¡°Si Santos me ofrece la vicepresidencia, estar¨ªa dispuesto a aceptarla¡±
El exjefe de la Polic¨ªa Nacional de Colombia regresa a su pa¨ªs, despu¨¦s de una temporada en M¨¦xico, para participar en el proceso de paz con las FARC e involucrarse en la campa?a
El general ?scar Naranjo (Bogot¨¢, 1956) ha terminado su asesor¨ªa en materia de seguridad con el gobierno de M¨¦xico y se dispone a trasladarse a Colombia, su pa¨ªs, para integrarse en la campa?a por la reelecci¨®n del presidente Juan Manuel Santos. En una entrevista con EL PA?S el martes en la capital mexicana, el ex jefe de la Polic¨ªa Nacional colombiana dice que ser¨¢ candidato a vicepresidente si as¨ª se lo pide el presidente, o lo que este disponga. Ello no implicar¨¢ que deje de participar en las negociaciones para la paz en su pa¨ªs, que se desarrollan desde noviembre de 2012 en La Habana con representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyo avance estima en un 50%, aunque puntualiz¨® que el formato de la negociaci¨®n implica ¡°que nada est¨¢ acordado hasta que todo est¨¢ acordado¡±.
¡°Si el presidente llegase a ofrecerme la f¨®rmula, ser parte de la f¨®rmula presidencial, yo estar¨ªa dispuesto a aceptar ese llamamiento; si el presidente estima que debo estar simplemente en el proceso de paz, estar¨¦ en el proceso de paz¡±, ha dicho Naranjo en la entrevista, en la que tambi¨¦n habl¨® de que por lo pronto buscar¨¢ integrar a los m¨¢s posibles, en obvia referencia al expresidente ?lvaro Uribe, para que se construya ¡°un consenso que respete el disenso¡±, y as¨ª hacer del proceso de paz una ¡°causa com¨²n¡± de los colombianos.
Pregunta. El anuncio de que conclu¨ªa su etapa en M¨¦xico lo hizo el presidente Santos con este mensaje en Twitter el viernes pasado: ¡°Hablamos con el presidente Pe?a Nieto para que el general Naranjo se pueda dedicar de lleno al proceso de paz y a la campa?a¡±. Parecer¨ªa contradictorio dedicarse de lleno al proceso de paz por un lado, y a la campa?a, por otro. ?Cu¨¢l es su plan de trabajo en Colombia?
Respuesta. Mi mundo en Colombia est¨¢ hoy comprometido con dos causas: preparar desde la fundaci¨®n Buen Gobierno una especie de bater¨ªa de propuestas pol¨ªticas para buscar la reelecci¨®n del presidente, lo que implica un ejercicio muy cr¨ªtico de qu¨¦ ha funcionado bien, qu¨¦ ha funcionado mal y qu¨¦ no se ha propuesto para que funcione. Yo dir¨ªa que es una l¨®gica de humildad del presidente Santos que est¨¢ diciendo ¡°si yo quiero la reelecci¨®n, quiero partir de una base realista de lo que hemos hecho bien y de lo que hemos hecho mal¡±.
Y en relaci¨®n con el proceso de paz, al mes estaremos pasando en La Habana cerca de 18 a 20 d¨ªas. Entonces, el esfuerzo mayor y el foco es el proceso de paz. No s¨¦ la din¨¢mica que va a tener la campa?a, lo que calculo es que para el presidente lo m¨¢s importante es que yo est¨¦ en el proceso de paz.
Para Santos lo m¨¢s importante es que yo est¨¦ en el proceso de paz
P. ?Va a participar en la campa?a electoral?
R. El anuncio que hace el presidente ratifica el hecho de que yo ya le estoy ayudando desde la fundaci¨®n Buen Gobierno, y que seguramente en estos meses de proselitismo voy a tener un nivel de exposici¨®n, acompa?¨¢ndolo en algunas giras, o simplemente teniendo reuniones no p¨²blicas, pero s¨ª con distintos sectores de la poblaci¨®n colombiana para explicar cu¨¢l es la plataforma pol¨ªtica que est¨¢ buscando la reelecci¨®n, y particularmente para generar lo que yo creo que es una necesidad en Colombia, que a partir de un consenso que respete el disenso por el proceso de paz sea posible hacer de la paz una causa com¨²n en Colombia.
