Argelia acepta que la justicia francesa investigue una matanza de su guerra civil

A¨²n queda mucho para esclarecerlo, pero el juez instructor antiterrorista franc¨¦s Marc Tr¨¦vidic, ha abierto una brecha para indagar sobre uno de los episodios m¨¢s brutales y misteriosos de la guerra civil que vivi¨® Argelia en la d¨¦cada de los noventa y que caus¨® cerca de 200.000 muertos.

En la noche del 26 al 27 de marzo de 1996 fueron secuestrados siete monjes cistercienses franceses en el aislado monasterio de Tib¨¦hirine, cerca de Medea, en el noroeste del pa¨ªs. Un comunicado de los Grupos Islamistas Armados (GIA) reivindic¨® su apresamiento y, en mayo de ese a?o, su ejecuci¨®n. Solo aparecieron sus cabezas en una carretera de monta?a.

La versi¨®n oficial argelina achaca la muerte al grupo terrorista que los secuestr¨®. Los detractores del Ej¨¦rcito argelino, entre los que figuran un par de sus exoficiales, y el antiguo obispo de Or¨¢n, Pierre Claverie, sospecharon m¨¢s bien que el golpe terrorista fue obra de los servicios secretos argelinos que quer¨ªan acabar de desacreditar a los islamistas radicales.

El exagregado castrense franc¨¦s en Argel, el general Fran?ois Buchwalter, brind¨® en 2009 una tercera versi¨®n ¡ªque le proporcion¨® un militar argelino¡ª que ahora ha cobrado peso.

Los helicopteros del Ej¨¦rcito divisaron en 1996, seg¨²n Buchwalter, un peque?o campamento en una zona de guerra de la que los civiles hab¨ªan huido. Convencidos de que all¨ª se alojaban miembros del GIA les dispararon matando a los monjes y a sus cancerberos.

Por esa raz¨®n solo aparecieron las cabezas de los frailes. Hab¨ªa que esconder sus cuerpos acribillados de balas disparados por las metralletas del Ej¨¦rcito.

El presidente Fran?ois Hollande evoc¨® este asunto, en diciembre de 2012 en Argel, con su hom¨®logo argelino, Abdelaziz Buteflika. Once meses despu¨¦s el juez Tr¨¦vidic, que lleva a?os investigando la matanza, ha sido autorizado a viajar a Argelia.

Tras dos d¨ªas de estancia ¡ªayer regres¨® a Par¨ªs¡ª ha conseguido el compromiso de que las cabezas de los monjes sean sometidas a autopsia, a finales de febrero, por m¨¦dicos franceses. Aunque han sido limpiadas de la sangre y de la tierra en la que fueron depositadas, los expertos creen que se podr¨¢ al menos averiguar si fueron decapitados antes o despu¨¦s de morir. El dato es clave.

Tr¨¦vidic no ha logrado, en cambio, algo que hubiese sido aun m¨¢s importante: poder interrogar a una veintena de testigos argelinos incluido Amari Abdelrazak, apodado El Paraca, que fue n¨²mero dos de la organizaci¨®n terrorista y ahora est¨¢ encarcelado.

Ser¨¢ la Justicia argelina, que tambi¨¦n desarrolla su propia investigaci¨®n, la que los interrogue. Patrick Beaudoin, el abogado de la acusaci¨®n particular, lo ha lamentado.