?Cu¨¢nto cuesta ser embajador de Obama?
El presidente ha nombrado a muchos enviados diplom¨¢ticos entre sus donantes. La falta de experiencia de algunos ha puesto en entredicho esta pr¨¢ctica
¡°No tengo m¨¢s cuestiones para este grupo de nominados tan altamente cualificado¡±. Con esta frase plagada de iron¨ªa termin¨® el veterano senador republicano John McCain su ronda de preguntas a los candidatos a los puestos de embajadores de EE UU en Noruega y Hungr¨ªa durante la audiencia para su confirmaci¨®n de hace dos semanas. Los interpelados, George Tsunis y Colleen Bell, dos empresarios millonarios e importantes donantes de la campa?a presidencial de Barack Obama, demostraron una ignorancia manifiesta a cerca de la pol¨ªtica y los intereses de Washington en ambos pa¨ªses. Siete d¨ªas m¨¢s tarde, se repet¨ªa la escena con Noah Mamet, el candidato designado para ocupar la jefatura de la misi¨®n diplom¨¢tica estadounidense en Argentina, quien reconoci¨® que jam¨¢s hab¨ªa estado en la naci¨®n sudamericana. La falta de preparaci¨®n de los nominados por la Casa Blanca y la generalizaci¨®n durante la Administraci¨®n Obama de este tipo de distinci¨®n diplom¨¢tica entre sus aliados pol¨ªticos han levantado serias dudas sobre la conveniencia que para los objetivos y la imagen de EE UU en el exterior supone esta costumbre.
La recompensa con puestos en Embajadas a donantes es una pr¨¢ctica habitual en la Casa Blanca desde los tiempos de la Administraci¨®n Reagan.? Pese a haber asegurado, al poco tiempo de tomar posesi¨®n, que su intenci¨®n era situar como embajadores a miembros del cuerpo diplom¨¢tico, Barack Obama ha abrazado ampliamente la costumbre de su antecesor republicano . Obama es el presidente que m¨¢s jefes de misiones diplom¨¢ticas ha nombrado entre los m¨¢ximos contribuyentes a sus campa?as. El 37% de sus se?alamientos han sido pol¨ªticos, frente al 30% de los de George W. Bush y el 28% de Bill Clinton, de acuerdo con la Asociaci¨®n Americana de Servicio Exterior. Durante su segundo mandato, el 20% de este tipo de designaciones ha reca¨ªdo en personas que contribuyeron a la campa?a presidencial de 2012 con m¨¢s de 500.000 d¨®lares.
Obama es el presidente que m¨¢s jefes de misiones diplom¨¢ticas ha nombrado entre los m¨¢ximos contribuyentes a sus campa?as. El 37% de sus se?alamientos han sido pol¨ªticos, frente al 30% de los de George W. Bush y el 28% de Bill Clinton
¡°Es hora de que se ponga fin a este sistema de alquiler de embajadas por tres a?os, ninguna otra democracia importante tiene tan extendida esta pr¨¢ctica de designar a no diplom¨¢ticos para que sirvan como los representantes de nuestro pa¨ªs¡±, se?alan desde la Asociaci¨®n Americana del Servicio Exterior. En el seno de la Administraci¨®n, sin embargo, defienden este tipo de nombramientos. ¡°A lo largo de la historia ha habido muchos embajadores ajenos a la carrera diplom¨¢tica que han hecho un gran trabajo y esa es parte de las razones por las que esas designaciones van a continuar¡±, se?al¨® el viernes pasado la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki. Este verano, preguntado al respecto, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, insisti¨® en que los candidatos ¡°no hab¨ªan sido elegidos por haber apoyado la campa?a del presidente ni hab¨ªan sido excluidos s¨®lo porque lo hicieron¡±.
Casi desde el mismo momento en que Obama gan¨® sus segundas elecciones se empez¨® a especular con que la directora de la edici¨®n estadounidense de Vogue, Anna Wintour, una de las principales donantes de la campa?a de reelecci¨®n del presidente, hab¨ªa solicitado como recompensa por los servicio prestados ser la nueva inquilina de Winfield House, la residencia del embajador de EE UU en Londres. Wintour se qued¨® sin el premio que fue a parar a las manos de Mathew Barzun, un ejecutivo del mundo de la tecnolog¨ªa, responsable de las finanzas de Obama for America, la organizaci¨®n de base encargada de impulsar la agenda del presidente durante su segunda candidatura. Barzun ayud¨® a recaudar 2,31 millones de d¨®lares al equipo de Obama.
En el caso de Caroline Kennedy su puesto como jefa de la legaci¨®n diplom¨¢tica en Jap¨®n es un reconocimiento al respaldo a su candidatura durante su primera campa?a electoral.
