Portugal refuerza la supervisi¨®n de sus 950 kil¨®metros de costa

Varios pa¨ªses europeos dieron ayer pruebas de que quieren mejorar el control de sus fronteras. Nadie puede asegurar que tragedias como la de Lampedusa, isla italiana en la que hace dos meses se ahogaron m¨¢s de 300 personas, vaya a ser la ¨²ltima. Pero en el mismo d¨ªa en el que empez¨® a funcionar el sistema europeo para unificar la informaci¨®n de sus fronteras mar¨ªtimas y terrestres, Portugal present¨® un sistema para controlar mejor sus 950 kil¨®metros de costa, de f¨¢cil acceso desde el mar en su mayor parte.

El sistema europeo de vigilancia de fronteras Eurosur tiene por objetivo unificar la informaci¨®n que reciben los Estados. Los pa¨ªses que participen en Eurosur ¡ªa partir de ahora 18 miembros de la UE y Noruega; y otros 11 dentro de un a?o¡ª recibir¨¢n toda la informaci¨®n en tiempo real. De la UE solo se quedar¨¢n fuera Reino Unido e Irlanda, que no han firmado el Tratado de Schengen. Eurosur tambi¨¦n aspira a detectar antes las nuevas rutas de la inmigraci¨®n irregular y mejorar la cooperaci¨®n en la lucha contra el crimen organizado transfronterizo, incluido el narcotr¨¢fico, el contrabando y el tr¨¢fico de seres humanos.

De la UE solo se quedar¨¢n fuera Reino Unido e Irlanda

En ese marco, Portugal puede desde ayer vigilar mejor sus costas gracias a las nuevas c¨¢maras, radares y sensores capaces de descubrir, avistar y controlar, seg¨²n el Gobierno, cualquier tipo de embarcaci¨®n que se interne en las 24 millas n¨¢uticas de jurisdicci¨®n lusa. Este sistema, llevado a cabo por la empresa espa?ola Indra, ha sido puesto en marcha por quienes van a utilizarlo, esto es, los agentes de la Guardia Nacional Republicana, equivalente portugu¨¦s de la Guardia Civil. Era tiempo: desde 2009, la vigilancia de la costa portuguesa se ha llevado a cabo con patrullas y polic¨ªas desplazados a las playas, con un empleo masivo de agentes. Antes, exist¨ªa un sistema de radares y sensores que qued¨® desactivado, por resultar obsoleto, en 2009.

El dispositivo cuenta con tres ¨¢reas distintas: los denominados ¡°ojos¡±, esto es, 20 radares y c¨¢maras instaladas a lo largo de la costa, capaces de alcanzar con nitidez, de noche y de d¨ªa, cualquier barco que se adentre en las 24 millas n¨¢uticas. Hay tambi¨¦n ocho camiones equipados con c¨¢maras y radares cuya misi¨®n ser¨¢ situarse en lugares determinados que necesiten intervenci¨®n inmediata. El cerebro del dispositivo se encuentra en Lisboa. Ah¨ª, una treintena de agentes vigilan y analizan en pantallas de ordenador las im¨¢genes tomadas por las c¨¢maras. La tercera pata del sistema es la encargada de intervenir cuando se descubra un barco sospechoso.

El objetivo del dispositivo es, seg¨²n especific¨® el ministro del Interior portugu¨¦s, Miguel Macedo, la lucha contra la inmigraci¨®n ilegal, el contrabando, el narcotr¨¢fico, la pesca incontrolada y los delitos medioambientales, entre otros delitos.

El sistema, que ha costado 31 millones de euros, deb¨ªa estar en funcionamiento desde 2009. Pero una cadena de ¡°dificultades y problemas¡±, en palabras de Macedo, convirti¨® la instalaci¨®n de los 20 puntos fijos en un aut¨¦ntico ¡°calvario¡±: hubo veces en que el lugar ¨®ptimo para poner la c¨¢mara coincid¨ªa con un emplazamiento en el que ya hab¨ªa sensores militares; otras veces infring¨ªa la normativa medioambiental. ¡°Que conste que, por una vez en esta crisis, esto no se retras¨® por motivos financieros¡±, a?adi¨®, con cierta iron¨ªa Macedo.

Un vistazo a la pantalla de uno de los agentes pegados a las pantallas permit¨ªa ver ayer con toda claridad que el barco enfocado por la superc¨¢mara era un pesquero faenando cerca del Algarve. Por si acaso, el agente control¨® la matr¨ªcula del pesquero y si ten¨ªa permiso para estar donde estaba. En otra de las pantallas se ve¨ªan a dos ni?os jugando al f¨²tbol en una playa soleada.