El crimen marca las urnas en Honduras
El uso de la fuerza militar para luchar contra las maras enfrenta a los candidatos para las presidenciales del domingo
El sonido abrupto de los disparos compone una banda sonora macabra en las periferias de las ciudades hondure?as. Se escuchan a la hora del almuerzo, al anochecer, en la madrugada. El pasado mi¨¦rcoles sonaron hasta 45 a las tres de la tarde. Cuarenta y cinco balas para acabar con la vida tres chicos ¡ªde 19, 20 y 24 a?os¡ª que conversaban sentados en una de las calles de tierra de Comayag¨¹ela, un suburbio de la capital hondure?a. Son solo tres de las 20 personas que fallecen al d¨ªa en un pa¨ªs con apenas 8,2 millones de habitantes. Los seis asesinos llegaron en tres motocicletas a plena luz del d¨ªa y cara descubierta y dispararon con armas recortadas. La polic¨ªa y los militares, que operan juntos en muchas partes del pa¨ªs, llegaron al lugar del crimen cuando ya era demasiado tarde y solo confirmaron el nombre de los fallecidos y que uno de ellos ten¨ªa antecedentes penales. En el barrio contiguo un destacamento de la reci¨¦n estrenada polic¨ªa militar eleva el nivel de alerta.
La polic¨ªa militar es un cuerpo de soldados dependiente de las Fuerzas Armadas al que se le ha dado formaci¨®n civil para ejercer labores de polic¨ªa. Cargan armas de gran calibre ¡ªM16 de EE UU y Tavor israel¨ªes¡ª y visten uniforme moteado. Solo la palabra polic¨ªa, agregada al antebrazo izquierdo, les distingue de los militares. Se estrenaron en octubre con mil efectivos y son la bandera electoral del candidato oficialista, el expresidente del Congreso Juan Orlando Hern¨¢ndez, del derechista Partido Nacional, que quiere ampliar la fuerza a 5.000. La propuesta no es cosa menor en un pa¨ªs donde hasta los a?os noventa toda la polic¨ªa en su conjunto formaba parte del Ej¨¦rcito y todav¨ªa ahora la Constituci¨®n otorga a los militares la vigilancia de las elecciones, al darles la custodia del material electoral, las urnas y las mesas de votaci¨®n. Adem¨¢s, la formaci¨®n castrense ha ampliado su participaci¨®n en pol¨ªtica desde que fuera el brazo ejecutor del golpe de Estado en 2009 .
¡°?D¨®nde quieren a los militares, en los cuarteles o en las calles?¡±, clama Hern¨¢ndez en sus actos de campa?a. ¡°?En las calles!¡± gritaba la multitud enardecida en un mitin en la misma Comayag¨¹ela apenas tres d¨ªas antes del triple asesinato. Los reservistas del Ej¨¦rcito le acompa?aban en el evento.
En uno de los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo, con una tasa de 85.5 homicidios por cada 100.000 habitantes, el combate a la delincuencia se ha vuelto una baza electoral. Durante el gobierno actual, tambi¨¦n del Partido Nacional, el pa¨ªs ha quedado sumido en una espiral de violencia donde se mezcla la delincuencia de pandillas con la guerra entre carteles por controlar uno de los puntos estrat¨¦gicos de la ruta del narcotr¨¢fico, las diversas actividades del crimen organizado ¡ªsecuestros, extorsiones, robo forestal¡ª y una polic¨ªa con procesos judiciales por corrupci¨®n, ejecuciones extrajudiciales y v¨ªnculos con el narcotr¨¢fico.
Ante este panorama, el candidato oficialista promete mano dura. ¡°Har¨¦ lo que tenga que hacer para erradicar la delincuencia¡±, repite una y otra vez. Ante la pregunta de qu¨¦ significa esa frase, respondi¨® que ¡°los hondure?os saben lo que significa¡± y no quiso dar m¨¢s detalles. ¡°Es una expresi¨®n muy irresponsable, quiere decir que si lo que tengo que hacer va en contra de la ley, lo voy a hacer, refleja voluntad autoritaria¡±, explica V¨ªctor Meza, uno de los intelectuales m¨¢s respetados del pa¨ªs.
Meza es miembro de la Comisi¨®n de reforma de seguridad p¨²blica, un comit¨¦ de expertos convocado por el Congreso para proponer un nuevo modelo policial. La Comisi¨®n propuso a los candidatos firmar un pacto por la seguridad en la que, entre otras medidas, se comprometen a crear una nueva polic¨ªa civil, cercana a la poblaci¨®n, transparente y respetuosa de los derechos humanos. Hern¨¢ndez fue el ¨²nico de los nueve candidatos que no firm¨®. Su principal rival en las elecciones del pr¨®ximo domingo es Xiomara Castro, la esposa Manuel Zelaya ¡ªel presidente derrocado en el golpe de Estado de 2009¡ª, y candidata del nuevo partido LIBRE. Promete sacar a los militares de las tareas de seguridad p¨²blica y establecer una polic¨ªa comunitaria. Ambos est¨¢n empatados en las encuestas, as¨ª que la polic¨ªa militar podr¨ªa ser determinante de la victoria de una u otro el pr¨®ximo domingo.
¡°Las grandes transacciones de la droga no se dan en los barrios marginales. Entonces la polic¨ªa militar lo ¨²nico que hace es incentivar el nivel de violencia. Llega con blindados, con ametralladoras para hacer operaciones policiales de rutina. ?A qui¨¦n se est¨¢ victimizando ah¨ª? A la comunidad misma. Como no hay una presencia del Estado 24 horas en esos lugares bajo control de los grupos criminales, cuando se retira el operativo militar las condiciones siguen siendo igual. Las bandas criminales han ido llegando sin prisa pero sin pausa, y ahora viven en las barriadas 24 horas al d¨ªa los 365 d¨ªas del a?o, mientras que el Estado llega y se va y pretende combatir violencia con violencia¡±, explica Arabeska S¨¢nchez, coordinadora de seguridad del Observatorio de la Violencia.
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