El ¡®affaire¡¯ Hollande pone en duda la seguridad de la presidencia francesa
Los indirectos v¨ªnculos del piso de la actriz con la mafia cercan al jefe de Estado
Fran?ois Hollande, el presidente normal que prometi¨® a los franceses ser ejemplar, ha convertido su mandato en un vodevil y es un jefe de Estado bajo sospecha de lesa imprudencia. La revelaci¨®n de que Hollande se ve¨ªa en secreto con su amante, la actriz Julie Gayet, enga?ando a Val¨¦rie Trierweiler ¡ªla primera dama continuar¨¢ hospitalizada varios d¨ªas en una cl¨ªnica de Par¨ªs para recuperarse de su ¡°gran ataque de tristeza¡±, seg¨²n confirm¨® ayer un portavoz del El¨ªseo¡ª se ha ido envenenando cada vez m¨¢s.
Como era previsible, el affaire ha virado de lo ¨ªntimo a lo p¨²blico y ha colocado a Hollande en una situaci¨®n pol¨ªtica muy delicada. El presidente dar¨¢ esta tarde su conferencia de prensa semestral ante 500 periodistas en el El¨ªseo, y se ver¨¢ obligado a ofrecer explicaciones sobre sus frecuentes escapadas en una moto oficial para visitar un apartamento relacionado con la mafia corsa.
Los datos inquietantes se acumulan. El piso de las citas galantes, situado en la calle Du Cirque, n¨²mero 20, a dos calles del palacio del El¨ªseo, est¨¢ relacionado de forma indirecta con la banda mafiosa Brisa de Mar, una de las m¨¢s pujantes de C¨®rcega. Los fot¨®grafos que robaron las im¨¢genes del presidente ante la puerta alquilaron un piso enfrente para poder trabajar. Nadie lo sab¨ªa y nadie lo impidi¨®. El agujero en los servicios de seguridad del presidente lleva a algunos observadores a afirmar que Manuel Valls, el ministro del Interior, m¨¢s amigo de Trierweiler que del presidente, ha traicionado a su jefe. Aunque seg¨²n Le Monde, la pareja presidencial sospecha que han sido las redes subterr¨¢neas del anterior presidente, Nicolas Sarkozy quienes han tendido la trampa a su sucesor.
El nido de amor clandestino de la calle Du Cirque tiene detr¨¢s una historia cuando menos extra?a. Su propietario es un inocente jubilado de 71 a?os, Jean-Pierre Discazeaux, que vive en Biarritz, y que en 2011 alquil¨® el piso a la actriz Emmanuelle Hauck, nacida en Bastia (C¨®rcega), quien a su vez se lo prest¨® a su amiga Julie Gayet, la amante de Hollande, mientras esta realizaba obras en su estudio de la calle Fauburg Saint-Honor¨¦.
Hauck estuvo casada hasta hace seis a?os y tiene seis hijos con el actor corso Michel Ferracci, protagonista de la serie televisiva Mafiosa, que fue condenado en noviembre pasado a 18 meses de c¨¢rcel por abuso de confianza en el proceso del C¨ªrculo Wagram, una timba clandestina parisiense de altos vuelos de la que Ferracci era director y que manten¨ªa estrechos lazos con Brisa de Mar.
Despu¨¦s de separarse de Ferracci, Hauck se emparej¨® con otro corso, un tal Fran?ois Masini, que fue asesinado a balazos el 31 de mayo de 2013 durante un ajuste de cuentas en el norte de la isla mediterr¨¢nea.
Estas informaciones suscitan algunas dudas. En primer lugar, sobre la prudencia de Hollande, que ha expuesto la funci¨®n presidencial a un gran embrollo sentimental y se ha visto inmerso, aunque sea de forma fortuita, en una red ligada a la mafia corsa. En segundo lugar, sobre la seguridad del jefe del Estado. Seg¨²n el diario digital Mediapart, si el ministro del Interior no sab¨ªa nada de todo eso, pec¨® de incompetencia, y s¨ª lo sab¨ªa, parece razonable dudar de su lealtad hacia Hollande.
Manuel Valls rechaz¨® ayer toda responsabilidad en el asunto, y coment¨® que el Grupo de Seguridad de la Presidencia de la Rep¨²blica (GSPR), dirigido por la comisaria Sophie Hatt, ¡°dispone de una absoluta autonom¨ªa de funcionamiento¡±. El ministro a?adi¨® que ¡°no estaba al corriente de los desplazamientos del presidente¡±: "Si decide ir a alg¨²n sitio, es su responsabilidad", dijo.
Valls asegura que solo conoci¨® los detalles de la historia el domingo por la noche, y culpa impl¨ªcitamente a Hollande de haber cometido una ligereza: ¡°Esto no es Estados Unidos: si un ministro o un pol¨ªtico decide no aceptar un dispositivo de seguridad, no se le impone hacerlo¡±.
Fuentes del El¨ªseo afirmaron que Hollande ha visitado el apartamento una docena de veces desde el oto?o de 2013, y que llegaba hasta la calle Du Cirque como pasajero en una moto perteneciente a la flota del El¨ªseo conducida por un miembro de su escolta. Un segundo escolta le acompa?aba. Ninguno de ellos investig¨® el pasado de la inquilina corsa, ni sus lazos con individuos de perfil tan dudoso, seg¨²n el El¨ªseo. Tampoco supieron que los paparazzi que robaron las fotos del presidente hab¨ªan alquilado un piso cercano para hacer el reportaje de la revista Closer.
?Hay una mano negra detr¨¢s de los amor¨ªos de Hollande? En el El¨ªseo sospechan del entorno de Sarkozy, ya que los rumores sobre la relaci¨®n secreta del presidente han sido aventados por varias redes cercanas al expresidente, que mantiene sus contactos en la c¨²pula policial y en el servicio de seguridad del El¨ªseo. En diciembre, Closer public¨® que uno de los hijos de Trierweiler hab¨ªa sido detenido por posesi¨®n de hach¨ªs. Seg¨²n Le Monde, la pareja, o expareja presidencial, vio en ese asunto ¡°la acci¨®n de las redes subterr¨¢neas de Sarkozy¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.