El presidente de Guatemala llega debilitado al ecuador de su mandato
La violencia, las acusaciones de corrupci¨®n y la falta de firmeza en sus decisiones minan la credibilidad de Otto P¨¦rez
Al llegar al ecuador de su mandato, el presidente de Guatemala, Otto P¨¦rez Molina, ha perdido la credibilidad del 44% de sus gobernados y ya solo el 56% de la poblaci¨®n aprueba su gesti¨®n, de acuerdo con una encuesta publicada este lunes por el matutino Prensa Libre.
Aunque es cierto que el resultado lo coloca mejor que sus predecesores inmediatos a esta altura del mandato (?lvaro Colom, 43%, y ?scar Berger, 18,5%), tambi¨¦n es verdad que en el ¨²ltimo a?o P¨¦rez Molina ha perdido 14 puntos porcentuales en relaci¨®n a la calificaci¨®n alcanzada el a?o anterior, seg¨²n la muestra citada.
No hay que buscar mucho para explicar este descenso. El Gobierno reprueba en sus dos principales promesas de campa?a: mano dura contra la criminalidad, y transparencia en el manejo de la cosa p¨²blica. En el primer tema, 2013 cerr¨® con 6.072 homicidios, lo que da un promedio de 16 diarios, cifras que est¨¢n por encima de las del a?o anterior. En el campo de la transparencia, existe la percepci¨®n generalizada de que Guatemala ha retrocedido.
¡°Guatemala retrocede como consecuencia de su falta de pol¨ªticas claras en la lucha contra la corrupci¨®n¡±, afirma Alejando Balcells, del Consejo para la Defensa de la Constituci¨®n (Cedecon). En su informe de 2013, Transparencia Internacional coloca a Guatemala en el s¨¦ptimo lugar del hemisferio como el pa¨ªs menos transparente, con una calificaci¨®n de 29 puntos. Venezuela, con 20, ocupa el ¨²ltimo lugar. A nivel mundial, ocupa el puesto 123 sobre las 177 naciones calificadas.
Entre las causas que mejor explican este problema est¨¢ lo que aqu¨ª se conoce como ¡°deuda pol¨ªtica¡±, que se refiere a los compromisos adquiridos por los candidatos durante su campa?a, que alcanzas cifras multimillonarias. En este pa¨ªs, con excepci¨®n de Vinicio Cerezo (1986-1991), todos los candidatos han llegado al poder despu¨¦s de dos o tres intentos, por lo que su deuda es monumental y condiciona toda la gesti¨®n a saldar el compromiso, pasando por encima de las leyes que norman las contrataciones del Estado.
No son los ¨²nicos problemas que explican el descenso en la popularidad del mandatario. Contrario a la imagen de hombre duro ¨CP¨¦rez es un general que gan¨® sus galones durante la guerra que ensangrent¨® Guatemala entre 1960 y 1996¨C existe la impresi¨®n generalizada de que el mandatario cede con mucha facilidad a las presiones de su vicepresidente, Roxana Baldetti.
¡°Tenemos un gobierno bic¨¦falo. P¨¦rez acostumbra consensuar muchas de las decisiones con la vicepresidenta¡±, resume el analista Gustavo Berganza. Proyecta, adem¨¢s, una imagen de debilidad, duramente criticada por P¨¦rez durante la campa?a por el protagonismo excesivo de la mujer de ?lvaro Colom durante el mandato de este (2008-2012). Lo anterior, en un pa¨ªs con larga tradici¨®n autoritaria, resta liderazgo al mandatario.
Los resultados del ¡°Pacto Hambre Cero¡±, el osito de felpa de la vicepresidente Baldetti, tambi¨¦n fueron suspendidos durante un foro realizado por la universidad Rafael Land¨ªvar (jesuitas). ¡°Los programas sociales no dan prioridad a los lugares m¨¢s afectados. Programas contra el hambre, la desnutrici¨®n y la pobreza son atendidos de manera superficial y no de fondo¡±, concluyeron los acad¨¦micos Jaime Carrera y Juan Lee.
En declaraciones a la prensa local ¨Ceste periodista gestion¨®, sin ¨¦xito, una entrevista con el mandatario desde mediados de diciembre¨C P¨¦rez Molina admiti¨® entre las debilidades de su gobierno la necesidad de sistematizar los programas de proyecci¨®n social. Entre sus logros enfatiza haber sentado las bases para ¡°ordenar la casa¡±, lo que, seg¨²n asegura el mandatario, dar¨¢ frutos importantes a lo largo del resto de su mandato, que termina en enero de 2015.
Admite tambi¨¦n haber fracasado en aspectos como la generaci¨®n de empleo, y en no alcanzar un acuerdo parael cese de deportaciones de guatemaltecos que trabajan ilegalmente en Estados Unidos (1,5 millones, seg¨²n el mandatario; hasta 2,2 millones, seg¨²n su ministro de Econom¨ªa, Sergio de la Torre), y cuyas remesas familiares constituyen uno de los pilares m¨¢s s¨®lidos de la econom¨ªa del pa¨ªs.
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