Argentina sufre cortes de luz y amenaza con reestatalizar el¨¦ctricas

No son cortes de electricidad masivos, pero desde hace seis d¨ªas algunas manzanas puntuales de decenas de barrios de Buenos Aires y su periferia permanecen sin servicio. Vecinos afectados han reaccionado con protestas: han montado piquetes con fogatas en las calles donde viven. Pese a que la mayor¨ªa de los 12 millones de habitantes de la capital y sus suburbios tiene luz, las quejas de los perjudicados se han hecho sentir en unos d¨ªas de altas temperaturas en la primavera austral, en los que los ha irritado la falta de funcionamiento de equipos de aire acondicionado, ascensores, bombas de agua potable o neveras.

El Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner ha tomado cartas en el asunto y el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, cit¨® este jueves a los m¨¢ximos ejecutivos de las dos el¨¦ctricas que abastecen Buenos Aires, Edesur, controlada por Endesa, y Edenor, del empresario local Marcelo Mindlin.

Al terminar el encuentro, Capitanich responsabiliz¨® a las dos compa?¨ªas por los cortes el¨¦ctricos y les advirti¨® de que podr¨ªa reestatalizarlas. ¡°Si no son capaces de prestar el servicio, entonces el Estado nacional est¨¢ dispuesto a prestar el servicio en forma directa, no se pueden aceptar excusas. Vamos a actuar con todo el rigor¡±, prometi¨® el jefe de Gabinete, que tambi¨¦n asegur¨® que les impondr¨¢ multas y resarcimientos para los clientes perjudicados. Entre los usuarios sin electricidad figuraba, por ejemplo, un centro de radioterapia en el que se atienden cada d¨ªa a 300 pacientes de c¨¢ncer.

Las empresas el¨¦ctricas reclaman desde la crisis argentina de 2002 aumentos de la tarifa. El sistema se mantiene sobre la base de subvenciones. Los hogares de Buenos Aires pagan varias veces menos que los de las provincias por la electricidad, con la excepci¨®n de algunos barrios ricos a los que a finales de 2011 les quitaron los subsidios. Expertos cr¨ªticos del kirchnerismo opinan que las bajas tarifas, que pueden llevar a que un hogar de cuatro personas pague cuatro euros por mes, han desestimulado la inversi¨®n y han incentivado el consumo excesivo. En cambio, el ministro de Planificaci¨®n Federal, Inversi¨®n P¨²blica y Servicios, Julio de Vido, atribuy¨® las marcas hist¨®ricas de consumo el¨¦ctrico de la ¨²ltima semana al crecimiento de la econom¨ªa, del 3,4% en los primeros meses de 2013, y a las altas temperaturas.

Capitanich hab¨ªa sugerido este mi¨¦rcoles que los cortes el¨¦ctricos deber¨ªan ser programados y no aleatorios, como hasta ahora. La propuesta llev¨® a que la prensa cr¨ªtica del kirchnerismo comparara la situaci¨®n con las interrupciones programadas de finales de los 80, en el Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn, cuando la insuficiencia era mucho mayor, los canales de televisi¨®n operaban solo cuatro horas por d¨ªa y todos los barrios sufr¨ªan cortes diarias a determinadas horas. El ministro De Vido, que d¨ªas antes hab¨ªa considerado que las interrupciones programadas eran una ¡°locura¡±, corrigi¨® a Capitanich, descart¨® su sugerencia y dijo que los cortes eran ¡°preventivos¡±.

Los cortes aislados coinciden con d¨ªas en los que el Gobierno de Fern¨¢ndez ha reforzado la seguridad para prevenir nuevos saqueos como los de las dos semanas pasadas. Las huelgas policiales que desprotegieron las calles y las liberaron a los robos en la mayor¨ªa de las provincias han terminado, pero las amenazas por redes sociales de asaltos en supermercados cercanos a barrios pobres han hecho que se refuerce la presencia de uniformados en el Gran Buenos Aires (periferia) este jueves y viernes.

En un hipermercado Carrefour del suburbio de San Fernando, un bus de la Polic¨ªa bonaerense lleva d¨ªas apostado en la puerta. Siete agentes esperaban fuera, mientras que cuatro merodeaban por los pasillos del comercio. ¡°Por ahora est¨¢ todo tranquilo¡±, dec¨ªa un voluminoso polic¨ªa de uniforme azul y boina verde. Hasta el jueves por la tarde no se reportaba ning¨²n nuevo saqueo en Argentina. El encargado del hipermercado comentaba que en los pr¨®ximos d¨ªas los empleados de seguridad privada del local iban a llevar bolsas con comida navide?a a dos barrios de chabolas vecinos.

No muy lejos de all¨ª, en la avenida Avellaneda, el supermercado Agradecer, que en su frente tiene la imagen de la Muralla China, es uno de los cientos de comercios similares que han instalado inmigrantes de ese pa¨ªs asi¨¢tico en Argentina en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Los supermercadistas chinos sufrieron los saqueos en la crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y social de Argentina en 2001 y, aunque la situaci¨®n actual no se compara con aquella, han tomado precauciones, sobre todo por las amenazas en las redes sociales. En la persiana del supermercado Amanecer hace tiempo hay pintadas con insultos para sus due?os. ¡°Chino buche (polic¨ªa)¡±, dice una. Gendarmes iban y ven¨ªan custodiando la avenida Avellaneda.

El director ejecutivo de la Federaci¨®n de Supermercados Chinos, Miguel Calvete, cont¨® que el Ministerio de Relaciones Exteriores chino cit¨® d¨ªas antes al embajador argentino en Pek¨ªn para pedirle seguridad despu¨¦s de los saqueos de las ¨²ltimas dos semanas. Adem¨¢s, los comerciantes acordaron con la embajada china y los Gobiernos argentino y bonaerense que este jueves y viernes, cuando se cumplen 12 a?os de la crisis de 2001, los locales redujeran el horario de atenci¨®n y la cantidad de bienes ofertados, dejaran las persianas a medio bajar, se mantuvieran alertas ante la presencia de grupos sospechosos y cerraran directamente aquellos que estuvieran en zonas peligrosas. Calvete dijo que los supermercadistas chinos no preve¨ªan repartir ayuda en barrios pobres, pero coment¨® que s¨ª lo har¨¢n y con m¨¢s intensidad que otros a?os las grandes cadenas minoristas.

Una de las cinco centrales en la que est¨¢ dividido el sindicalismo argentino march¨® este jueves a la Plaza de Mayo para pedir un aumento salarial, despu¨¦s del que consiguieron los polic¨ªas. Los empleados p¨²blicos nucleados en ese central fueron a la huelga. Los camioneros, que pertenece a otra, amenazaron con parar y consiguieron que la patronal les diera un bono navide?o.