Pe?a Nieto, entre las reformas y las inercias de M¨¦xico
El presidente ha logrado modificar leyes importantes, pero el pa¨ªs sigue acosado por el crimen y la econom¨ªa est¨¢ estancada
La agitaci¨®n de las horas previas a cumplirse el primer a?o de gobierno de Enrique Pe?a Nieto no podr¨ªa ser m¨¢s representativa de lo que han sido los primeros 12 meses de su presidencia. M¨¦xico llegar¨¢ al primero de diciembre con un in¨¦dito pu?ado de reformas legislativas de gran calado, pero tambi¨¦n con el lastre de una poblaci¨®n acosada por criminales y una econom¨ªa en estado vegetativo. El presidente que prometi¨® mover a M¨¦xico ha logrado, en efecto, reformar importantes leyes. Lo que falta sin embargo no es menor: hacer que las nuevas reglas transformen las inercias en un pa¨ªs donde no importa qui¨¦n gobierne o qu¨¦ se reforme, siempre ganan los mismos.
Enrique Pe?a Nieto regres¨® a la presidencia de la Rep¨²blica Mexicana al Partido Revolucionario Institucional (PRI, que gobern¨® M¨¦xico de 1929 a 2000). Con ese retorno, quedaron en el pasado las formas est¨¦riles e incluso locuaces de la primera administraci¨®n panista (Vicente Fox, 2000-2006), as¨ª como seis a?os de un gobierno (Felipe Calder¨®n, 2006-2012) que se atasc¨® entre una desordenada guerra al crimen organizado y un clima de encono pol¨ªtico que estanc¨® al pa¨ªs.
Porque el d¨ªa dos de su mandato, Pe?a Nieto sorprendi¨® a un pa¨ªs donde la palabra negociar est¨¢ mal vista, t¨¦rmino casi siempre emparentado aqu¨ª con traici¨®n. Ese d¨ªa firm¨® con los principales partidos de la oposici¨®n el Pacto por M¨¦xico, una ambiciosa agenda de 95 reformas que ten¨ªan plazos espec¨ªficos. A lo largo de los meses se supo que el acuerdo hab¨ªa sido una idea de la dirigencia actual del partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD, izquierda), acogida con gusto por el gobierno y a la que se sum¨® sin reservas Acci¨®n Nacional (PAN, derecha). Los pri¨ªstas, que durante doce a?os boicotearon en el Congreso a los gobiernos panistas, aprovecharon una renovada vocaci¨®n negociadora de la oposici¨®n. El gobierno de Pe?a Nieto hizo suyo de tal forma el acuerdo que en distintos momentos consintieron desplantes y nuevas demandas de PAN y PRD para procesar dentro del Pacto por M¨¦xico toda crisis surgida en otros ¨¢mbitos, como el electoral.
El presidente pri¨ªsta puede presumir que se ha convertido en el dinamo de un v¨¦rtigo reformado
Fue lo m¨¢s cercano a tener un gobierno de coalici¨®n en donde lo que ocurriese de d¨ªa, al calor de pugnas pol¨ªticas, era dejado de lado en las noches, cuando los partidos y el gobierno retomaban arduas negociaciones que dieron como fruto nuevas e importantes leyes en temas clave como la educaci¨®n y las telecomunicaciones. Nunca se discuti¨® tanto en privado, nunca se avanz¨® tan r¨¢pido en el congreso, marginado de muchas negociaciones. Aunque algunas de esas leyes han sido cuestionadas como insuficientes o imperfectas, se renovaron y reforzaron los ¨®rganos reguladores de la competencia y de las telecomunicaciones. Se aprobaron nuevas reglas para el fisco y la banca. Y se negoci¨® hasta el ¨²ltimo detalle una nueva iniciativa de reforma pol¨ªtico-electoral. PAN y PRD exigieron que ¨¦sta fuera aprobada como condici¨®n a la m¨¢s compleja de todas las reformas, la que eventualmente derribar¨¢ el discurso nacionalista cincelado diariamente durante los ¨²ltimos 75 a?os: que en el petr¨®leo los inversionistas privados no tienen cabida, menos a¨²n si son extranjeros.
