El 60% de las armas de fuego rastreadas en El Salvador proviene de EE UU
El dato demuestra que la mayor¨ªa no proviene ya del arsenal acumulado durante la guerra civil
Alrededor del 60% de las armas legales rastreadas en El Salvador tienen su origen en Estados Unidos. El dato, obtenido gracias a un programa de colaboraci¨®n entre el Gobierno salvadore?o y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos estadounidense (ATF, en sus siglas en ingl¨¦s), demuestra que, en los ¨²ltimos a?os, se ha producido un cambio de tendencia en la procedencia de las armas en el pa¨ªs centroamericano. Antes los arsenales empleados en la mayor¨ªa de los homicidios de esa naci¨®n se atribu¨ªa al arsenal empelado durante su guerra civil, ahora, son las redes de traficantes las que controlan el flujo.??
¡°El dato es relevante, porque demuestra que no todas las armas proviene de EE UU, como se pensaba, pero para tener informaci¨®n m¨¢s precisa es necesario escrutar la procedencia del 100% de las armas legales que entran y se encuentran en el pa¨ªs¡±, explica desde El Salvador, Harry Pe?ate, el delegado de la ATF para toda Centroam¨¦rica. La Agencia estadounidense lleva dos a?os colaborando con entidades salvadore?as y formando a sus agentes y fiscales en el manejo del sistema e Trace, que permite indagar y seguir el origen concreto de las armas de fuego registradas en EE UU a trav¨¦s de todo el planeta. ¡°Estamos trabajando con la Fiscal¨ªa, con la Divisi¨®n de Armas y Explosivos y tambi¨¦n mantenemos enlaces con el Ministerio de Defensa de El Salvador¡±, explica Pe?ate. La ATF tiene programas de cooperaci¨®n similares con Guatemala y Honduras.
Gracias a esa colaboraci¨®n, desde 2011 se han rastreado 38.850 de las 200.000 armas legales que se estima que est¨¢n circulando en estos momentos por El Salvador. ¡°Las cifras no son completas y queremos que exista la voluntad pol¨ªtica de que se rastree el 100% de las armas que se han empleado en cr¨ªmenes, s¨®lo as¨ª podremos obtener un seguimiento eficaz y satisfactorio¡±, explica Pe?ate.
Hay muchas armas, como se queja el responsable de la ATF, que todav¨ªa no han podido ser analizadas en El Salvador. ¡°En Centroam¨¦rica, cada Estado tiene una autoridad encargada de autorizar la entrada de armas. En el caso de escopetas y rifles, muchas proceden de sus grandes fabricantes, como Corea del Sur, China, B¨¦lgica, Rusia o Italia y muchas de estas armas pasan de un pa¨ªs a otro, si ese arsenal no se controla no podemos averiguar su procedencia¡±, se lamenta Pe?ate.
El Salvador es el segundo pa¨ªs con la mayor tasa de homicidios del mundo, con 69,2 muertes por cada 100 habitantes, de acuerdo con la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, por detr¨¢s de Honduras, con 91, 6 muertes por cada 100 habitantes. El 70% de esa cifra de muertes ha sido provocada por un arma de fuego. Los programas e Trace e IBIS (Sistemas Integrados de Identificaci¨®n Bal¨ªstica) de la ATF permiten rastrear el origen de los casquillos y las armas encontradas en lugares en los que se ha cometido un crimen.
Hasta ahora, gran parte de las armas empleadas en los homicidios se atribu¨ªan a los arsenales de la guerra civil salvadore?a, entre 1979 y 1992 -buena parte del mismo tambi¨¦n facilitado por EE UU a trav¨¦s de contrabando-, y de otras introducidas desde pa¨ªses vecinos, como Guatemala u Honduras. Uno de los problemas m¨¢s importantes a la hora de rastrear las armas, de acuerdo con Pe?ate, son los ¡°puntos ciegos¡± de las fronteras con esos pa¨ªses. ¡°Son armas que se emplean en cr¨ªmenes en Guatemala, por ejemplo, y que luego acaban en El Salvador¡±.
La colaboraci¨®n entre la ATF y El Salvador ha demostrado que ahora muchas armas proceden directamente de EE UU. ¡°A veces se compran de manera legal pero luego se venden a las organizaciones del crimen organizado¡±, explica Pe?ate. La v¨ªa de entrada m¨¢s habitual es a trav¨¦s de lo que la ATF denomina ¡°traslado de hormiga¡±, personas que compran las armas en EE UU y luego las mandan a El Salvador ¡°ocultas en env¨ªos de partes usadas de veh¨ªculos, o dentro de refrigeradores o DVD, en ropa usada¡. Hay muchos modos¡±, se?ala el responsable regional de la agencia.
Gracias a los programas de rastreo, se puede llegar hasta el comprador en EE UU y, all¨ª, los agentes de la ATF se encargan de identificar y detener al comprador. ¡°Hay much¨ªsima gente adquiriendo armas para trasladarlas a El Salvador, especialmente en Los ?ngeles y Maryland, porque es donde se concentra la mayor parte de los emigrantes de ese pa¨ªs, pero tambi¨¦n en Florida o Texas, Estados donde la legislaci¨®n sobre las armas es m¨¢s permisiva¡±, se?ala Pe?ate.
Adem¨¢s del rastreo, otra de las funciones de las autoridades es la destrucci¨®n de las armas incautadas, una asignatura pendiente entre los gobiernos de la regi¨®n, -El Salvador y Guatemala, especialmente-, que, de momento, no han podido eliminar con ¨¦xito las armas empleadas en sus guerras civiles, un arsenal que cay¨® en manos de bandas y grupos de crimen organizado. Eduardo Azucena, el director de la Divisi¨®n de Armas y Explosivos de la Polic¨ªa Nacional salvadore?a, reconoci¨® hace unas semanas que en su pa¨ªs estaban localizadas 30.000 armas que no se hab¨ªan podido destruir debido a disposiciones legales. Con todo, las autoridades de El Salvador ten¨ªan previsto terminar este mes de diciembre con 1.722 armas incautadas.
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