Sochi se blinda por la amenaza del terrorismo islamista ante los Juegos
Putin despliega por tierra, mar y aire 40.000 agentes y fuerzas especiales
El presidente de Rusia, Vlad¨ªmir Putin, se enfrenta a un variopinto conjunto de desaf¨ªos, tal vez sin precedentes en su carrera, en los Juegos Ol¨ªmpicos de invierno de Sochi, que se inauguran el viernes en esa localidad rusa del mar Negro.
Por orden de gravedad, la lista de retos va encabezada por el terrorismo isl¨¢mico, personificado en las viudas negras, las suicidas mensajeras del Emirato del C¨¢ucaso y de otros grupos surgidos en los rescoldos de la guerra de Chechenia.
En Sochi se han tomado medidas extremas de seguridad para evitar la penetraci¨®n del terrorismo de este g¨¦nero, que amenaz¨® los Juegos por boca de Doku Um¨¢rov, el l¨ªder del Emirato del C¨¢ucaso.
Dos atentados causados por suicidas se saldaron con m¨¢s de 32 muertos a fines de a?o en la ciudad de Volgogrado. Los terroristas apuntan hacia los valores m¨¢s sagrados (la seguridad del Estado) que existen para Putin dada su trayectoria como oficial del KGB de la URSS. Por eso, el presidente vive el terrorismo como un desaf¨ªo personal y ha tomado todas las medidas a su alcance, aunque nadie puede estar totalmente seguro. Para entrar en cualquier estaci¨®n de tren hay que pasar un riguroso control de seguridad, todas las personas que acuden a la zona tienen la obligaci¨®n de registrarse, las fronteras con Abjazia est¨¢n cerradas, y los veh¨ªculos de fuera de la regi¨®n tienen prohibida la entrada, adem¨¢s hay ¡°tolerancia cero¡± para el transporte de l¨ªquidos en los aviones.
Durante el oto?o Sochi ha estado llena de carteles con las fotos de las personas buscadas por la polic¨ªa, y algunas de ellas son ya cad¨¢veres por haber sido exterminadas en operaciones policiales. En una reciente entrevista en Sochi, Putin dijo que los extremistas ¡°siempre quieren darse a conocer a todo el mundo¡± en v¨ªsperas de un acontecimiento importante y no solo deportivo, sino tambi¨¦n pol¨ªtico, y se?al¨® que las medidas de seguridad est¨¢n al mismo nivel que las grandes reuniones internacionales del G-8, por ejemplo. ¡°Recordamos bien la tragedia durante los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨²nich, cuando fue destruida casi totalmente la delegaci¨®n deportiva de Israel¡±, afirm¨® el presidente. ¡°Sabemos perfectamente cu¨¢l es la amenaza, c¨®mo atajarla y c¨®mo luchar con ella. Espero que nuestros ¨®rganos de orden p¨²blico sabr¨¢n contenerla como han hecho en otros grandes acontecimientos deportivos y pol¨ªticos¡±, dijo Putin, que agradeci¨® la colaboraci¨®n de los ¨®rganos de orden p¨²blico norteamericanos, europeos y asi¨¢ticos.
El jefe del Estado dijo que no quer¨ªa que actos terroristas como los de Volgogrado influyeran en el acontecimiento, porque ¡°si nos permitimos mostrar debilidad, mostrar nuestro miedo, esto significa que vamos a ayudar a estos terroristas a conseguir sus fines¡±. Como organizadora de los Juegos, la tarea de Rusia es ¡°garantizar la seguridad de los participantes en los Juegos y de los invitados de esta fiesta deportiva¡±. ¡°Hacemos todo para ello¡±, sentenci¨® y explic¨® que intenta que las medidas de seguridad no sean muy visibles y al mismo tiempo eficaces. En total est¨¢n movilizados 40.000 agentes de orden p¨²blico y servicios especiales que actuar¨¢n por tierra, mar y aire. ¡°Espero que esto estar¨¢ organizado de tal modo que no sea muy llamativo¡±, dijo. En el mando coordinador colaboran el Ministerio del Interior, los ¨®rganos de seguridad y el Ministerio de Defensa y hay tambi¨¦n colegas extranjeros, seg¨²n dijo.