P. ?Est¨¢ hablando de un consenso que incluya al presidente Uribe?
R. Estoy hablando del presidente Uribe y de otros sectores que han sido cr¨ªticos con el proceso, y a m¨ª me parece que en una democracia eso es totalmente leg¨ªtimo. El tema es c¨®mo hacer que un proceso controversial pol¨ªtico democr¨¢tico no interrumpa la posibilidad de producir unos consensos, y c¨®mo el consenso tiene obligaci¨®n de escuchar la voz del disenso. El mayor esfuerzo hoy entre los colombianos es que nos escuchemos sobre la base de argumentos y no de emociones.
P. ?Le encarg¨® el presidente Santos buscar a Uribe?
R. No, no espec¨ªficamente. Pero el presidente?ha dicho que ¨¦l est¨¢ abierto y que si se reuni¨® con las FARC, mucho m¨¢s con el presidente Uribe.
P. ?Ha hablado con Uribe?
R. S¨ª, yo tengo en lo personal una relaci¨®n magn¨ªfica con el presidente Uribe. Ahora habr¨¢ que ver c¨®mo una relaci¨®n basada en el respeto por el otro se transforma en una relaci¨®n pol¨ªtica, incluyente para los colombianos. Si hay algo que a m¨ª me seduce del talante pol¨ªtico del presidente Santos es que desde el momento en que lleg¨® a la presidencia habl¨® de la necesidad de unos procesos de unidad nacional. De cara a tan grandes desaf¨ªos como los que tiene Colombia la unidad resulta cr¨ªtica; ahora, la unidad no quiere decir ¡°unanimismo¡±, unidad significa poder debatir sobre las grandes transformaciones colombianas, con distintos enfoques, pero al final no obstruir la transformaci¨®n. (¡) Pienso que cuando uno escucha las ideas, la campa?a de presidente Uribe diciendo s¨ª apoyo la paz pero sin impunidad, hay un cambio fundamental que abre la puerta a ponernos de acuerdo en lo fundamental. Y es que ¨¦l no est¨¢ diciendo ¡°no a la paz¡±, est¨¢ diciendo ¡°s¨ª a la paz, pero¡±. La verdad que cuando se vea un poco m¨¢s el acuerdo, muchas de esas observaciones y condicionantes que est¨¢ poniendo el Centro Democr¨¢tico al proceso de paz van a quedar subsanados.
P. ?C¨®mo va a convencer al presidente Uribe de que no habr¨¢ impunidad?
R. Ese tendr¨¢ que ser un esfuerzo particularmente basado en la tolerancia. A la hora de plantearse un proceso de paz el tema es c¨®mo hacer equilibrio entre verdad, justicia y reparaci¨®n. Y habr¨ªa que ser totalmente francos en esto, pensar en que haya aplicaci¨®n extrema de justicia y que no conceda flexibilidades va a ser imposible. Aqu¨ª, mantener el equilibrio entre verdad, justicia y reparaci¨®n es el ¨¦xito. Y ah¨ª hay valoraciones subjetivas de qu¨¦ tanto cree uno que se hace justicia. Por otro lado, el pa¨ªs est¨¢ sujeto a unos est¨¢ndares internacionales de justicia transnacional e, independientemente de la voluntad de los colombianos, es signatario de una serie de acuerdos que imponen l¨ªmites para que no haya, por ejemplo, amnist¨ªas o indultos generales, sobre todo a partir de la notificaci¨®n de delitos de lesa humanidad, etc¨¦tera.
P. ?Va a ser compa?ero de f¨®rmula del presidente Santos en las elecciones?
R. Lo que podr¨ªa anticipar es que si el presidente llegase a ofrecerme ser parte de la f¨®rmula presidencial yo estar¨ªa dispuesto a aceptar; si el presidente estima que debo estar simplemente en el proceso de paz, estar¨¦ en el proceso de paz. Realmente yo no me he caracterizado por tener grandes ambiciones pol¨ªticas y lo que he pretendido siempre es prestarle un servicio al pa¨ªs. Donde el presidente Santos estime que yo soy ¨²til ah¨ª estar¨¦.
