La pr¨®xima ejecuci¨®n de un mexicano en Estados Unidos traspasa la frontera
La muerte de Edgar Tamayo, prevista para el 22 de enero, violar¨ªa los acuerdos internacionales y da?ar¨ªa la relaci¨®n bilateral
El n¨²mero 999130 ha marcado la vida del mexicano Edgar Tamayo Arias durante los ¨²ltimos 19 a?os. As¨ª lo identifica el sistema carcelario de Texas desde que asesin¨® al polic¨ªa Guy Gaddis en 1994. Su historia tendr¨¢ un final el pr¨®ximo 22 de enero con su ejecuci¨®n por inyecci¨®n letal, una decisi¨®n que el Estado no est¨¢ dispuesto a reconsiderar.
Tres son las balas que Tamayo meti¨® en la cabeza de Gaddis, de tan s¨®lo 24 a?os. 61 es el n¨²mero de su coeficiente intelectual -lo que se considera extremadamente bajo- y 31 son los d¨ªas que le quedan para enfrentar la pena de muerte.
Tamayo, quien ahora tiene 46 a?os, fue detenido por Gaddis en 1994 luego de perpetrar un robo, pero mientras era transportado a la c¨¢rcel atac¨® al polic¨ªa con un arma y escap¨®, luego fue encontrado a un par de cuadras de distancia del lugar del crimen. Previamente estuvo detenido desde 1991 a 1993 en California por robo.
Su abogada, Sandra Babcock, del Centro Internacional para los Derechos Humanos se reuni¨® con ¨¦l a mediados de diciembre. En su opini¨®n, Tamayo comprende su situaci¨®n actual. ¡°Sabe que tiene un d¨ªa de ejecuci¨®n. La prisi¨®n te obliga a decidir qui¨¦n deseas que est¨¦ presente, qu¨¦ quieres que se haga con tu cuerpo, posesiones, te fuerzan a enfrentar el hecho de que vas a morir¡±.
Babcock explic¨® que desde 1994 Tamayo ha esperado su muerte. ¡°Siempre pregunta mucho por sus padres. Teme que sea devastador para ellos. Piensa que si es ejecutado, al menos ya no estar¨¢ m¨¢s en prisi¨®n¡±, asegur¨®. El estado de Texas tiene hasta ahora siete personas en fila para la inyecci¨®n letal en 2014.?
El caso Tamayo cuenta con varios elementos controversiales. Grupos en contra de la pena de muerte, como Texas Death Penalty Education and Resource Center, han centrado el debate en su coeficiente intelectual para modificar su sentencia a cadena perpetua. En 2002, en el caso ¡°Atkins versus Virginia¡±, la Corte Suprema prohibi¨® la ejecuci¨®n de un reo incapacitado mentalmente y dej¨® a los estados la responsabilidad de definir la discapacidad mental.
Texas se ha caracterizado por no ceder en las ejecuciones de personas con bajo coeficiente intelectual. En 2012 ejecut¨® a Marvin Wilson, de 54 a?os, que ten¨ªa un coeficiente de 61.
Un problema para la relaci¨®n con M¨¦xico
Al hablar sobre el caso Tamayo se nota cierta molestia en la voz de funcionarios consulares mexicanos. ¡°No hemos tenido ning¨²n tipo de revisi¨®n y creemos que la falta de asistencia consular s¨ª tuvo un impacto en su veredicto¡±, explic¨® V¨ªctor Uribe, consejero sobre asuntos legales de la embajada de M¨¦xico.
Como ciudadano mexicano, Tamayo ten¨ªa derecho a recibir ayuda consular cuando fue detenido, pero nunca fue informado de este derecho garantizado por el Art¨ªculo 36 de la Convenci¨®n de Viena Sobre Relaciones Consulares.
El consulado se enter¨® una semana antes del inicio de su juicio y no hubo oportunidad de realizar las gestiones necesarias. ¡°Una vez que el gobierno de M¨¦xico tuvo conocimiento de la situaci¨®n le proporcion¨® la asistencia legal, contrat¨® investigadores y determin¨® que Tamayo sufre de retraso mental. El problema es que para cuando se ten¨ªa esa evidencia, el juicio ya hab¨ªa ocurrido, entonces no hubo oportunidad de considerar esta defensa tan importante¡±, dijo Uribe.
Tamayo y otros 51 mexicanos detenidos en Estados Unidos se agruparon en el ¡°caso Avena¡±, presentado ante la Corte Internacional de Justicia. El tribunal determin¨® en 2004 que las cortes estadounidenses deben revisar el proceso y sentencia de los ciudadanos mexicanos para determinar si la asistencia consular hubiera hecho alguna diferencia en sus fallos. El gobierno de Estados Unidos se comprometi¨® a cumplir con este veredicto, pero no lo ha hecho.
El Secretario de Estado John Kerry envi¨® una carta al gobernador Perry en septiembre de 2013 pidiendo que reconsidere su postura. El caso, dice Kerry, puede impactar ¡°la forma en que ciudadanos estadounidenses son tratados en otros pa¨ªses... Esto es de particular relevancia para nuestra relaci¨®n bilateral con M¨¦xico¡±, escribi¨®.
Claman por cambios
Esta semana diversas organizaciones y personalidades p¨²blicas se unieron al llamado para que un tribunal federal tenga la posibilidad de revisar el caso de Tamayo.
El Reverendo Gabriel Salguero, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Iglesias Evang¨¦licas Latinas -que representa a m¨¢s de 3,000 congregaciones en Estados Unidos- se?al¨® que ¡°la seguridad de miles de estadounidenses que sirven a su fe cristiana en el extranjero se encuentra claramente en peligro si Tamayo es ejecutado, sin antes recibir una revisi¨®n completa y justa de la violaci¨®n de los derechos consulares en su caso¡±.
Sarah Shourd, una estadounidense que fue detenida por soldados iran¨ªes en 2009 y encarcelada durante 410 d¨ªas, tambi¨¦n se uni¨® al llamado para revisar el caso de Tamayo a trav¨¦s de una carta. ¡°Temo que si Estados Unidos no cumple plenamente sus obligaciones bajo los tratados consulares, luego otros pa¨ªses seguir¨¢n su ejemplo. Eso ser¨ªa un desastre para muchos ciudadanos estadounidenses vulnerables que se encuentran detenidos en un pa¨ªs extranjero como lo estuve yo. Ejecutar al se?or Tamayo sentar¨ªa un precedente terrible y mortal¡±, escribi¨®.
Solicitud de clemencia
La defensa legal de Tamayo ha presentado una solicitud de clemencia ante la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Texas adem¨¢s de una petici¨®n para aplazar la ejecuci¨®n al gobernador Perry.
¡°Si no se puede lograr que el gobernador posponga o cancele la pena de muerte en este caso, entonces el siguiente recurso son las cortes. Haremos todo simult¨¢neamente. Usualmente la junta anuncia su decisi¨®n dos d¨ªas antes de la ejecuci¨®n. Le pediremos a los tribunales que revisen el caso¡±, explic¨® Babcock.
Hasta ahora la respuesta de las cortes ha sido que los derechos a los que Tamayo ten¨ªa beneficio expiraron, ya que los abogados no los hicieron valer. Toda la evidencia que se obtuvo despu¨¦s de su veredicto, no se considera v¨¢lida.
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