Inofensivos desde el punto de vista de la seguridad, pero irritantes personalmente para Putin, est¨¢n los diferentes activistas de la sociedad civil, desde los ecologistas a los colectivos de gais y lesbianas, los partidos de la oposici¨®n que reclaman democracia, y los pol¨ªticos que han convertido la lucha contra la corrupci¨®n en su bandera. En este cap¨ªtulo se cuentan el abogado Alex¨¦i Navalni, que qued¨® en segundo puesto en las elecciones a la alcald¨ªa de Mosc¨², y el ex viceprimer ministro del Gobierno ruso, Bor¨ªs Nemtsov. Navalni ha sido el ¨²ltimo en publicar su informe sobre los gastos en Sochi, titulado Enciclopedia del gasto, un elaborado y claro esquema de los supuestos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en las obras de los Juegos y en los edificios p¨²blicos de la zona de Sochi. Entre los protagonistas del informe figuran la presidencia, los ferrocarriles rusos y el yerno del gobernador de Krasnodar, el poderoso Alexandr Tkachov. Navalni ha descubierto tambi¨¦n que la exesposa del jefe de Rosneft, Igor Sechin, fiel compa?ero de Vlad¨ªmir Putin en los ¨®rganos de seguridad, obtuvo un cuantioso contrato para preparar ¡°voluntarios¡± para el acontecimiento.
Los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno, que han sido calificados como los m¨¢s caros de la historia, exigen respuestas de Putin sobre la gesti¨®n de las cuentas p¨²blicas. Pero el acontecimiento pone a prueba tambi¨¦n al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, que en 2007 aval¨® Sochi como sede de los Juegos, con criterios que suscitan dudas.
Desde 2007 Rusia ha sufrido una involuci¨®n democr¨¢tica que se ha acelerado en los ¨²ltimos a?os. Bajo la batuta de Putin, que durante cuatro a?os (2008-2012) cedi¨® formalmente el puesto de presidente a Dmitri Medv¨¦dev, la Federaci¨®n Rusa ha promulgado leyes y ha adoptado pol¨ªticas que la han alejado de las reglas de juego de las sociedades democr¨¢ticas occidentales.
Pese a la ret¨®rica antioccidental que impregna los medios de informaci¨®n rusos, a Putin le gusta deslumbrar a los occidentales con lujosas instalaciones, tal como demostr¨® cuando inaugur¨® el restaurado palacio de Konstantino en San Petersburgo.
Por eso, la posibilidad de ser objeto de un boicoteo que le hubiera dejado a solas con los l¨ªderes de la Comunidad de Estados Independientes y varios dirigentes asi¨¢ticos, puede haber influido en que Putin liberara el pasado diciembre a algunos de los presos m¨¢s emblem¨¢ticos de Rusia, como los activistas de Greenpeace que intentaron ocupar una plataforma de perforaci¨®n en el ?rtico el pasado septiembre; el dirigente de la compa?¨ªa petrolera Yukos, Mija¨ªl Jodorkovski, que llevaba 10 a?os en prisi¨®n, y las dos activistas del grupo punk-rock Pussy Riot, que hab¨ªan sido condenadas a dos a?os de c¨¢rcel por entonar una canci¨®n en contra del presidente en la iglesia de Cristo Salvador de Mosc¨².
Jodorkovski fue indultado a t¨ªtulo individual sin ser obligado a reconocerse culpable para ello; las Pussy Riot lo fueron en la amnist¨ªa con motivo del 20? aniversario de la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n. Jodorkovski est¨¢ en contra del boicoteo a los Juegos y las Pussy Riot, a favor. Boicoteo o no, son muchos los que quieren aprovechar la competici¨®n deportiva para expresar su protesta contra la pol¨ªtica rusa. Todos ellos buscan la forma de hacer llegar su mensaje, como ha conseguido hacer la organizaci¨®n de derechos humanos Amnist¨ªa Internacional al organizar en Mosc¨² la danza de una fr¨¢gil bailarina esposada.
Los activistas extranjeros tendr¨¢n que luchar contra un aparato propagand¨ªstico escindido entre la costumbre de reprimir la disidencia y la conciencia de que esa represi¨®n es nociva cuando hay tantos invitados y tantas c¨¢maras a la vista.
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