El alcalde Petro vuelve a dar guerra
El regidor de Bogot¨¢, exguerrillero del M-19, desaf¨ªa al ¨®rgano de control p¨²blico en manos de la derecha que lo destituy¨® por supuestos fallos de gesti¨®n
Un fuerte pulso pol¨ªtico se ha desatado en Colombia por la destituci¨®n a manos de la Procuradur¨ªa General (oficina que se encarga de vigilar a todos los servidores p¨²blicos) del alcalde de Bogot¨¢, Gustavo Petro, quien adem¨¢s fue inhabilitado para ejercer cargos p¨²blicos por 15 a?os, lo que representa su muerte pol¨ªtica. La raz¨®n es que el regidor supuestamente habr¨ªa sido el responsable de las fallas que se presentaron en la puesta en marcha de un nuevo sistema de recolecci¨®n de basuras a finales de 2012, que provoc¨® un grave problema sanitario en la capital colombiana, una ciudad de casi ocho millones de habitantes.
Petro es un exguerrillero del M-19 que dej¨® las armas para participar en la vida pol¨ªtica en 1991 y que logr¨® ser elegido para el segundo cargo m¨¢s importante del pa¨ªs. M¨¢s all¨¢ de si los motivos son justos o no para sancionarlo, hay un amplio consenso en que la decisi¨®n de la procuradur¨ªa, a cargo del conservador Alejandro Ord¨®?ez, fue desproporcionada. De ah¨ª que ahora la pol¨¦mica se ha trasladado al enorme poder que tiene el procurador general, que adem¨¢s de la facultad de investigar a los funcionarios p¨²blicos por corrupci¨®n tambi¨¦n lo puede hacer por deficiencias en su gesti¨®n.
Ord¨®?ez, que est¨¢ por segunda vez en el cargo, es un personaje bastante pol¨¦mico en Colombia. Seg¨²n las cifras que informan los medios colombianos, en su primer periodo, destituy¨® a 828 alcaldes y 49 gobernadores. ¡°En este momento la Procuradur¨ªa est¨¢ investigando al 90% de los alcaldes y el 100% de los gobernadores¡±, dice la revista Semana, que le dedic¨® su ¨²ltima portada al tema. Esto significar¨ªa que la gesti¨®n p¨²blica en Colombia es un desastre o que el procurador ¡°ha perdido el sentido de las proporciones en relaci¨®n con su cargo¡±, dice la principal revista colombiana.
Por su parte, Petro, cuya administraci¨®n de Bogot¨¢ ha sido bastante cuestionada porque se considera que tiene poca capacidad de ejecuci¨®n, ha logrado mostrar el que podr¨ªa ser su peor momento de su carrera como una persecuci¨®n pol¨ªtica. Petro ha vuelto a poner sobre el tapete que la derecha no ha dejado de usar las instituciones para perseguir a aquellos que alguna vez se armaron para combatir al Estado. Prueba de esta estrategia es que Petro le advirti¨® a Santos que lo que busca el fiscal Ord¨®?ez es atacar el proceso de paz. Para probar su argumento, el alcalde insiste en que la derecha, a trav¨¦s de este funcionario, busca sabotear cualquier posibilidad de que la izquierda tenga alg¨²n tipo de poder, como es su caso. Para terminar de caldear el ambiente pol¨ªtico, el fiscal general, Eduardo Montealegre, tambi¨¦n ha reaccionado duramente frente a las actuaciones de Ord¨®?ez y ha pedido revisar el modelo con el que opera, calific¨¢ndolo de medieval. Adem¨¢s, anunci¨® que lo investigar¨¢ para establecer s¨ª este se extralimit¨® en sus funciones.
Petro, adem¨¢s, ha llevado la crisis a la calle, donde ante miles de seguidores ha insistido en calificar de ¡°golpe de Estado¡± su destituci¨®n. Precisamente, movilizar a sus seguidores ha sido otra de sus estrategias para rechazar la sanci¨®n. Y no han sido pocos los que han respondido al llamado, ya que en tres ocasiones Petro ha logrado llenar la emblem¨¢tica Plaza de Bol¨ªvar, a unas cuantas cuadras del Palacio presidencial. Incluso ha comparado estas movilizaciones con las de los indignados.
All¨ª aprovech¨® para pedirle al presidente Juan Manuel Santos que se pronuncie sobre su destituci¨®n con el argumento adicional de que ¨¦l es el ¨²nico que puede hacerlo. El presidente ha tratado de mostrarse imparcial, a pesar de que cuando se conoci¨® la sanci¨®n al alcalde su ministro de justicia, Alfonso G¨®mez M¨¦ndez, tambi¨¦n pidi¨® revisar las facultades del procurador.
El domingo, este mismo funcionario aclar¨® en medios de comunicaci¨®n que el presidente no es el competente para controvertir ese tipo de decisiones. ¡°El Gobierno no es el que invalida o valida este tipo de fallos¡±, dijo y agreg¨® que ¡°ser¨ªa muy peligroso para la democracia que se siente el precedente de que un presidente puede destituir a un alcalde elegido¡±. Al conocer estas declaraciones, Petro se pregunt¨® si Santos estar¨ªa siendo ¡°c¨®mplice de una arbitrariedad¡ Si el presidente quiere ayudar a destituir al alcalde que lo diga¡±.
Los defensores de Ord¨®?ez han respondido a todos los ataques se?alando que la procuradur¨ªa ha sido el ¨²nico organismo que ha tomado las banderas de la lucha contra la corrupci¨®n al destituir a tantos alcaldes, gobernadores e incluso exministros que han estado envueltos en esc¨¢ndalos. Y el mismo Ord¨®?ez se ha mostrado dispuesto a debatir sobre sus facultades.
El alcalde anunci¨® que agotar¨¢ todas las instancias a nivel nacional, aunque se da por descontado que la sanci¨®n seguir¨¢ en pie, por lo que anunci¨® que llevar¨¢ su caso a las cortes internacionales de justicia y pidi¨® el benepl¨¢cito del Gobierno para ir acudir a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos.
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