El ator¨®n de ¨²ltimo minuto de la reforma pol¨ªtica, surgido el jueves de esta semana por el abandono del PRD de la negociaci¨®n con el argumento de que apenas aprueben esa ley el gobierno y el PAN aprobar¨¢n abrir a PEMEX a los inversionistas extranjeros, podr¨ªa romper la marcha perfecta que en el papel llevaba el Pacto por M¨¦xico, al que de cualquier manera ya pocos le ve¨ªan futuro: las dirigencias de los partidos de oposici¨®n se renovar¨¢n el primer trimestre de 2014, y los actuales liderazgos han resentido el desgaste de presiones de sus compa?eros, que han reclamado que Pe?a Nieto es el ¨²nico que podr¨¢ capitalizar pol¨ªticamente las reformas estructurales. El ambiente se calde¨®, y todo mundo se pregunta este fin de semana si el pacto est¨¢ muerto o solo en medio de una crisis m¨¢s.
Pero el relumbr¨®n del Pacto por M¨¦xico no ha paliado las deficiencias mostradas por el gobierno de Pe?a Nieto en dos temas claves para la poblaci¨®n. La crisis de inseguridad que el presidente hered¨® est¨¢ pr¨¢cticamente en los mismos t¨¦rminos que hace un a?o. El n¨²mero de homicidios es menor (el gobierno ha presumido que el decremento es de 20%, aun si eso fuera cierto, la tendencia a la baja inici¨® desde los ¨²ltimos meses de Calder¨®n), mas no ocurre lo mismo con otros delitos. 2013 ya es el a?o con m¨¢s la cifra alta de secuestros denunciados, casi 1.500, y diversos especialistas han alertado que la extorsi¨®n es un c¨¢ncer sin freno en muchas regiones del pa¨ªs.
Michoac¨¢n, el lugar donde en 2006 Calder¨®n inici¨® su guerra contra las bandas del narcotr¨¢fico, es hoy escenario de combates entre ciudadanos armados -que se llaman a s¨ª mismos autodefensas- y los integrantes del cartel de los Templarios. El gobierno estatal es irrelevante y la Federaci¨®n, en el mejor de los casos, un testigo de los enfrentamientos. Tamaulipas, al norte del pa¨ªs, sigue siendo, como desde 2005, el escenario de escaramuzas criminales de los c¨¢rteles y teatro de la indefensi¨®n de la ciudadan¨ªa. Mientras que estados como Tabasco, Morelos, Guerrero, Coahuila e incluso Nuevo Le¨®n han visto crecer el n¨²mero de secuestros y asaltos. El Distrito Federal, antes considerado un caso at¨ªpico en un pa¨ªs anegado de violencia, vio convertirse al 2013 en el lugar de secuestros masivos, aumento de homicidios y corrupci¨®n y abusos polic¨ªacos.
El actual gobierno ha prometido que la coordinaci¨®n entre las fuerzas armadas, la polic¨ªa y los Estados traer¨¢ la paz perdida en el sexenio anterior, pero la organizaci¨®n Human Rights Watch ha enviado esta semana una carta a Pe?a Nieto en la que concluye que dada la falta de resultados es imposible distinguir entre su estrategia anticrimen y la de su predecesor. El desencanto es mayor si se toma en cuenta que el PRI se aprovech¨® electoralmente de la creencia popular de que ellos s¨ª sab¨ªan como regresar al redil a los delincuentes.
La inseguridad est¨¢ casi en los mismos t¨¦rminos que hace un a?o
En contraste, el PAN entreg¨® una econom¨ªa de crecimiento moderado ¨Cmediocre, dicen otros¨C, mientras que en el primer a?o de Pe?a Nieto el PIB crecer¨¢ alrededor de 1,3%, es decir la tercera parte de lo que creci¨® en el ¨²ltimo a?o de Calder¨®n en la presidencia. Los analistas han acusado que el gobierno restringi¨® indebidamente el gasto p¨²blico y que aparte provoc¨® una crisis en el sector de la construcci¨®n, lo que aunado a que los empresarios detuvieron inversiones a la espera de las nuevas leyes, puso en la lona a las finanzas nacionales.
