Honduras, frontera clave para la droga hacia Estados Unidos
El 79% de la coca¨ªna que vuela desde Am¨¦rica del Sur aterriza en el pa¨ªs centroamericano. Desde all¨ª sube hacia Guatemala por la frontera de Cop¨¢n, donde deja un reguero de sangre y dinero, apadrinado por el ¡®Chapo¡¯ Guzm¨¢n
En un pa¨ªs donde algunos pol¨ªticos regalan ata¨²des para ganar votos porque dos terceras partes de la poblaci¨®n viven con menos de dos d¨®lares al d¨ªa, un entierro con mariachis y desfile de pol¨ªticos es singular. Si adem¨¢s el difunto fue encontrado en una barranca, semidesnudo y con varios balazos cerca de una de las fronteras con m¨¢s trasiego de droga, las sospechas saltan. El pasado mes de noviembre fue asesinado un prominente empresario del departamento de Cop¨¢n, colindante con Guatemala. Su muerte seguramente no ser¨¢ investigada, como el 82% de las denuncias en Honduras, que ni siquiera llegan a juicio. Pero el vox populi ya lo ha condenado. ¡°Narco-empresario¡±, le acusan en los foros de los peri¨®dicos, ¡°estaba bien metido¡±, susurran en las calles. Aqu¨ª todos saben pero nadie se atreve a hablar p¨²blicamente.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos estima que el 79% de la coca¨ªna que sale por aire desde Sudam¨¦rica aterriza en cerca de las 200 pistas clandestinas que habr¨ªa en Honduras, un estado endeble y lim¨ªtrofe con cuatro pa¨ªses. De ah¨ª se mueve por mar o por tierra hasta el norte. Cop¨¢n es la ¨²ltima parada en suelo hondure?o antes de cruzar a Guatemala. En sus 300 kil¨®metros de zona lim¨ªtrofe se computan entre 20 y 25 puntos ciegos ideales para el paso de droga. ¡°Tenemos esa colita de la frontera donde el narcotr¨¢fico ha crecido con la complicidad del Estado, que est¨¢ totalmente permeado¡± explica un periodista local en un caf¨¦ enfrente de la catedral de Santa Rosa de Cop¨¢n.
En esta regi¨®n humilde de casas de adobe, cafetales y vacas flacas, el dinero del narcotr¨¢fico ha ca¨ªdo como agua bendita y ha salpicado todos los sectores. ¡°Cop¨¢n es el lugar para que los polic¨ªas se hagan ricos¡±, confiesa un funcionario testigo de la colusi¨®n entre narcos y autoridades. Una red de corrupci¨®n e impunidad que se teje por todo el pa¨ªs pero que se acent¨²a en la frontera, donde polic¨ªas, fiscales y jueces cierran los ojos a cambio de cuantiosos sobornos, una parte de los cuales llega hasta sus cabezas en la capital. ¡°Hay una colusi¨®n entre la polic¨ªa, el ministerio p¨²blico y el crimen organizado que se ha ido acentuando cada vez m¨¢s¡±, acusa Mar¨ªa Luisa Borjas, ex directora de asuntos internos de la Polic¨ªa. Ella misma estuvo destinada a Cop¨¢n a finales de los 90 y recuerda como, cuando exig¨ªa m¨¢s efectivos, le reclamaban que ¡°ped¨ªa mucho y no mandaba nada¡±. Desde entonces el crimen encontr¨® abono f¨¦rtil para desarrollarse.
?¡°El narco en Honduras empez¨® con peque?os grupos que serv¨ªan de mulas (como se conoce a los que pasan peque?as cantidades de drogas por las fronteras?) a gente mexicana, pero luego las mulas aprendieron el negocio y se convirtieron en los grandes jefes en puntos estrat¨¦gicos del pa¨ªs¡±, explica una reportera especializada en temas de seguridad. Cop¨¢n es uno de esos puntos. Por all¨ª dicen que se pasea el capo m¨¢s buscado del mundo, el Chapo Guzm¨¢n, jefe del mexicano Cartel de Sinaloa, que tiene a dos organizaciones copanecas a su servicio. En noviembre, el viceministro de defensa, Carlos Roberto Funes, reconoci¨® p¨²blicamente que el Chapo va y viene. En Cop¨¢n ya es un mito. ¡°El Chapo ha utilizado el lugar como un refugio desde hace mucho. No permanece mucho en la zona por seguridad. En el Esp¨ªritu y el Para¨ªso son los dos puntos porque ah¨ª hay puntos ciegos donde t¨² pasas y nadie dice nada¡±, narra esa misma reportera que ha tenido que dejar la zona por amenazas. Los criminales imponen la ley del silencio a golpes, ya sean f¨ªsicos o de talonario. El trasiego de la droga tambi¨¦n deja a su paso una estela de muerte.
Honduras es el pa¨ªs m¨¢s violento del mundo. Con 8,2 millones de habitantes registra m¨¢s de siete mil asesinatos al a?os, una tasa de 85,5 homicidios por cada cien mil personas. Cop¨¢n llega a los 104. En Espa?a la media no llega a cuatro muertes violentas por cada cien mil habitantes. ¡°Aunque no se investiguen, aqu¨ª la mayor¨ªa de las muertes est¨¢n relacionadas con el narcotr¨¢fico, por pleitos entre ellos o por hablar m¨¢s de la cuenta¡±, reconoce el funcionario copaneco. Por eso nadie quiere ser citado.
¡°El narco es un poder real en la zona, es un poder en el Congreso, en las elecciones de noviembre se eligieron al menos tres diputados de Cop¨¢n vinculados al crimen pero todos se hacen de la vista gorda, porque hay derrama econ¨®mica, desarrollo y m¨¢s all¨¢ por miedo¡±, asevera una pol¨ªtica local en la oposici¨®n. Donde antes hab¨ªan calles polvorientas ahora florecen hoteles y centros comerciales. Tienen incluso el ayuntamiento m¨¢s ostentoso de Honduras, una r¨¦plica barroca del Capitolio con helipuerto en la azotea. Est¨¢ en el municipio fronterizo de El Para¨ªso, un pueblo de veinte mil habitantes que se convert¨ªa en lodazal en cada temporada de lluvias hasta 2005, cuando gan¨® la alcald¨ªa Alexander Ard¨®n, un antiguo arriero de ganado que ahora es se?alado como el l¨ªder de uno de los socios de Guzm¨¢n en la regi¨®n. En dos mandatos llev¨® la energ¨ªa el¨¦ctrica hasta el ¨²ltimo rinc¨®n, empedr¨® las calles, erigi¨® un mercado de un mill¨®n de d¨®lares y el lujoso palacio municipal. Ard¨®n, qui¨¦n no comparece ante la prensa ni asiste a eventos p¨²blicos se atrevi¨® a presentarse en el cierre de campa?a de las elecciones del 24 de noviembre y desde el templete espet¨® ¡°las guerras se ganan con estrategia, con ideas, no matando gente¡±. A finales de enero empezar¨¢ su tercera alcald¨ªa.
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