En lo personal tengo una relaci¨®n magn¨ªfica con el presidente Uribe
P. ?No hay riesgo de que una fracci¨®n de las FARC se desentienda de la autoridad de los negociadores en La Habana y contin¨²e en el conflicto?
R. Lo que marca la experiencia y las lecciones aprendidas de los procesos de paz es que el 100% de esos grupos no terminan acogi¨¦ndose totalmente a los acuerdos, y en eso hay que ser realista para tener previsi¨®n de que habr¨¢ un margen que por su radicalismo, o fundado en otras motivaciones, renunciar¨¢ al acuerdo. Ahora, lo que s¨ª parecer¨ªa importante es que nos aseguremos de que estamos frente a un interlocutor que hoy en la mesa tiene un doble comportamiento: tiene un comportamiento armado y tiene un comportamiento pol¨ªtico en la mesa, y lo digo porque a veces se pretende reducir a ese interlocutor a una caracterizaci¨®n de que son simples delincuentes o de que son simples narcotraficantes. Las FARC han estado comprometidas con el narcotr¨¢fico, pero las FARC tienen tambi¨¦n una estructura jerarquizada de mando y control y, as¨ª no est¨¦ de acuerdo, tienen unas ideas que se han desdibujado, pero que son sus ideas pol¨ªticas y que en 50 a?os se han ido transformado, algunas se han ido desfigurando, pero otras se mantienen originales. Las FARC es m¨¢s que un grupo que incursion¨® en el narcotr¨¢fico. Pretender decir que las FARC solamente son un cartel de drogas es un error y adem¨¢s har¨ªa inviable ¨¦ticamente el acuerdo, porque no estar¨ªa sentado con un c¨¢rtel de drogas buscando la paz de los colombianos.
P. ?Se negocia de drogas en La Habana?
R. Esta negociaci¨®n tiene una caracter¨ªstica sui generis y es que para comenzar a negociar, las FARC y el gobierno suscribieron un acuerdo marco que determin¨® la agenda tem¨¢tica que se iba a tratar para no distraernos en una discusi¨®n sin fin buscando un poco, como sucedi¨® en otros procesos, hablar de lo divino y lo humano. Ese acuerdo de marco general tiene el gran m¨¦rito de no haber omitido la soluci¨®n al problema de las drogas, que en el acuerdo marco las FARC y el gobierno le hayan otorgado visibilidad a ese punto a m¨ª me parece que es actuar con realidad.
P. ?Qu¨¦ defienden en La Habana las FARC en materia de narcotr¨¢fico?
R. Yo no dir¨ªa qu¨¦ defienden. Como est¨¢ redactado el punto es que las FARC y el gobierno se comprometen a discutir para solucionar el problema de las drogas en Colombia. Y la soluci¨®n pasa por tres grandes dimensiones: la de los narcocultivos, que est¨¢ en el germen de todo el tema territorial, la dimensi¨®n del procesamiento y comercializaci¨®n, que es t¨ªpicamente del narcotr¨¢fico, y el tema de consumo de los colombianos. Esos tres elementos aparecen en el acuerdo general y son los temas que estamos tratando.
P. ?Est¨¢n pidiendo las FARC mantener un pedazo del pastel del narcotr¨¢fico una vez que dejen las armas?
R. No. Ellos han hecho p¨²blicas unas posiciones durante el ¨²ltimo ciclo, pero por otro lado, al interior de la mesa, hay una din¨¢mica muy realista sobre el tema de sustituci¨®n. ?Y cu¨¢l es el punto de encuentro hoy? Que la sustituci¨®n de cultivos il¨ªcitos pasa por una transformaci¨®n integral del campo que elimine los incentivos perversos que se han creado para los campesinos que parecen estar all¨ª condenados, por presi¨®n de las mafias, a sembrar arbusto de coca. Aqu¨ª el tema de la sustituci¨®n de cultivos est¨¢ conectado al punto uno de la agenda que es la transformaci¨®n del campo.
Ma?ana jueves se publicar¨¢ aqu¨ª en Elpais.com la parte de la entrevista en donde el General Naranjo habla de su salida de M¨¦xico.
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