El Banco Central vuelve a vender d¨®lares para evitar la devaluaci¨®n del peso

El Gobierno argentino intenta que el d¨®lar oficial no cueste m¨¢s de ocho pesos. O lo que es lo mismo: que la depreciaci¨®n sufrida entre el mi¨¦rcoles y el viernes, se quede justo ah¨ª y no siga despe?¨¢ndose. Para conseguir echar el freno en plena cuesta abajo el Banco Central se ha visto obligado a desprenderse en 48 horas de un buen pu?ado de divisas. El jueves vendi¨® 100 millones de d¨®lares y el viernes 160 millones. La buena noticia es que mediante esa venta de d¨®lares y el anuncio hecho el viernes de que a partir del lunes las personas f¨ªsicas podr¨ªan comprar d¨®lares, el Gobierno logr¨® que el d¨®lar oficial se quedase en los ocho pesos y que el d¨®lar negro o blue, el del mercado ilegal, bajara en un s¨®lo d¨ªa de los 13 pesos a 11,70. La mala es que el Banco Central solo dispone ahora de 29.063 millones de d¨®lares en reservas, un nivel que no se registraba en los ¨²ltimos siete a?os. Y a partir del lunes, si el Gobierno cumple su palabra y abre la mano para que los ciudadanos compren d¨®lares, las reservas del Central pueden continuar achic¨¢ndose.

Buena parte de los dirigentes opositores salieron en tromba el viernes a criticar la medida del Gobierno, a pesar de que muchos de ellos ven¨ªan reclamando desde hace meses que el Ejecutivo renunciara a lo que la prensa cr¨ªtica bautiz¨® como cepo cambiario o restricciones a la compra del d¨®lar. No obstante, la mayor¨ªa de los pol¨ªticos opositores se quejaban de que esta medida supone solo un parche y no ataca el problema central de la econom¨ªa argentina, que es la inflaci¨®n.

El diputado opositor Sergio Massa, dirigente oficialista hasta que decidi¨® crear su propio partido en las elecciones legislativas del pasado octubre, se?al¨®: ¡°Hay mucho zigzag en la pol¨ªtica econ¨®mica en los ¨²ltimos 20 d¨ªas. No se toma con seriedad el problema central, que es la inflaci¨®n. Este anuncio generar¨¢ mayor presi¨®n de los precios sobre los salarios, y pierde el jubilado y el trabajador, no el empresario que anda especulando¡±. Tras reunirse de urgencia con su equipo econ¨®mico, Massa emiti¨® un comunicado en el que se dec¨ªa: ¡°Es evidente que el Gobierno no tiene capacidad para enfrentar la inflaci¨®n. Y las decisiones que se vienen adoptando no hacen m¨¢s que agravar el problema. No hay coherencia, se cambian los criterios reiteradamente, y la elevada inflaci¨®n, la p¨¦rdida de reservas y las tensiones cambiarias son la consecuencia de la falta de un programa econ¨®mico consistente¡±.

El diputado socialista Hermes Binner calific¨® de grave el ¡°vaciamiento¡± de las reservas del Banco Central. "No se trata de tocar una tecla, sino de tener una pol¨ªtica coherente que contemple las reservas, la emisi¨®n, la pol¨ªtica cambiaria y el honrar las deudas¡±. Alfonso Prat Gay, quien fue presidente del Banco Central (2002-2004) con N¨¦stor Kirchner y ahora ejerce de diputado opositor, declar¨® al diario Clar¨ªn: ¡°La cr¨ªtica que les hago es que est¨¢n mirando los s¨ªntomas y no la cuesti¨®n de fondo que es la inflaci¨®n, tendr¨ªan que tener programa para bajar inflaci¨®n. Se han pasado estos dos meses tratando de cerrar los canales donde la demanda se llevaba d¨®lares, con impuestos al turismo, jorobando a las compras por Internet¡­ Pero no tomaron ninguna medida para estimular la oferta y ahora vuelven a incrementar la presi¨®n sobre las reservas¡±.

Hay numerosos economistas de la oposici¨®n que no creen que el Gobierno vaya a facilitar de forma notable la compra de d¨®lares. Hasta el lunes no se conocer¨¢ la letra peque?a de la medida que anunci¨® el Gobierno. Si realmente no hay excesivas trabas para la compra, es previsible que se frene la escalada del d¨®lar en los mercados ilegales. Pero menguar¨¢n las divisas del Banco Central. Desde que el Ejecutivo de Cristina Fern¨¢ndez comenz¨® en octubre de 2011 a implantar restricciones para la compra de d¨®lares, el Banco Central perdi¨® 22.000 millones de d¨®lares de sus reservas. Buena parte de ese dinero se destin¨® a pagar deudas. Pero otra parte se invirti¨® en evitar que el d¨®lar blue siguiera ganando valor frente al peso.