Las embajadas de Alemania, B¨¦lgica, Italia o Espa?a tambi¨¦n se han concedido en esta ¨²ltima legislatura a importantes donantes del presidente. En Berl¨ªn est¨¢ John Emerson, presidente de un grupo de inversi¨®n de capital y antiguo director de Los Angeles Music Center. Emerson, qie don¨® m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares a las dos campa?as de Obama, sustituye a Philip Murphy, antiguo presidente del Comit¨¦ Nacional del Partido Dem¨®crata; a Bruselas se ha trasladado Denis Bauer, responsable de las finanzas de Women for Obama [Mujeres por Obama], y quien m¨¢s fondos logr¨® reunir en la pasada campa?a del presidente, 2,36 millones de d¨®lares; a Roma ha sido enviado John Phillips, un importante abogado de la capital estadounidense que ha colaborado con el Partido Dem¨®crata y que ha donado de sus bolsillos m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares a todas las campa?as de Obama; en Madrid reside desde mediados del a?o pasado James Costos, productor del canal HBO que no habla una palabra de espa?ol. Costos fue anfitri¨®n en la casa que comparte con su marido, Michael Smith -que ayud¨® a la Primera Dama, Michelle Obama, a redecorar la Casa Blanca-, de varias cenas para recaudar fondos para la segunda apuesta electoral del presidente. S¨®lo ¨¦l, contribuy¨® con 500.000 d¨®lares.
Obama no solo ha premiado con Embajadas a sus contribuyentes. En el caso de Caroline Kennedy su puesto como jefa de la legaci¨®n diplom¨¢tica en Jap¨®n es un reconocimiento al respaldo a su candidatura durante su primera campa?a electoral. El apoyo de la hija de JFK a Obama, en detrimento de Hillary Clinton, fue un espaldarazo vital para impulsar las aspiraciones del entonces candidato dentro del Partido Dem¨®crata y frente al resto de votantes.
Kennedy pas¨® la prueba de control del Senado sobre su candidatura sin mayores problemas, a diferencia de sus futuros hom¨®logos en Noruega, Hungr¨ªa o Argentina, que demostraron un bochornoso desconocimiento de la realidad social y pol¨ªtica de los pa¨ªses a los que van a estar destinados como representantes de EE UU. Preguntado por la forma de Gobierno de Noruega, Tsunis respondi¨® que ten¨ªa un presidente, sin mencionar en ning¨²n momento que se trataba de una monarqu¨ªa parlamentaria. Cuando McCain le inquiri¨® sobre el ultraderechista Partido del Progreso, Tsunis asegur¨® que esta integrado por ¡°elementos perif¨¦ricos¡± que ¡°lanzaban mensajes de odio¡± pero que hab¨ªan sido denunciados por el Gobierno. ¡°?Qu¨¦ Gobierno? ?El mismo de cuya coalici¨®n forman parte?¡±, le espet¨®, incr¨¦dulo, el senador republicano.
Cuando McCain le inquiri¨® sobre el ultraderechista Partido del Progreso, Tsunis asegur¨® que esta integrado por ¡°elementos perif¨¦ricos¡± que ¡°lanzaban mensajes de odio¡± pero que hab¨ªan sido denunciados por el Gobierno. ¡°?Qu¨¦ Gobierno? ?El mismo de cuya coalici¨®n forman parte?¡±, le espet¨®, incr¨¦dulo, el senador republicano
Tsunis es el fundador y presidente de la cadena de hoteles Chartwell y durante la ¨²ltima campa?a de Obama recaud¨® casi un mill¨®n de d¨®lares, donando, ¨¦l mismo, 300.000 al Partido Dem¨®crata. Bell, productor de culebrones de televisi¨®n, tambi¨¦n es uno de los principales contribuyentes del equipo del presidente. Durante su audiencia apenas supo enumerar los intereses principales de EE UU en Hungr¨ªa.
Mamet tampoco sali¨® mejor parado en su vista de confirmaci¨®n. El futuro embajador en Argentina es un empresario de 44 a?os fundador de Mamet & Associates, una consultora pol¨ªtica basada en Los ?ngeles que ha asesorado al Partido Dem¨®crata en varias ocasiones. ¡°He tenido la oportunidad de viajar bastante alrededor del mundo, pero nunca he tenido la ocasi¨®n de ir a Argentina¡±, reconoci¨® Mamet cuando fue preguntado por si hab¨ªa visitado su pr¨®ximo destino. En los siete meses desde que fue designado por Obama hasta la audiencia en el Senado, el asesor prefiri¨® influir en otros pol¨ªticos del Congreso para adelantar su nombramiento definitivo antes que desplazarse a Buenos Aires o estudiar la importancia estrat¨¦gica de esa naci¨®n en Am¨¦rica Latina y para EE UU, tal y como le recriminaron varios senadores.
En la Administraci¨®n se considera que una de las ventajas de colocar a personas adineradas en puestos de embajador es que pueden cubrir de sus bolsillos los costes de las fiestas y los actos de las Embajadas para las que el presupuesto de Washington no es siempre suficiente. Algunos recurren a donantes para poder cubrir gastos, otros, como el antiguo congresista Timothy Roemer, que fue designado por Obama para dirigir la misi¨®n diplom¨¢tica en India, declinan el honor amablemente por no poder permitirse semejante lujo.
Uno de los principales asesores de Obama, John Podesta, ha se?alado en alguna ocasi¨®n que los nombramientos pol¨ªticos en Embajadas pueden ser positivos ya que los designados suelen tener una estrecha relaci¨®n con el presidente y pueden entender lo que se esconde detr¨¢s de determinadas decisiones pol¨ªticas. La duda se cierne sobre el consejo o los apoyos que puedan brindar a la Casa Blanca o al Departamento de Estado aquellos jefes de las legaciones que no parecen tener ni la m¨¢s remota idea de la realidad de los pa¨ªses en los que viven.
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