De Hait¨ª a Curitiba: 8.000 kil¨®metros en b¨²squeda de trabajo
Los haitianos vencen distancias y una tragedia para trabajar en la construcci¨®n del estadio Arena da Baixada Lejos de los focos del Mundial, en el resto de la regi¨®n, enfrentan continuos abusos laborales
El estadio Arena da Baixada?en obras. Bajo una temperatura de m¨¢s de 30 grados, en el verano m¨¢s caliente en Curitiba de los ¨²ltimos ocho a?os, un grupo es f¨¢cilmente identificable entre decenas de trabajadores que caminan usando cascos coloridos. Aprovechando una sombra a la hora del almuerzo, se re¨²nen para conversar en los idiomas de la tierra natal, el franc¨¦s y el criollo. Son haitianos, que vencieron distancias pr¨®ximas a 8.000 kil¨®metros y una gran tragedia y acabaron trabajando en la construcci¨®n civil en Brasil. Pero, lejos de los focos del Mundial, en el resto de la regi¨®n a¨²n enfrentan condiciones de trabajo precarias.
El Sindicato de los Trabajadores en la Construcci¨®n Civil (Sintracon) de Curitiba se?ala que, cada semana, unos 15 haitianos acuden a la entidad con denuncias por los bajos salarios, la precariedad del alojamiento y la falta de seguridad. ¡°Los que tienen suerte y son contratados por empresas grandes est¨¢n bien. El problema no es con el estadio, es con las constructoras m¨¢s peque?as esparcidas por la regi¨®n metropolitana de Curitiba¡±, declara a EL PA?S el presidente del Sintracon regional, Domingos Davide, que dice realizar un seguimiento constante de las condiciones de trabajo en las obras del estadio escogido por la FIFA para acoger el Mundial.
De acuerdo con el presidente del Sintracon Curitiba, la construcci¨®n civil vive una ¡°fiebre¡± de subcontrataciones. ¡°A veces un empresario, con la idea de que va a hacerse rico con el crecimiento del sector, acaba montando una peque?a empresa de servicios y despu¨¦s no consigue saldar sus compromisos con la obra y los trabajadores¡±, a?ade. ¡°Y ah¨ª tenemos que actuar.¡±
Sobre el terreno, en las obras del estadio, se cuentan 65 haitianos entre los 1.000 profesionales del lugar. Trabajan para empresas diferentes y son oriundos de varias regiones del pa¨ªs caribe?o. La mayor¨ªa trabaja de ayudante de obra y se encargan de transportar materiales, descargar, preparar la masa, limpiar, compactar el suelo y ayudar otros empleados. Uno de ellos, que prefiere no identificarse, cuenta que est¨¢ en Brasil desde hace dos a?os, despu¨¦s de dejar la regi¨®n norte de su naci¨®n de origen y pasar por Lima (Per¨²) y por el Acre (norte de Brasil).
Desde el fuerte terremoto de 2010, el flujo migratorio de haitianos a Brasil -que lidera el mando militar de la misi¨®n de estabilizaci¨®n de las Naciones Unidas en aquel pa¨ªs- se intensific¨®. Muchos llegan formados, pero encuentran obst¨¢culos en la validaci¨®n de los diplomas al buscar oportunidades de trabajo mejor remuneradas. En la construcci¨®n civil ven una oportunidad para mantenerse. En general, los haitianos est¨¢n expuestos a la explotaci¨®n de coyotes y sufren condiciones inhumanas en el agotador traslado a Brasil.
¡°Salimos de all¨¢ (Hait¨ª) pr¨¢cticamente solos. Aqu¨ª nos vamos recuperando y haciendo nuevas amistades¡±, dice uno de los trabajadores residente en Curitiba, que pide para no dar su nombre. A pesar de su integraci¨®n -se esfuerza en hablar en portugu¨¦s-, a¨²n no olvida el sue?o de un retorno exitoso a los or¨ªgenes. Otro punto en com¨²n de los obreros haitianos son las ganas de ayudar a los que se quedaron. ¡°Estamos aqu¨ª para trabajar y poder ayudar econ¨®micamente a los que est¨¢n all¨¢, para la reconstrucci¨®n del pa¨ªs¡±, a?ade otro obrero. El env¨ªo de remesas del exterior desempe?a un papel importante en el desarrollo de la naci¨®n caribe?a: supone m¨¢s del 20% de su PIB, seg¨²n agencias internacionales de desarrollo.
No todas las historias son exitosas en las obras del estadio, aunque los obreros haitianos no hagan comentarios sobre el trabajo. Varias huelgas en las obras -sobre todo por retrasos en los salarios de los obreros- han dado como fruto acuerdos para regularizar los pagos.
Hace cuatro a?os, un terremoto provoc¨® la muerte de por lo menos 220.000 personas en Hait¨ª, dejando 1,5 millones de desplazados. El fuerte sismo, de siete grados en la escala Richter, fue registrado cerca de la capital, Puerto Pr¨ªncipe, seguido de dos r¨¦plicas. Adem¨¢s de destruir hospitales, escuelas, edificios de la ONU y la sede del Gobierno nacional, la tragedia provoc¨® epidemias de c¨®lera, acentuando una crisis humanitaria en el pa¨ªs considerado como el m¨¢s pobre de Am¨¦rica. Brasil registr¨® 21 v¨ªctimas fatales.
Las obras en?Arena da Baixada son las que llevan m¨¢s retraso de los cinco estadios que faltan por concluir para el Mundial. La FIFA y autoridades p¨²blicas brasile?as ya afirmaron que si se mantiene el ritmo de construcci¨®n del fin del a?o pasado, el estadio no quedar¨ªa listo a tiempo. Ser;an indispensables nuevos turnos o m¨¢s contratos para que Curitiba sea confirmada este mes como escenario del torneo, algo que tal vez pueda dar m¨¢s oportunidades de trabajo para los haitianos de la ciudad.
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