Acoso a un canal de televisi¨®n por una encuesta sobre el asedio de Leningrado

¡°?No habr¨ªa sido mejor entregar Leningrado para salvar a cientos de miles de vidas?¡± Esta era la ¨²nica pregunta de una encuesta que el canal opositor Dozhd (Lluvia) colg¨® en su p¨¢gina web en v¨ªsperas de la conmemoraci¨®n del 70 aniversario del fin del asedio nazi a Leningrado (hoy San Petersburgo), uno de los episodios m¨¢s tr¨¢gicos de la Segunda Guerra Mundial.

El bloqueo ¡ªque dur¨® casi 900 d¨ªas, desde el 8 de septiembre de 1941 hasta el 27 de enero de 1944¡ª cost¨® la vida a m¨¢s de un mill¨®n de personas, principalmente ni?os, mujeres y ancianos que murieron de hambre, fr¨ªo y en los ataques a¨¦reos diarios. Los pocos sobrevivientes de esos horrorosos acontecimientos ¡ªque cada 27 de enero van al cementerio a colocar en las tumbas no ramos de flores, sino caramelos, galletas y pan seco como s¨ªmbolos del hambre¡ª se sintieron ofendidos por la encuesta, as¨ª como tambi¨¦n muchas otras personas, que bombardearon al canal con reacciones cr¨ªticas, por considerar que la pregunta, adem¨¢s de ser inadecuada, era un insulto a la memoria de las v¨ªctimas del nazismo.

Ante la avalancha de cr¨ªticas, el canal opt¨® por quitar la pol¨¦mica pregunta de su p¨¢gina web y al d¨ªa siguiente, el redactor jefe de Dozhd pidi¨® perd¨®n, pero ya era tarde: el esc¨¢ndalo se hab¨ªa extendido por la blogoesfera rusa, comenzaron a protestar pol¨ªticos y autoridades, lo que finalmente deriv¨® en un acoso del canal y en su retiro del paquete de televisi¨®n por cable de algunas importantes compa?¨ªas rusas.

Los diputados de la Duma, indignados por lo que calificaron de ¡°intento de rehabilitaci¨®n del nazismo¡±, condenaron la ¡°conducta blasfema e insultante¡± del canal y manifestaron su intenci¨®n de aprobar una ley especial para condenar y castigar a quienes enlodan ¡°la memoria de los acontecimientos de la Gran Guerra Patria¡±.

El escritor Daniil Granin, que luch¨® como voluntario en el frente de Leningrado y despu¨¦s escribi¨® uno de los libros m¨¢s escalofriantes y despiadados sobre el asedio, relataba en el Bundestag de Berl¨ªn el mismo 27 de enero pasado ¡ªque es tambi¨¦n el D¨ªa Internacional de la Memoria del Holocausto por haber sido liberado Auschwitz en esa fecha de 1945¡ª, los horrores que vivieron los rusos en la ciudad a orillas del Nev¨¢:

¡°Una mujer pierde a su hijo, quien muere de hambre. Ten¨ªa tres a?os. Coloca el cad¨¢ver entre las ventanas, hace mucho fr¨ªo. Y cada d¨ªa corta un trocito para alimentar a su hija y salvarla aunque sea a ella. La hija ten¨ªa 12 a?os y no lo sab¨ªa. La madre no se permiti¨® ni morir ni volverse loca. La ni?a sobrevivi¨®. Habl¨¦ con ella. Lo supo todo despu¨¦s de muchos a?os. ?Pod¨¦is imaginarse en lo que se hab¨ªa convertido la vida de los asediados?¡±.

Seg¨²n Granin, el ej¨¦rcito alem¨¢n ¡°sin grandes esfuerzos, en condiciones bastante confortables, esperaba que el hambre y el fr¨ªo forzaran a la ciudad a capitular... Hac¨ªan la guerra no con armas, sino con la ayuda de la hambruna, la artiller¨ªa de largo alcance, los bombardeos. Eliminaban a civiles indefensos, que no eran capaces de participar en ese duelo. Eso es nazismo en su manifestaci¨®n m¨¢s asquerosa¡±, dijo el escritor en medio de un silencio total.

