cultivos, prevenci¨®n del consumo y el narcotr¨¢fico. La sustituci¨®n de cultivos es un tema en el que el n¨²mero uno de las FARC, Timole¨®n Jim¨¦nez, alias Timochenko, asegur¨® hace pocos d¨ªas, que las FARC van a contribuir. ?"Incluidos programas de prevenci¨®n del consumo y salud p¨²blica, que podr¨ªan contemplar su legalizaci¨®n"?, dijo en una de sus p¨¢ginas web.
Nadie espera, sin embargo, que las FARC reconozcan que tienen v¨ªnculos con el narcotr¨¢fico. Esta guerrilla insiste en que su relaci¨®n con el narcotr¨¢fico se limita a cobrar lo que ellos llaman un "?impuesto"? en las zonas donde se produce.
Ricardo Vargas, experto en el asunto de las drogas, es esc¨¦ptico sobre lo que se puede lograr en este punto. "?No veo elementos de juicio, ni del Gobierno ni de las FARC, para decir que van a abordar el tema en toda su complejidad"?. Vargas explica que las FARC controlan territorios que tienen una producci¨®n importante, donde adem¨¢s hay laboratorios de procesamiento de coca¨ªna, rutas de salida y control de contrabando.
Pero el problema de las drogas no es el que m¨¢s preocupa de los puntos que faltan. El verdadero nudo gordiano de estas conversaciones es la justicia: cu¨¢nto castigo est¨¢n dispuestos a aceptar los guerrilleros por d¨¦cadas de cr¨ªmenes.
"Un atentado destruir¨ªa el proceso", dijo el jefe negociador oficial
Los analistas coinciden en que un pacto de este tipo coloca a Colombia definitivamente a las puertas de la paz. ?"Ese es el nudo de toda esta negociaci¨®n, si va a ver c¨¢rcel, si va haber beneficios penales, si solo se va a juzgar a la guerrilla o si tambi¨¦n se juzgar¨¢ a otros que hayan formado parte del conflicto [civiles y militares]"?, opina Gonz¨¢lez Posso. El Gobierno, por su parte, ha insistido en que se guiar¨¢n por las normas internacionales. ?"El bal¨®n, en materia de justicia y v¨ªctimas, est¨¢ en el terreno de las FARC. La pregunta no es qu¨¦ puede ofrecer el Estado colombiano en esa cuesti¨®n? es c¨®mo las FARC asumen el problema de las v¨ªctimas, la reparaci¨®n, la verdad y la garant¨ªa de no repetici¨®n?", asegur¨® esta semana De la Calle, el jefe negociador del Gobierno. ?"?Qu¨¦ tipo de justicia transitoria se va a acordar? ?El tema de c¨¢rcel lo van a obviar y buscar penas alternativas? Eso es clave porque es el punto que permitir¨ªa la participaci¨®n pol¨ªtica de las FARC"?, dice Valencia.
Este es el asunto que m¨¢s debate genera en Colombia. La oposici¨®n uribista, a la que se suma el fiscal general, Alejandro Ord¨®?ez, basan sus cr¨ªticas en que el final de este proceso puede ser una impunidad inasumible. Para Ord¨®?ez, la c¨²pula de la guerrilla tiene que pagar por sus cr¨ªmenes y esto los inhabilita para participar en pol¨ªtica. La ¨²nica forma de que la mayor¨ªa de los colombianos venzan su resistencia a que las FARC entren en pol¨ªtica es que las negociaciones sigan arrojando acuerdos, paso a paso.
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