Per¨² y Chile aguardan por el fallo de La Haya que definir¨¢ sus aguas territoriales

El Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) lleva casi 70 a?os resolviendo diferendos territoriales, y este lunes, Per¨² y Chile afrontan un fallo hist¨®rico que definir¨¢ la soberan¨ªa de sus aguas en el Oc¨¦ano Pac¨ªfico.

La demanda, presentada en 2008 por Lima contra Santiago, pide a los jueces que sancionen como frontera una l¨ªnea equidistante trazada desde la costa. Pretende dividir por igual la porci¨®n de mar correspondiente a cada una, e incorpora una zona pesquera de 38.000 kil¨®metros cuadrados reclamada por sus vecinos.

El lado chileno, por el contrario, defiende la delimitaci¨®n actual, es decir, la l¨ªnea paralela que emanar¨ªa de los tratados chileno-peruanos de 1952 y 1954. Las posturas parecen irreconciliables, pero la inminencia de la decisi¨®n judicial ha generado llamadas a la prudencia. Descartado el desacato, puesto que las dos partes han asegurado que aceptar¨¢n el parecer del TIJ, la resoluci¨®n puede servir para que peruanos y chilenos ¡°construyan un futuro distinto juntos¡±.

La frase es de la abogada chilena Astrid Espaliat, asesora del equipo jur¨ªdico destacado en La Haya, sede del Tribunal. Aunque en las pugnas fronterizas suele ser dif¨ªcil ceder, ella no est¨¢ sola en su deseo de armon¨ªa vecinal. Juristas, historiadores y antiguos pol¨ªticos de las dos nacionalidades subrayan la voluntad de abrir una nueva fase en las relaciones bilaterales.

Rafael Roncagliolo, exministro de Exteriores peruano, ha sido el m¨¢s as¨¦ptico. En una conferencia dictada en la Pontificia Universidad Cat¨®lica del Per¨² (PUCP), calific¨® de ¡°controversia jur¨ªdica, y no pol¨ªtica¡± la situaci¨®n. Como si de una respuesta se tratara, Jos¨¦ Rodr¨ªguez Elizondo, abogado y antiguo diplom¨¢tico chileno, ha declarado lo siguiente al diario El Comercio: ¡°Para los que pensamos que tras la cobertura jur¨ªdica siempre hubo un problema de poder, el cumplimiento del fallo debe ser parte de una voluntad pol¨ªtica bilateral (¡­) de terminar de una vez con los conflictos de frontera, para poder volcarnos en el desarrollo¡±.

A la espera de la lectura de la decisi¨®n, que debe correr a cargo del eslovaco Peter Tomka, presidente del TIJ, un repaso a las alegaciones de las dos partes al final del proceso deja frases contundentes. Estas son algunas.

Desde la delegaci¨®n peruana:

¡°Chile no ha probado la existencia de un tratado de l¨ªmites mar¨ªtimos entre nuestros pa¨ªses¡±, dijo Allan Wagner, agente diplom¨¢tico de su pa¨ªs ante el Tribunal y embajador en Holanda.

¡°Chile parece demostrar con su postura poco inter¨¦s en el criterio de equidad sobre la delimitaci¨®n mar¨ªtima¡±, seg¨²n Tullio Treves, abogado y experto en Derecho del Mar.

¡°Espero que el fallo sea favorable al Per¨² por ser esta una causa justa¡±, en palabras del presidente Ollanta Humala, pronunciadas en su tierra.

Desde la delegaci¨®n chilena:

¡°Las consecuencias de cambiar una frontera mar¨ªtima que tiene m¨¢s de 50 a?os ser¨ªan muy graves¡±, asegura Alberto van Klaveren, abogado, polit¨®logo y agente diplom¨¢tico de su pa¨ªs ante el Tribunal.

¡°Per¨² ha sido incapaz de presentar bases jur¨ªdicas porque no hay un acuerdo estableciendo una l¨ªnea de pesca provisional, aunque as¨ª lo diga¡±, apunto el abogado Samuel Wordsworth.

¡°Per¨² y Chile tienen un futuro com¨²n, van a seguir siendo vecinos despu¨¦s del fallo¡±, asegura el ministro de Exteriores chileno, Alfredo Moreno.

El caso de Per¨² contra Chile, como se denomina t¨¦cnicamente la demanda, ha provocado la reacci¨®n de Bolivia, el tercer vecino en discordia. La Paz lleva un siglo largo buscando la salida al mar perdida en la Guerra del Pac¨ªfico (1879-1883), librada contra Chile. Aliado de Per¨² en esa contienda, el actual presidente boliviano, Evo Morales, ha decidido que hab¨ªa llegado el momento de actuar. Despu¨¦s de analizar atentamente lo sucedido en La Haya, interpuso su propia demanda en abril de 2013. Quiere recuperar los 400 kil¨®metros de costa y 120.000 kil¨®metros cuadrados de territorio recortados tras la derrota decimon¨®nica. Para justificar su gesto, Morales asegur¨® que buscaba de Santiago ¡°una negociaci¨®n de buena fe para poder acceder de forma soberana al oc¨¦ano Pac¨ªfico¡±.

Una vez m¨¢s, un presidente latinoamericano apelaba a las bondades de la resoluci¨®n pac¨ªfica de conflictos marcada por el TIJ desde su fundaci¨®n, en1945. De todos modos, y a pesar de que los fallos judiciales suelen buscar un equilibrio para las partes (en 2009 asign¨® a Costa Rica los derechos de navegaci¨®n por el rio San Juan, y la gesti¨®n del tr¨¢fico fluvial a Nicaragua), el futuro com¨²n que todos aseguran buscar depende tanto de los pol¨ªticos como de la sociedad civil. Un binomio a¨²n por cristalizar, por ejemplo, en dos causas pendientes. La que enfrenta, de nuevo, a Costa Rica y Nicaragua, respectivamente, por la construcci¨®n de un canal para darle al r¨ªo, frontera natural compartida, una salida al mar. Y por la apertura de una carretera paralela al cauce fluvial. Sin olvidar las dos demandas de Nicaragua contra Colombia por sus espacios mar¨ªtimos, despu¨¦s de que Bogot¨¢ perdiera en 2012 parte de sus derechos en el Caribe.