El Gobierno franc¨¦s recula ante la presi¨®n de los ultraconservadores
Par¨ªs decide aplazar la promulgaci¨®n de la discutida Ley de la Familia
La presi¨®n de la Francia m¨¢s reaccionaria y ultra ¡ªque en las ¨²ltimas tres semanas ha tomado repetidamente las calles para manifestar su rabia y su odio al Gobierno, al presidente, Fran?ois Hollande, y al mundo en general¡ª cosech¨® ayer una significativa victoria. El Ejecutivo franc¨¦s anunci¨® este lunes su decisi¨®n de retrasar la promulgaci¨®n de la Ley de la Familia, anunciada para este a?o, hasta el siguiente ejercicio, en un intento de frenar las protestas cat¨®licas.
Tras la Marcha Pro-Vida del 19 de enero, y la llamada Jornada de la Ira, que reuni¨® el 26 de enero en Par¨ªs a 17.000 personas para protestar por la presi¨®n fiscal ¡ªla marcha degener¨® en consignas antisemitas, racistas y hom¨®fobas, y hubo disturbios y 250 detenciones¡ª, este domingo fue el turno de m¨¢s de 100.000 ciudadanos pac¨ªficos, muchos de ellos ni?os, j¨®venes y abuelos.
Ataviadas con los colores pastel de la Manif pour Tous, el movimiento tradicionalista que lider¨® la masiva oposici¨®n a la ya aprobada ley de matrimonio homosexual, las familias protestaron en Par¨ªs y Lyon contra la supuesta familifobia del Ejecutivo socialista. El queroseno de la protesta eran dos rumores, o m¨¢s bien dos patra?as: la introducci¨®n de la teor¨ªa de g¨¦nero en la escuela para promover la homosexualidad de los alumnos, y los planes del Gobierno para legalizar los vientres de alquiler.
Lejos de calmarse, el delirio de una parte hist¨®ricamente silenciosa de la sociedad francesa parece ir a peor. Estos indignados, herederos de la derecha antisemita y p¨¦tainista, han tomado el relevo de la dividida y desaparecida izquierda radical; y su creciente presencia en los medios y en las calles ha generado un ambiente en la quinta potencia econ¨®mica mundial que cada vez recuerda m¨¢s a los a?os treinta.
Bajo la mirada, a medias complaciente y a medias asustada de sus partidos de referencia, el exgaullista y hoy populista Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) y el extremista y antisistema Frente Nacional (FN), esta heterog¨¦nea galaxia reaccionaria, formada por cat¨®licos m¨¢s o menos fundamentalistas, cargos electos de ideolog¨ªa retr¨®grada, grup¨²sculos violentos, asociaciones de estudiantes racistas, seguidores del c¨®mico Dieudonn¨¦ ¡ªal que ayer Reino Unido prohibi¨® la entrada en el pa¨ªs¡ª e intelectuales negacionistas como Alain Soral, expresa sin filtros ni tab¨²es su anhelo de insurrecci¨®n.
Se autodenominan ¡°revolucionarios¡± y no dejan t¨ªtere con cabeza. Un d¨ªa exigen para Francia una ley del aborto como la que prepara el Gobierno espa?ol; otro d¨ªa insultan al presidente Hollande y exigen su dimisi¨®n ¨Cel domingo le cantaban: ¡°?acaso, Fran?ois, tu madre se llama Robert?¡±- otros intimidan a los homosexuales y a los inmigrantes.
El intelectual y senador Robert Badinter ha subrayado este domingo en Le Parisien que es ¡°la primera vez desde el final de la ocupaci¨®n que se oye gritar ¡®fuera los jud¨ªos¡¯ en las calles de Par¨ªs¡±, y ha lamentado la ¡°d¨¦bil reacci¨®n de los partidos republicanos¡± y la ¡°degeneraci¨®n del debate pol¨ªtico¡±. El viernes, Hollande hab¨ªa alertado desde Oxford contra ¡°los movimientos extremistas que no tienen fronteras e intentan crear un clima de odio¡±, y el ministro del Interior, Manuel Valls, redobl¨® el domingo ese mensaje afirmando que est¨¢ naciendo un ¡°Tea Party a la francesa¡± que solo puede ser combatido desde la izquierda.
A medida que se acercan las municipales de marzo y las europeas de mayo, y en vista de que los sondeos no mejoran, Valls ha cambiado su discurso. Primero ha dejado atr¨¢s sus diatribas contra la comunidad gitana y la libre circulaci¨®n de personas, esencia del proyecto europeo. Y ayer decidi¨® retrasar la promulgaci¨®n de la Ley de la Familia.
En paralelo, se van conociendo cada vez m¨¢s detalles sobre el entramado econ¨®mico e ideol¨®gico del Frente Nacional de Marine Le Pen, y ambos parecen bastante menos inocentes de lo que asegura su l¨ªder. Seg¨²n el libro del periodista Fr¨¦d¨¦ric Haziza Vol au-dessus d¡¯un nid de fachos, Fr¨¦d¨¦ric Chatillon, uno de los asesores favoritos de Le Pen, ex l¨ªder del grupo neonazi GUD y prestamista del FN, tiene lazos con el historiador negacionista Robert Faurisson y participa en cenas de homenaje a Hitler. Chatillon ha replicado pidiendo a la justicia que censure algunos pasajes del libro.
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