Conservar o cambiar, el dilema en las elecciones m¨¢s disputadas de Costa Rica
El in¨¦dito impulso de la izquierda y la disyuntiva entre tradici¨®n o ruptura son claves en los comicios en el pa¨ªs m¨¢s estable de Centroam¨¦rica
La peque?a y estable democracia de Costa Rica entra este domingo a nueva prueba con unas elecciones presidenciales que, seg¨²n los sondeos, ofrece posibilidades de triunfo a cuatro partidos pol¨ªticos despu¨¦s del cierre de una campa?a dominada por el dilema de continuar con el Partido Liberaci¨®n Nacional (PLN) o instaurar un cambio con opciones ideol¨®gicas distintas, incluido el in¨¦dito ascenso de la izquierda.
La incertidumbre electoral y la alta probabilidad de una segunda ronda predomina despu¨¦s de un proceso que comenz¨® con un clima de apat¨ªa y malestar con el sistema pol¨ªtico, pero que evolucion¨® hasta tensiones ideol¨®gicas de derecha-izquierda. En la campa?a se discuti¨® sobre el papel del Estado en este pa¨ªs de creciente desigualdad social y sobre el aborto y la legalizaci¨®n de las parejas gays, en una sociedad mayoritariamente cat¨®lica.
No hubo mayores espacios para discutir sobre seguridad ni sobre medio ambiente, a pesar de la tradici¨®n de pa¨ªs ecologista. S¨ª los ha habido para debatir c¨®mo reducir una pobreza estancada en 20% y c¨®mo reactivar una econom¨ªa que crece a un 3% anual, con un modelo dependiente del comercio e inversiones de Estados Unidos, a pesar de esfuerzos recientes por mirar hacia China.
En el fondo, sin embargo, el pa¨ªs m¨¢s estable de Centroam¨¦rica, casa de 4,3 millones de habitantes, dirime este domingo un viraje pol¨ªtico contundente al elegir al sustituto de Laura Chinchilla y a los 57 nuevos diputados. Hasta el oficialista Johnny Araya, alcalde de la capital durante dos d¨¦cadas seguidas, propone un cambio pol¨ªtico en forma (m¨¢s inclusivo) y de fondo (m¨¢s social) obligado por el malestar ciudadano. Ante el impopular gobierno de Chinchilla, Araya ha echado mano de la autocr¨ªtica para intentar hacer que su PLN se adjudique un tercer mandato continuo, algo que no ha logrado nadie desde hace 70 a?os.
Para Araya no parece f¨¢cil alcanzar el 40% m¨ªnimo de votos v¨¢lidos para ganar en primera vuelta. Su falta de carisma y el desgaste de su partido le juegan en contra. El principal opositor es Jos¨¦ Mar¨ªa Villalta, el ¨²nico y joven diputado del partido Frente Amplio, que parece haber sacado ventaja con el enojo popular y con el mill¨®n de j¨®venes electores, un tercio del padr¨®n. Su propuesta de derrotar a ¡°los mismos de siempre¡± ha enfrentado duras cr¨ªticas de grupos tradicionales que le llaman ¡°comunista¡± y por los esfuerzos ret¨®ricos para ofrecerse ¨¦l y su peque?o partido como opci¨®n potable ante el electorado en general.
En las ¨²ltimas semanas se conocieron denuncias ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) por llamadas de empresas privadas para votar contra ¡°el comunista¡± Villalta. Una de esas firmas fue la cadena de comidas r¨¢pidas Subway, que recibi¨® una llamada de atenci¨®n preventiva, por un mensaje directo del gerente a los empleados. Este s¨¢bado el Organismo de Investigaci¨®n Judicial (OIJ) confirm¨® de manera oficial que brinda seguridad a Villalta por supuestas amenazas de muerte
El ascenso in¨¦dito de una fuerza de izquierda trajo el acento ideol¨®gico a la campa?a, lo que pudo ayudar a Otto Guevara (Movimiento Libertario, derecha) a presentarse como una opci¨®n de protesta contra el PLN. Para ello, el cuatro veces candidato presidencial intent¨® combinar propuestas de corte popular como reducir los impuestos (en un pa¨ªs con un d¨¦ficit fiscal del 5,3% de su PIB) o bajar la tarifa de electricidad, con un discurso tambi¨¦n forzado hacia el centro, al punto de asegurar que se rige por principios de la doctrina social de la Iglesia.
El cuarto candidato con posibilidades es el polit¨®logo Luis Guillermo Sol¨ªs (Partido Acci¨®n Ciudadana, principal fuerza opositora en el Congreso actual) gracias a m¨²ltiples debates en el ¨²ltimo mes en medios de comunicaci¨®n y a las redes sociales, que le dieron exposici¨®n p¨²blica para presentarse como una opci¨®n intermedia. Es un hombre de buen verbo, que se ufana de ser de clase media y haberse opuesto al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. En septiembre, solo lo conoc¨ªa el 17% de la poblaci¨®n, seg¨²n una encuesta de Unimer para el diario La Naci¨®n. Hoy no hay analista que lo excluya.
Hay otros nueve candidatos presidenciales que, aunque desfavorecidos por las encuestas, podr¨ªan tener arrastre para la elecci¨®n de los 57 diputados dela Asamblea Legislativa, lo que hace prever una alta fragmentaci¨®n partidaria que obstaculizar¨¢ el trabajo del sucesor de Laura Chinchilla.
En las calles, apenas se ven las banderas de los partidos. El semanario Universidad (progresista) puso en portada como mayor grupo pol¨ªtico a los indecisos y el diario La Naci¨®n (conservador) opt¨® por no publicar la ¨²ltima encuesta que ten¨ªa programada para no aumentar la ¡°especulaci¨®n malintencionada¡±. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) asegura haber tomado todas las previsiones para una eventual segunda ronda y ya no prev¨¦ un aumento de la abstenci¨®n, como lo manifest¨® su presidente, Luis Antonio Sobrado, a principios de la campa?a. ?l espera un 70% de participaci¨®n. Mientras, los partidos se reservan algo de dinero y m¨¢rgenes para formar posibles alianzas.
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