Argentina admite su inflaci¨®n real
El Gobierno difunde un indicador que los analistas consideran certero, despu¨¦s de siete a?os de maquillar sus cifras
Se acabaron siete a?os de mentiras sobre el indicador de inflaci¨®n en Argentina. Presionado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner difundi¨® este jueves un ¨ªndice de precios al consumidor (IPC) que los analistas independientes consideraron verdadero. Despu¨¦s de a?os en que el Ejecutivo solo admit¨ªa una inflaci¨®n de alrededor del 1% mensual, cuando las provincias y las consultoras calculaban m¨¢s del doble, esta vez el ministro de Econom¨ªa, Axel Kicillof, que asumi¨® el cargo en noviembre pasado, anunci¨® que en enero pasado, el mes de la devaluaci¨®n del peso, el IPC ascendi¨® al 3,7%.
"Es un ¨ªndice veros¨ªmil", opin¨® el economista y exgerente general del Banco Central argentino Eduardo Levy Yeyati ante la consulta de EL PA?S. Lucas Llach, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, comparti¨® esa opini¨®n en su cuenta de la red social Twitter: "La inflaci¨®n nacional que anunciaron es la verdad, aproximadamente".
De esta manera, el Gobierno de Fern¨¢ndez reconoce una inflaci¨®n mayor a la admitida desde 2007, cuando a¨²n era presidente su marido fallecido, N¨¦stor Kirchner. La manipulaci¨®n del IPC fue una idea aplicada por Kirchner para evitar el reconocimiento de una inflaci¨®n que comenzaba a superar el 20% anual y que solo baj¨® de ese nivel en la crisis mundial de 2009. El mentor de la mentira fue el entonces superpoderoso secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Si el Gobierno admite una mayor inflaci¨®n, tambi¨¦n tendr¨¢ que reconocer que hay m¨¢s pobres de los calculados hasta ahora
Pero la falta de un ¨ªndice cre¨ªble aument¨® las expectativas de inflaci¨®n, lo que termin¨® impactando en forma negativa en los precios. La poblaci¨®n acab¨® pensando que la inflaci¨®n era a¨²n mayor que la calculada por provincias y consultoras. Por ejemplo, el a?o pasado el Gobierno de Fern¨¢ndez reconoci¨® una inflaci¨®n del 10%, las agencias provinciales de estad¨ªstica dijeron que fue del 27% y las consultoras, del 28%. La Universidad Di Tella encuestaba a ciudadanos sobre cu¨¢nta era la inflaci¨®n y ellos respond¨ªan que m¨¢s del 30%.
Los primeros que denunciaron la manipulaci¨®n del IPC fueron los propios trabajadores del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos (INDEC), que ayer se manifestaron otra vez en las calles, como lo hicieron durante siete a?os pese a las sanciones que sufrieron algunos de ellos.
El delegado sindical de ellos, Ra¨²l Llaneza, lament¨® ante este diario que el Gobierno de Fern¨¢ndez no reaccionara ante esas protestas sino ante la amenaza que el FMI le hizo a Argentina en 2012 de que la amonestar¨ªa si segu¨ªa subestimando la inflaci¨®n. Las sanciones del Fondo van desde la interrupci¨®n de l¨ªneas de financiamiento, a las que en la actualidad el pa¨ªs sudamericano no recurre, hasta la expulsi¨®n del organismo. Al Gobierno de Fern¨¢ndez no le interesan las recetas de ajuste que recomienda el FMI, pero tampoco quiere romper lazos con el que puede ser prestamista de ¨²ltima instancia si se profundizara la actual crisis cambiaria y sobre todo porque necesita de la bendici¨®n del Fondo para acabar con la actual negociaci¨®n de su deuda impaga con el Club de Par¨ªs, grupo de 19 pa¨ªses acreedores, entre los que est¨¢n Alemania, Jap¨®n, Espa?a, EE UU y Holanda. En un tiempo en que Argentina ha sufrido una subida del 20% del d¨®lar frente al peso por la escasez de divisas en el pa¨ªs, un acuerdo de reestructuraci¨®n de la deuda del Club de Par¨ªs podr¨ªa facilitar la llegada de nuevos pr¨¦stamos de pa¨ªses y del sector privado. Pero el club impone como condici¨®n que el pa¨ªs deudor se encuentre bajo un programa del FMI, exigencia que Argentina rechaza pero que podr¨ªa ser reemplazada con un monitoreo econ¨®mico anual del Fondo. Ese control, que no implica exigencias de pol¨ªtica econ¨®mica sino solo opini¨®n de parte del Fondo sobre la situaci¨®n de un pa¨ªs, se dej¨® de hacer en 2006 y ahora, con el nuevo IPC m¨¢s cre¨ªble, seguramente ser¨¢ un poco menos cr¨ªtico.
El reconocimiento de la inflaci¨®n por parte del Gobierno argentino seguramente tendr¨¢ varias consecuencias. Se trata de admitir un problema que antes se negaba. Fue posible en parte porque en noviembre pasado Moreno se march¨® del Gobierno y porque quien tom¨® las riendas de la pol¨ªtica econ¨®mica fue Kicillof, que como investigador universitario era cr¨ªtico de la subestimaci¨®n del IPC pero guard¨® silencio en el periodo en que fue viceministro de Econom¨ªa, entre 2011 y 2013. Si el Gobierno admite una mayor inflaci¨®n, tambi¨¦n tendr¨¢ que reconocer que hay m¨¢s pobres de los calculados hasta ahora. El INDEC dec¨ªa que solo el 4,7% de los argentinos sufr¨ªa la pobreza, pero organizaciones como la Universidad Cat¨®lica Argentina advert¨ªan que un cuarto de ellos padec¨ªan carencias b¨¢sicas.
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