Soweto llora a Madiba

El hombre Nelson se ha ido pero su legado de paz y reconciliaci¨®n contin¨²a vigente y vivo. Sud¨¢frica se ha despertado esta ma?ana con tristeza por la muerte del que fue el primer presidente negro pero tambi¨¦n con cierto alivio porque por fin el viejo Madiba, de 95 a?os, puede descansar tras toda una vida dedicada a luchar por los derechos y las libertades de los dem¨¢s.

¡°Me he enterado en el autob¨²s de que Madiba se ha muerto¡±, se lamentaba una mujer de camino a su trabajo en uno de los distritos acomodados del norte de Johannesburgo. La noticia se conoc¨ªa cerca de la medianoche, una hora intempestiva para un pa¨ªs que vive y respira al ritmo de la luz solar. Por eso muchos sudafricanos se van enterando poco a poco, cuando leen las ediciones especiales que han sacado los diarios, que en grandes fotograf¨ªas y titulares rinden su particular homenaje. ¡°El mundo llora¡±, acierta el popular The Star.

Con l¨¢grimas en los ojos Razia Moosagee, de origen indio, dec¨ªa estar ¡°consternada¡±. Se ha enterado esta ma?ana y anima a sus compatriotas a ¡°recordar el enorme sacrificio que hizo por Sud¨¢frica, a recordar su contribuci¨®n al pa¨ªs de libertad que tenemos ahora¡± y a tenerlo como ¡°ejemplo de que con odio Sud¨¢frica ir¨¢ para atr¨¢s¡±.

Los restos mortales del expresidente sudafricano han sido trasladados a un hospital militar en Pretoria, seg¨²n ha informado el canal de noticias News 24. Hoy empieza el periodo de luto que se alargar¨¢ hasta los funerales de Estado, previstos en un plazo aproximado de 10 d¨ªas, aunque se podr¨ªan ampliar para tener todo el protocolo preparado para recibir a las centenares de personalidades del mundo de la pol¨ªtica, la cultura o las asociaciones ben¨¦ficas.

La capilla ardiente se instalar¨¢ en Pretoria, custodiada por la Guardia de Defensa. Esta ciudad, la capital pol¨ªtica, acoger¨¢ el funeral de estado sin el cuerpo presente, en los Unions Buildings, la majestuosoa sede del Gobierno.

Las muestras de respeto y de consternaci¨®n empezaron poco despu¨¦s de que el presidente, Jacob Zuma, anunciara a la naci¨®n de la muerte de Mandela. Decenas de personas se congregaron ante la casa de Madiba para rendirle homenaje improvisado.

Durante los pr¨®ximos d¨ªas, las banderas de todo el pa¨ªs ondear¨¢n a media asta, y aunque no se ha decretado ning¨²n d¨ªa festivo, se facilitar¨¢ a los trabajadores permisos especiales para acudir a los servicios en su memoria.

Nada ha trascendido de c¨®mo transcurrir¨¢n los actos f¨²nebres, que se consensuar¨¢n entre la familia Mandela y el Gobierno. Se baraja la posibilidad de organizar un gran acto de despedida, seguramente en Soweto, el township (gueto) donde Mandela vivi¨® los a?os anteriores a su encarcelamiento y d¨®nde se instal¨® tras su puesta en libertad en 1990 y uno de los s¨ªmbolos anti apartheid.

El arzobispo em¨¦rito de Ciudad del Cabo y amigo de Mandela, Desmond Tutu ha organizado esta ma?ana una plegaria en Ciudad del Cabo y no ha podido evitar las l¨¢grimas al recordar la figura de su viejo camarada contra el apartheid.

Tutu, como el d¨ªa anterior hizo Zuma, ha pedido a los sudafricanos que se mantengan unidos en estos momentos, tal y como Mandela les ense?¨® nada m¨¢s ser excarcelado tras pasar 27 a?os en la prisi¨®n, el 11 de febrero de 1990.

¡°Madiba ha sido un extraordinario regalo para todo el mundo¡±, ha dicho Tutu en el servicio religioso, para a?adir que a pesar del dolor Sud¨¢frica no puede ¡°¡±regodearse en el dolor de las l¨¢grimas¡±. El arzobispo ha asegurado que el mundo ¡°quiere a Mandela por su coraje, convicciones y el cuidado de la gene¡±

Pero donde quiz¨¢ se est¨¦ notando m¨¢s la muerte de Mandela es en Soweto. Una multitud baila al ritmo de canciones tradicionales africanas delante de la que fue casa de Mandela, en la calle Vilakasi, la ¨²nica del mundo que puede presumir de haber acogido a dos premios Nobel de la Paz: el propio Madiba y Tutu.

Como todos los viernes, hoy Sud¨¢frica conmemora el Viernes de Libertad que anima a los sudafricanos a vestirse con los trajes tradicionales tribales o lucir las camisetas de las selecciones nacionales deportivas. Es una iniciativa que trata de crear sentimiento de unidad, de que todos, negros y blancos, se sientan ¡°orgulloso¡± de ser ciudadanos de un pa¨ªs multirracial y multicultural. Se ve mucho amarillo en Soweto, el color del equipo Bafana Bafana, la selecci¨®n de f¨²tbol, aunque se confunden con las camisetas del Congreso Nacional Africano, el partido desde el que Madiba luch¨® por las libertades.

La universitaria Deidre Mae tampoco puede esconder su ¡°profunda tristeza¡± y asegura que a lo largo del d¨ªa dejar¨¢ una vela encendida en esta calle. La llama de lo que sembr¨® Mandela no debe apagarse.