El presidente pri¨ªsta puede presumir que se ha convertido en el dinamo de un v¨¦rtigo reformador, pero su habilidad pol¨ªtica para administrar el cambio y su vocaci¨®n democr¨¢tica todav¨ªa est¨¢n en entredicho. Ha impulsado una nueva ley de transparencia, pero m¨¢s all¨¢ de que en varios momentos parec¨ªa que esa reforma ser¨ªa derrotada en el Congreso, la declaraci¨®n patrimonial de Pe?a Nieto es causa de mofa en diversos medios: en una ceremonia formal realizada en enero, dijo cu¨¢ntas propiedades ten¨ªa pero no dio detalles sobre c¨®mo fue posible que varias de ellas sean producto de ¡°donaciones¡± de personas cuya identidad se desconoce. Y tampoco es p¨²blico el monto al que asciende su patrimonio, fruto de alguien que s¨®lo se ha dedicado a la pol¨ªtica. Y dos prometidas leyes, anticorrupci¨®n y para regular el gasto gubernamental en medios, usado para castigar y premiar, est¨¢n congeladas.
El estilo de Pe?a Nieto incluye el haber decidido en febrero meter a la c¨¢rcel a la l¨ªder del magisterio Elba Esther Gordillo, un espectacular golpe al tablero cuyo precedente se remonta a 1989, cuando Carlos Salinas orden¨® la detenci¨®n del poderoso jefe del sindicato de los trabajadores petroleros Joaqu¨ªn Hern¨¢ndez Galicia, mejor conocido como La Quina. Pero igualmente, se le reclama al mandatario que m¨¢s all¨¢ de Gordillo y del exgobernador de Tabasco Andr¨¦s Granier, otros pol¨ªticos famosos por su derroche y enriquecimiento, como el sucesor de La Quina, el senador priista Carlos Romero Deschamps, gozan de la amistad del presidente.
De igual forma, el mandatario tolera en su equipo a personas que han protagonizado esc¨¢ndalos medi¨¢ticos. Como cuando en medio del desastre provocado en septiembre por las lluvias de las tormentas Manuel e Ingrid, se descubri¨® que el director del Fondo de Desastres Naturales, que con antelaci¨®n debe participar en la preparaci¨®n de una contingencia como la que azot¨® a Acapulco, estaba de paseo en Las Vegas. O el de Andr¨¦s Roemer, nombrado c¨®nsul en San Francisco, California, sin m¨¦ritos ni experiencia diplom¨¢tica, y al tiempo que se dedica a organizar foros y promover sus actividades en M¨¦xico.
Diciembre ser¨¢ el mes en que Pe?a Nieto libre la m¨¢s importante de sus batallas de este a?o. Enfrentar¨¢ a la izquierda en su intento de reformar la Constituci¨®n para abrir a Pemex a la inversi¨®n privada. La calle, el espacio favorito de su adversario Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, volver¨¢ a movilizarse este domingo contra la reforma energ¨¦tica. La capacidad de Pe?a Nieto para aprobar reformas est¨¢ demostrada. Que estas se conviertan en el factor de cambio para M¨¦xico, no. Romper las inercias es algo m¨¢s complicado. La falta de resultados de este gobierno en la econom¨ªa, la inseguridad y el combate a la corrupci¨®n, restar¨¢ fuerzas al presidente. Demostradas sus capacidades de negociaci¨®n, faltan por probarse sus habilidades para la ejecuci¨®n. En un solo a?o, el Congreso ya le dio mucho m¨¢s de lo que ning¨²n otro predecesor suyo pudo so?ar, pero entre la crisis de inseguridad y el pasmo econ¨®mico, los mexicanos no han notado nada de eso en doce meses. Ese es el momento que vive M¨¦xico, entre las promesas de las reformas y la fuerza de las inercias.
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