Londres ataca la libre movilidad en la UE
Los pa¨ªses del Este reprochan a Reino Unido la hostilidad hacia sus ciudadanos
El rechazo de Reino Unido a las grandes se?as de identidad de la UE ha llegado hasta la esencia misma del proyecto comunitario: la libre movilidad de los ciudadanos. La ministra brit¨¢nica de Interior, Theresa May, plante¨® ayer a sus socios comunitarios lo que su Gobierno lleva tiempo insinuando: que el derecho a la circulaci¨®n sin barreras en el seno de la UE pueda limitarse. ¡°?Por qu¨¦ no podemos imponer cupos si la inmigraci¨®n europea alcanza ciertos niveles?¡±, dispar¨® May antes de entrar en la reuni¨®n de ministros de Interior. Por pimera vez, esas propuestas encontraron un frente com¨²n de oposici¨®n en los principales pa¨ªses del Este, los que m¨¢s aludidos se sienten por ese recelo a la libre circulaci¨®n.
La idea brit¨¢nica no tiene visos de prosperar porque supone anular un principio fundamental del proyecto comunitario, consagrado en sus tratados. Pero la insistencia de sus dirigentes en ese debate arrastra a otros Estados miembros con una larga tradici¨®n europe¨ªsta. La raz¨®n por la que los ministros comunitarios abordaron ayer la libre circulaci¨®n tiene su origen en una carta conjunta que enviaron hace unos meses los representantes de Alemania, Reino Unido, Holanda y Austria a la Comisi¨®n Europea, alarmados por lo que osadamente denominan turismo de prestaciones.
La mayor¨ªa de los europeos que se desplazan lo hacen para trabajar
El malestar que ese concepto provoca en el Ejecutivo comunitario y en muchos pa¨ªses miembros llev¨® a cuatro Gobiernos del Este a reaccionar. Hungr¨ªa anim¨® el debate con una carta escrita por su ministro de Exteriores y sus hom¨®logos de Polonia, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia en la que recuerdan a Londres c¨®mo los datos evidencian que la contribuci¨®n de los ciudadanos del Este ha sido ¡°tremendamente beneficiosa¡± para la econom¨ªa brit¨¢nica. Incluso a?aden que, al ser m¨¢s j¨®venes, la media de esos ciudadanos es laboralmente m¨¢s activa que la de los nacionales de origen y que tienen muchas m¨¢s posibilidades de regresar a sus territorios que otros extranjeros.
Las intervenciones de esos ministros se vieron apoyadas por los datos que present¨® la Comisi¨®n Europea. En un informe sobre la libre movilidad y los supuestos abusos que genera (el relato brit¨¢nico los centra en rumanos y b¨²lgaros, los ¨²ltimos en incorporarse al proyecto europeo y los m¨¢s desfavorecidos econ¨®micamente), el Ejecutivo comunitario concluye que apenas un 1% de la poblaci¨®n de la UE reside en otro Estado miembro sin ejercer ning¨²n tipo de actividad. Y esa cifra incluye a los estudiantes.
Alemania, Austria y Holanda comparten la preocupaci¨®n brit¨¢nica
Los datos destierran el mito de esa ¡°inmigraci¨®n masiva¡± de la que habla Londres, al menos en lo que respecta a los ciudadanos europeos. La ministra brit¨¢nica relativiz¨® el informe, seg¨²n fuentes europeas, y asegur¨® que no resuelve sus problemas, entre los que cit¨® los matrimonios de conveniencia que permiten acceder de forma autom¨¢tica a los derechos de los brit¨¢nicos.
Con m¨¢s o menos matices, la mayor¨ªa de los titulares de Interior respaldaron la postura de la Comisi¨®n, partidaria de atajar los problemas que surjan pero sin poner en cuesti¨®n la ausencia de barreras en el seno de la UE. Molesta con el nivel al que ha llegado el debate, la comisaria de Justicia, Viviane Reding, inst¨® a los gobernantes a perseguir el fraude que detecten en el acceso a las prestaciones: ¡°Los Estados miembros deber¨ªan hacer sus deberes; eso es lo que les pido¡±.
Cameron quiere limitar la movilidad de los pa¨ªses con renta baja
El debate fue largo (alrededor de una hora y media) pero no especialmente tenso, seg¨²n las fuentes consultadas. Pese a todo, tanto Alemania como Holanda y Austria mostraron inquietudes similares a las de Londres, aunque sin llegar a apoyar sus revolucionarias propuestas. La Comisi¨®n se comprometi¨® a aplicar, junto a los Estados miembros, algunas medidas de control como combatir los matrimonios de conveniencia y coordinar mejor las reglas de Seguridad Social que rigen en cada Estado.
La idea brit¨¢nica de poder imponer cuotas a la llegada de trabajadores de los pa¨ªses m¨¢s pobres de la UE fue lanzada la semana pasada por el primer ministro David Cameron en un art¨ªculo publicado en el diario Financial Times. En ese texto, Cameron sostiene que ¡°la libre circulaci¨®n dentro de Europa tiene que ser menos libre¡±. Y por eso defiende que los pa¨ªses m¨¢s pobres tengan que alcanzar un cierto nivel de riqueza antes de acceder de forma plena a derecho de libre circulaci¨®n y que, hasta que alcancen ese nivel, ¡°los Estados puedan imponer de forma individual un tope si el flujo procedente de la UE alcanza cierto n¨²mero en un a?o¡±. May desarroll¨® ayer esa idea.
El discurso contra los inmigrantes inquieta a la patronal brit¨¢nica
En primer lugar, habl¨® de limitar la libre movilidad para las pr¨®ximas ampliaciones de la UE, de forma que se establezca una moratoria en ese derecho hasta que los reci¨¦n llegados alcancen un determinado nivel econ¨®mico. En segundo lugar, desliz¨® la idea de poder poner un tope al n¨²mero de europeos que deciden instalarse en otro pa¨ªs comunitario. Parad¨®jicamente, Reino Unido ha pasado de ser el pa¨ªs m¨¢s fervientemente defensor de las ampliaciones (en buena medida por el mayor n¨²mero de consumidores a los que se puede acceder por el mercado ¨²nico) a recelar de los reci¨¦n incorporados.
Londres renuncia, eso s¨ª, a pedir medidas excepcionales para frenar la libre circulaci¨®n m¨¢s inmediata: la que disfrutar¨¢n todos los rumanos y b¨²lgaros en los 28 pa¨ªses comunitarios cuando el pr¨®ximo 1 de enero expiren las restricciones temporales que los Estados miembros pod¨ªan imponerles desde su incorporaci¨®n, en 2007.
La obsesi¨®n de Cameron con la inmigraci¨®n es meramente electoralista. Con ella pretende atajar la amenaza del UKIP, un partido antieuropeo y antiinmigraci¨®n que, si obtiene buenos resultados en las generales de 2015, puede perjudicar las opciones de los conservadores debido a las particularidades del sistema electoral brit¨¢nico.
Las propuestas de este partido contra los inmigrantes reciben el aplauso de los tabloides, pero provocan cada vez m¨¢s incomodidad en la patronal y entre los empresarios, que ven en los inmigrantes de Europa del Este a trabajadores no solo potencialmente m¨¢s baratos sino m¨¢s cualificados y con una superior ¨¦tica laboral que los brit¨¢nicos.
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