No es de extra?ar, pues, la reacci¨®n cr¨ªtica de muchos rusos ante la encuesta. Lo que s¨ª resulta extra?o son las acciones que decidieron emprender, sin ninguna base jur¨ªdica, algunas autoridades televisivas. As¨ª, el presidente de la Asociaci¨®n de TV por Cable, Yuri Pripachkin, se pronunci¨® por penalizar el canal y desconectarlo de las redes, cosa que algunos proveedores de internet y televisi¨®n digital se apresuraron a cumplir.

Pripachkin, que es adem¨¢s propietario de uno de los mayores proveedores rusos, Akado, anunci¨® la ruptura del contrato con Dozhd, argumentando el cambio de la pol¨ªtica editorial del canal, el descontento de muchos de los usuarios y las posibles p¨¦rdidas por razones de prestigio. Y Beeline, una importante compa?¨ªa telef¨®nica m¨®vil que tambi¨¦n ofrece TV por cable, retir¨®, sin explicaciones, a Dozhd del paquete que da a sus suscriptores.

¡°Por ¨²ltimo, Tricolor TV, otro gran gran proveedor de internet y televisi¨®n digital, anunci¨® su decisi¨®n de unirse a sus colegas y desconectar el canal opositor a partir del 10 de febrero. En sus declaraciones durante una rueda de prensa el propietario de Dozhd, Alexandro Vinok¨²rov, coment¨® que la decisi¨®n de Tricolor TV puede significar de hecho el cierre del canal, pero que ¨¦l est¨¢ dispuesto a luchar por el canal y no tiene intenci¨®n ninguna de cerrarlo".

El viceministro de comunicaciones ruso, Alex¨¦i Volin, propuso al propietario del canal despedir a los autores de la encuesta por ¡°idiotas¡±, mientras que la Asamblea Legislativa de San Petersburgo se propuso estudiar posibles sancionanes o incluso el cierre de Dozhd.

La verdad es que Roskomnadzor, la agencia supervisora de los medios de informaci¨®n rusa facultada para tomar medidas para censurarlos, ni siquiera ha hecho al canal una advertencia oficial, que, de efecturarse, s¨ª podr¨ªa servir de pretexto para su cierre. Esta actitud del ¨®rgano supervisor es interpretada como un apoyo indirecto a Dozhd. En defensa directa del canal intervino por su parte el Consejo de Defensa de Derechos Humanos (CDDH) adjunto al presidente, que pidi¨® a la fiscal¨ªa intervenir ante la desconexi¨®n injustificada del canal que han hecho algunas compa?¨ªas de TV por cable.

La actual presidenta del Consejo de la Federaci¨®n y exalcaldesa de San Petserburgo, Valentina Matviyenko, intent¨® calmar la histeria en torno a la desafortunada encuesta y se pronunci¨® en contra del cierre de Dozhd, aunque calific¨® el sondeo de aut¨¦ntico ¡°sacrilegio¡±. ¡°Los periodistas deben reconocer ellos mismos su error y disculparse¡±, coment¨®. Tambi¨¦n Elena Masiuk, presidenta de la comisi¨®n de libertad de expresi¨®n y derechos de periodistas en el CDDH considera que la reacci¨®n a la encuesta ha sido desproporcionada.

Lo m¨¢s grave, seg¨²n sus cr¨ªticos, es que la pregunta est¨¢ mal formulada desde un punto de vista ¨¦tico, ya que una respuesta negativa equivaldr¨ªa a una aprobaci¨®n encubierta de las miles de v¨ªctimas leningradenses del nazismo. Pero no hay mal que por bien no venga, y el esc¨¢ndalo en torno a Dozhd ha levantado una ola de inter¨¦s sobre los detalles de la historia del bloqueo de Leningrado y provocado una animada discusi¨®n sobre el derecho a hacer preguntas molestas.