El plante del m¨¦dico que dijo no al narco
El portavoz de las autodefensas de Michoac¨¢n acepta el repliegue de civiles si el Ej¨¦rcito desarma al c¨¢rtel de Los Caballeros Templarios
¡°Jos¨¦ Manuel Mireles es l¨ªder y es uno m¨¢s entre los compa?eros de las autodefensas. Con o sin ¨¦l, este movimiento va a seguir adelante¡±, dec¨ªa el domingo Arturo Barrag¨¢n, miembro de las polic¨ªas comunitarias de Tepalcatepec, en el violento estado mexicano de Michoac¨¢n. Este vecino de 35 a?os se refer¨ªa a su estado de salud despu¨¦s del accidente de avioneta sufrido el pasado 4 de enero, donde muri¨® el piloto. La misma aseveraci¨®n fue hecha d¨ªas antes por la organizaci¨®n autodenominada Valor por Michoac¨¢n, que a trav¨¦s de redes sociales ha desmentido ya el abandono de las armas anunciado por el propio Mireles en un v¨ªdeo emitido en televisi¨®n el lunes por la noche. Una decisi¨®n que condicion¨® horas mas tarde en otro mensaje difundido en redes sociales a que el Ej¨¦rcito desarmase primero al c¨¢rtel de Los Caballeros Templarios.
Hasta entonces, Jos¨¦ Manuel Mireles llevaba m¨¢s de una semana sin hablar con los medios. Tampoco con la gente que lo rodea, lo m¨ªnimo hasta que complete su rehabilitaci¨®n despu¨¦s de las dos intervenciones derivadas del accidente. Con la mand¨ªbula dislocada, a¨²n convaleciente, Mireles anunci¨® que las autodefensas aceptaban la propuesta del Gobierno de replegarse a sus territorios y dejar las armas. En su intervenci¨®n, llamaba ¡°amigo¡± al gobernador del Estado, el pri¨ªsta Fausto Vallejo. En el mes de noviembre, tras su regreso al cargo despu¨¦s de unos mesea ausente por enfermedad, Mireles declaraba a EL PA?S: ¡°Nada ha cambiado tras el regreso de Fausto, por eso decidimos intervenir por nuestra cuenta¡±.
Mireles, el doctor para sus vecinos de Tepalcatepec, o el portavoz de las autodefensas de Michoac¨¢n-grupos de civiles armados- para los medios, fue dado de alta el domingo en un hospital privado de la Ciudad de M¨¦xico donde, se dijo, el Ejecutivo central lo cuid¨® como a un hijo. No en balde, critican algunos, Mireles ocup¨® cargos del PRI, el partido que gobierna el pa¨ªs, entre 1984 y 1986. Fuentes proximas a ¨¦l aseguran que el doctor se encuentra ya en su rancho de Tepeque -como llaman familiarmente al municipio de Tepalcatepec-, pero la versi¨®n oficial es que ha sido trasladado ¡°a un lugar desconocido¡± dentro del Distrito Federal para ¡°mantener algunos contactos¡±, ha asegurado Arturo Barrag¨¢n, miembro de las autodefensas.
Aunque un avi¨®n haya sido el ¨²ltimo elemento que ha puesto su vida en peligro, Mireles lleva a?os esquivando la muerte. Adem¨¢s de su trabajo como cirujano, la lucha contra el narcotr¨¢fico, que secuestr¨® a varios miembros de su familia, lo ha puesto contra las cuerdas en m¨¢s de una ocasi¨®n. Las denuncias del pasado mes de junio, cuando dijo que la gota que colm¨® el vaso para que los ciudadanos se levantaran en armas fue que el c¨¢rtel de los Caballeros Templarios se metiera con sus mujeres (¡°Se las llevaban y no las devolv¨ªan hasta que las dejaban embarazadas¡±, asegur¨®) le valieron las amenzasa del narco. El Consejo Estatal de las Autodefensas le prohibi¨® un tiempo hablar con la prensa. Cambi¨® de tel¨¦fono y se escondi¨® un par de meses. Todo despu¨¦s de que el portavoz del Gobierno del Estado de Michoac¨¢n, Julio Hern¨¢ndez, le achacara una condena entre 1988 a 1992 por cargos de siembra y cosecha de mariguana, algo que ¨¦l rechaz¨® en su d¨ªa. Seg¨²n han publicado algunos medios, despu¨¦s de esta etapa, el doctor se habr¨ªa trasladado a Sacramento, en Estados Unidos. All¨ª fue nombrado presidente de la Confederaci¨®n de Clubes Michoacanos del PRD -el partido de la izquierda en M¨¦xico-, en California. ¡°Desde esa plataforma pretend¨ªa ser diputado en el Congreso mexicano representando a los migrantes. Regres¨® a M¨¦xico en 2007 y no logr¨® diputaci¨®n¡±, ha publicado el diario Reforma.
El doctor, hijo de un agricultor y una ama de casa, con los cincuenta a?os ya cumplidos y tres hijos, es un hombre ¡°valiente¡±, dec¨ªan sus compa?eros, apuesto y de rasgos muy caracter¨ªsticos: ojos verdes, cabello gris, bigote y 1,90 de estatura. Sonr¨ªe poco, y cuando lo hace, suele ser para posar en una foto obligado, animar a los compa?eros o como cierre de un comentario de tinte amargo. ¡°Vamos a tratar de no morir¡±, decia antes de una incursi¨®n hace un par de meses.
Hasta la fecha, las autodefensas han sido un aliado inc¨®modo para la polic¨ªa federal y el Ej¨¦rcito, que mira para otro lado a la hora de desarmar a una poblaci¨®n que por ley, no podr¨ªa llevar consigo semejante arsenal. En esta relaci¨®n, Mireles act¨²a de intermediario, como uno de los l¨ªderes m¨¢s dialogantes dentro de las autodefensas. El 26 de octubre, cuando las guardias comunitarias trataron de entrar en la ciudad de Apatzing¨¢n, n¨²cleo econ¨®mico de la violenta regi¨®n de Tierra Caliente, donde los ataques se han recrudecido en los ¨²ltimos d¨ªas, el doctor dirigi¨® a un ej¨¦rcito de campesinos. La urbe, de 100.000 habitantes y basti¨®n de los Templarios los recibi¨® a golpe de granadas. Pese a ser consciente del peligro, Mireles mantuvo la calma despu¨¦s de los tiroteos en la plaza principal que dejaron heridos a cuatro civiles. Entre reuniones con las fuerzas de seguridad ¨¦l promet¨ªa una y otra vez que no pasar¨ªamos all¨ª la noche: ¡°Debo volver, soy padrino en la fiesta de una quincea?era¡±. Pasado el peligro, Mireles pas¨® el tel¨¦fono a su hijo y le hizo una ¨²ltima petici¨®n: ¡°Llama a tu madre, anda, y dile que ya vamos a casa y que estamos bien¡±.
Aunque la prensa lo ha hecho l¨ªder, ¡°como ¨¦l hay muchos, forma parte del Consejo de Autodefensas¡±dec¨ªa hace unos d¨ªas Valor por Michoac¨¢n. Queda saber ahora si ese ¡°con o sin Mireles seguiremos adelante¡± se transformar¨¢ en un ¡°diga lo que diga Mireles seguiremos adelante¡±.
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