Correa, Maduro, Evo, Daniel y Cristina
Nombres que tienen mucho en com¨²n: politizaci¨®n de la justicia, autoritarismo, despilfarro de los recursos y corrupci¨®n
Nombres que tienen en com¨²n muchas cosas: irrespeto a la libertad de expresi¨®n, politizaci¨®n de la justicia, criminalizaci¨®n del ejercicio period¨ªstico, autoritarismo, populismo a ultranza, soberbia incontrolada, despilfarro de las recursos p¨²blicos en beneficio propio y de sus allegados, pero sobre todo, corrupci¨®n c¨®mo amalgama de los sistemas de gobierno en los que se quieren perpetuar.
Si bien las dictaduras militares han desaparecido de nuestra Am¨¦rica India han sido reemplazadas por sistemas que, disfrazados de democracias, ejercen m¨¢s poder y m¨¢s control de lo que hubieran pensado dictaduras cl¨¢sicas del pasado. En todos estos reg¨ªmenes a los militares se les suma a la red de corrupci¨®n para mantenerlos alejados de pensar en controlar al Estado como lo hac¨ªan tan frecuentemente antes. As¨ª los convierten en c¨®mplices.
Si se pregunta a representantes oficiales de Ecuador, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Argentina ninguno dudara en contestar que sus gobiernos son aut¨¦nticas democracias, participativas y populares, que se miden por la cantidad de elecciones que realizan en sus respectivos pa¨ªses. Maduro dijo hace unos d¨ªas que ellos all¨¢ ya llevaban 19 elecciones en 14 a?os. Poco importa si se les acusa de que ponen todo tipo de trabas a la libertad de expresi¨®n, dir¨¢n, como Correa o Maduro, a que ¨¦sta en el pasado cercano era mal utilizada por los due?os de medios, con el estribillo que repiten tanto de ¡°las dictaduras medi¨¢ticas¡±. Les importa poco el nulo acceso que en las municipales venezolanas tuvieron los candidatos opositores. Menos importa que ahora sean sus gobiernos los que tienen el control de la mayor¨ªa de los medios en sus respectivos pa¨ªses. Ahora, dicen, los medios est¨¢n en el ¡°poder del pueblo¡±, abrog¨¢ndose ellos esa representaci¨®n sin derecho a ninguna argumentaci¨®n y r¨¨plica.
Para lograr sus objetivos controlan todo el aparato judicial. Evo y Daniel logran cambiar las reglas para reelegirse porque dominan la justicia; Maduro viol¨® todas las normas constitucionales para hacerse de la Presidencia de su pa¨ªs aunque no le correspond¨ªa, rob¨¢ndole la elecci¨®n de abril de 2013 e ignorando la petici¨®n ciudadana para que termine de probar que naci¨® en Venezuela. Correa controla todo el sistema judicial, al igual que Cristina reiteradamente ha intentado.
Todo esto lo pueden lograr a trav¨¦s de una extensa red de corrupci¨®n, que compra diputados, alquila conciencias, apabulla a periodistas, politiza la justicia, inventa casos a opositores, paga jugosos cabildeos hasta en el Imperio que tanto critican, logrando con ello el control de la sociedad. La clase empresarial se doblega porque de no hacerlo no podr¨¢ desarrollar ninguna de sus actividades propias.
Esto que hoy pasa en Am¨¦rica Latina y que cada d¨ªa se entiende m¨¢s es preocupante. Se limpian a diario con el contenido a la Carta Democr¨¢tica Interamericana. Todos los pa¨ªses miembros de la OEA, inclusive los Estados Unidos y Canad¨¢, se hacen los de la vista gorda, porque en esto cada vez m¨¢s privan los intereses sobre los principios; el dinero y los negocios est¨¢n por encima de todo. Y qu¨¦ decir de Europa, antes ejemplo a seguir en todo lo relativo a la solidaridad democr¨¢tica.
Mientras dejamos pasar el tiempo, el concepto cl¨¢sico de la democracia, se deteriora m¨¢s. Se vuelve menos ¨²til. Al paso que vamos, si bien no con dictaduras militares, se proliferar¨¢n los Correas, los Maduros, los Evos, los Daniel y las Cristinas. En un futuro cercano los hermanos Castro se convertir¨¢n en nuestros referentes, porque en la Isla del Caribe, tambi¨¦n nos dicen que viven en democracia, popular, por cierto.
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