La prohibici¨®n de las corridas de toros sobrevuela otra vez la Plaza M¨¦xico
Diputados del DF intentan reactivar una iniciativa bloqueada sobre la abolici¨®n de la fiesta brava en la capital del pa¨ªs
En el sal¨®n de actos de la asociaci¨®n nacional de matadores de toros y novillos del DF se representa una obra de teatro del catal¨¢n Albert Boadella. Un toro explica en el escenario lo que sufre durante una corrida, la tristeza que lo invade. Despu¨¦s un torero replica que eso es arte y que el morlaco no tiene esa clase de pensamientos. No es m¨¢s que una invenci¨®n de Walt Disney el hecho de humanizar a los animales. "Ni ellos nos van a convencer a nosotros ni nosotros a ellos. Eso me qued¨® claro viendo la representaci¨®n. Solo se trata de a ver qui¨¦n gana la batalla en la Ciudad de M¨¦xico", concluye el exmatador mexicano Antonio Urrutia.
La propuesta de abolir la fiesta lleva estancada m¨¢s de un a?o en la Asamblea de la ciudad pero el empuje de varios diputados ha alertado una vez m¨¢s a los taurinos. El legislador Jorge Gavi?o acaba de tramitar una excitativa, una petici¨®n urgente a las comisiones que est¨¢n debatiendo el asunto, para que se agilice el proceso: "Estamos empujando el tema, hay un gran consenso. Hay una mayor¨ªa absoluta de diputados que quiere abolir la tauromaquia. 34 de 66, o sea mayor¨ªa absoluta, hemos firmado para que el debate se vuelva a abrir".
Los legisladores de esta iniciativa pretenden modificar la ley de maltrato animal del DF que, cuando fue aprobada en 2002, exclu¨ªa las corridas de toros, las peleas de gallos y la charrer¨ªa, un espect¨¢culo en el que un jinete atrapa con el lazo y derriba a una yegua o una vaca. Lo han intentado en otras ocasiones, la ¨²ltima vez durante la pasada legislatura, pero el tema resulta muy pol¨¦mico. Las corridas fueron prohibidas por el presidente Benito Ju¨¢rez en 1867 y se vivi¨® otra ¨¦poca prohibicionista, entre 1914 y 1920, impulsada por Venustiano Carranza. Un sobrino nieto de este ¨²ltimo, Manolo Mart¨ªnez, El Mand¨®n, acab¨® siendo a?os despu¨¦s un torero de relumbr¨®n. Pese a todos estos obst¨¢culos pol¨ªticos, M¨¦xico es uno de los pa¨ªses m¨¢s importantes en el mundo del toreo. La plaza M¨¦xico es la m¨¢s grande que existe en cuanto a aforo (41.000 espectadores) y faenar en su coso supone simb¨®licamente la consagraci¨®n de los grandes matadores.
"Desde la llegada de los espa?oles hay tres cosas que sobreviven: el idioma, la religi¨®n y los toros. Es tradici¨®n, es cultura", enumera Urrutia, presidente de la asociaci¨®n de matadores. El antiguo torero considera que el debate lo suelen despertar pol¨ªticos de bajo perfil que buscan destacar. "Es un tema muy amarillista, muy chicharronero. En realidad no hay amenaza de ning¨²n tipo", conviene. Su labor de cabildeo en conjunto con la de ganaderos y empresarios se intensifica en periodos en los que vuelve a surgir el debate, como ocurre en estos momentos. En el estado de Sonora, al noreste, y en la ciudad de Durango la prohibici¨®n ya es una realidad.
Los apoyos con los que cuenta el diputado Gavi?o, reflejados en un escrito, sirven para exigir a las comisiones, en este caso la de medio ambiente y la de administraci¨®n p¨²blica, que emitan una resoluci¨®n pero en ning¨²n caso son vinculantes. Es pr¨¢ctica com¨²n entre los legisladores capitalinos intercambiar firmas entre unos y otros sin que eso signifique un apoyo expreso a la hora de la votaci¨®n en la C¨¢mara. Gavi?o, del partido Nueva Alianza, fue abucheado por otros colegas, entre ellos el perredista (izquierda) Daniel Hern¨¢ndez, cuando expuso el tema en la Asamblea pero ¨¦l cree que detr¨¢s de ese rechazo solo se esconden los intereses econ¨®micos de la industria del toro. "Hay mucho dinero en juego, de ah¨ª que sea un asunto tan espinoso. La iniciativa est¨¢ en la nevera y de ah¨ª la estamos intentando sacar. No es f¨¢cil", dice. De todos modos, el diputado dice estar dispuesto a dialogar con los empresarios y destinar partidas presupuestarias para paliar la crisis que supondr¨ªa para el sector el cierre de las plazas.
El conflicto se ha reavivado en plena temporada grande en la Monumental. Los ganaderos creen que se trata tambi¨¦n de un movimiento oportunista. "Con la inseguridad que hay en el pa¨ªs, que quieran quitar fuentes de trabajo se me hace m¨¢s all¨¢ de lo rid¨ªculo", conviene Alejandro Mart¨ªnez Vertiz, un matador que ha destacado en el mundillo por costearse ¨¦l mismo la carrera, por lo que hace las veces de matador y empresario. Posee una importante ganader¨ªa familiar, reconocida en las revistas especializadas del sector.
Los antitaurinos mexicanos se fijan en Catalu?a. El Gobierno de esa regi¨®n espa?ola prohibi¨® las corridas en 2010 y, seg¨²n sus informes, el empleo perdido por el cierre de la industria taurina fue reemplazado, y con creces, por el turismo que atrajo la decisi¨®n. La plaza es ahora un centro comercial. Jordi Portababella i Calvete, presidente de la Comisi¨®n de Cultura catalana, le hizo llegar estos datos por carta a los diputados defe?os. Hanna Hur¨ª, portavoz Movimiento Consciencia, encuadra el asunto como un problema estructural de la sociedad: "En un pa¨ªs hundido en la transgresi¨®n y criminalidad como lo es M¨¦xico, ?es coherente mantener y fomentar estas pr¨¢cticas que adem¨¢s de su barbarie impl¨ªcita, generan malestar y divisi¨®n social?". Su asociaci¨®n se mantiene en continuo contacto con los diputados que apoyan su causa y mediante actividades tratan de inculcar en la gente el rechazo al maltrato animal.
Llegados a este punto de desencuentro, unos y otros se acusan de lo mismo. De salvajismo. El extorero Urrutia recuerda que grupos ecologistas intentaron quemar los corrales de La Patatera, la plaza de Colima. Esa tarde le rayaron la camioneta y le rompieron los vidrios. Los defensores de los animales argumentan que solo ocho pa¨ªses de las Naciones Unidas consienten la fiesta brava, y no en todo su territorio. Tambi¨¦n que el DF, una ciudad con leyes vanguardistas como el aborto y el matrimonio homosexual, no puede consentir esa barbarie. El toro, representado por activistas, y el torero, figura que encuadra a ganaderos y aficionados, contin¨²an su eterno debate en la Ciudad de M¨¦xico.
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