Entre la espada y la pared
Si Pek¨ªn no abre una investigaci¨®n todo el discurso desarrollado estos meses perder¨¢ la credibilidad
Las revelaciones sobre la corrupci¨®n en las ¨¦lites chinas plantean un desider¨¢tum inevitable a Xi Jinping. Muy especialmente tras sus reiteradas e insistentes alocuciones sobre la necesidad de golpear indistintamente a ¡°tigres¡± y ¡°moscas¡±, a corruptos de alto copete y a los de poca monta, se?alando que no habr¨ªa espacios de inmunidad.
Si no abre una investigaci¨®n y ocurre ahora como cuando se registraron denuncias similares a prop¨®sito del ex primer ministro Wen Jiabao y otros l¨ªderes de primer nivel, todo el discurso desarrollado a lo largo de estos meses perder¨¢ la credibilidad que hab¨ªa concitado en buena parte de la sociedad china, ansiosa de poner coto a esta lacra y para quienes la corrupci¨®n es hoy mayor que en tiempos del KMT, cuando China era el predio de cuatro grandes familias, una percepci¨®n, exagerada o no, que igualmente parece compartir el propio PCCh al se?alar que en su combate se juega el futuro pol¨ªtico.
Las denuncias llegan precisamente en un momento en que China vive una de las campa?as m¨¢s activas contra este fen¨®meno, llamada a durar un semestre m¨¢s, y que alcanz¨® cuotas rara vez vistas en China. No obstante, estas revelaciones constituyen su aut¨¦ntica prueba de fuego, lo cual, tanto si act¨²a como si no, puede provocar no pocas turbulencias pol¨ªticas.
Si Xi Jinping opta por mirar a otro lado y proceder tal como estaba previsto contra Zhou Yongkang, ex miembro del Comit¨¦ Permanente del Bur¨® Pol¨ªtico del PCCh, actualmente sometido al ¡°shuanggui¡±, una detenci¨®n extrajudicial por graves acusaciones que revelar¨ªan la excesiva cercan¨ªa existente entre la pol¨ªtica y las pr¨¢cticas delictivas al m¨¢ximo nivel, pero aplica otra vara de medir a los supuestos denunciados, un secreto nacional que por otra parte todo el mundo conoce, en frase muy com¨²n en China, su cr¨¦dito caer¨¢ en picado.
Una vez m¨¢s quedar¨¢ en evidencia la discrecionalidad del poder, precisamente aquello que el mismo inst¨® a limitar a trav¨¦s del incremento sustancial del proceso normativo en esta y otras materias apelando incluso a una mayor independencia de los tribunales. Y es que solo as¨ª se puede favorecer una acci¨®n sostenida contra esta lacra, desmintiendo la hip¨®tesis que la asocia a una simple y oportuna coartada para asentar el liderazgo de los reci¨¦n llegados frente a sus rivales.
La clave para un avance persistente y duradero en este ¨¢mbito exige tanto investigaci¨®n y transparencia como una fuerte inversi¨®n en ¨¦tica. Y el desastre ¨¦tico en la China de hoy es, en gran medida, producto de una reforma que ha glorificado la ganancia, el beneficio y el lucro. La ¨¦tica debiera ser jugar un rol tan ¡°decisivo¡± como el mercado si se aspira a establecer s¨®lidos diques estructurales contra la corrupci¨®n.
Pero un ejemplo vale m¨¢s que mil palabras. Y el ejemplo ahora est¨¢ encima de la mesa. ?Se coger¨¢ de una vez el toro por los cuernos o nadie se dar¨¢ por enterado?
Xulio R¨ªos es director del Observatorio de la Pol¨ªtica China
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