El Gobierno de Venezuela militariza el Estado T¨¢chira
Maduro reconoce los problemas para controlar el orden p¨²blico en la capital, San Crist¨®bal. Oficiales generales de la Guardia Nacional formar¨¢n un estado mayor para enfrentar la situaci¨®n
El Gobierno venezolano ha reconocido el grave problema de orden p¨²blico que se vive en San Crist¨®bal, la capital del Estado T¨¢chira, en la frontera con Colombia. El ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodr¨ªguez Torres, asegur¨® este mi¨¦rcoles que por obra de las protestas la ciudadan¨ªa est¨¢ sometida a un virtual toque de queda. En respuesta, el Gobierno ha decidido suspender el porte de armas, militarizar con el Ej¨¦rcito todas las v¨ªas de acceso hacia esa poblaci¨®n y enviar refuerzos de la Guardia Nacional Bolivariana para restablecer el orden p¨²blico. Pero no contento con ello el presidente Nicol¨¢s Maduro amenaz¨® con imponer un estado de excepci¨®n especial en la ciudad si con estas primeras decisiones no recuperan el control.
Esa declaraci¨®n de Maduro es todo un hito en tres lustros de Gobierno chavista. Ni en la peor de sus circunstancias ¨Cque incluyen un breve golpe de Estado en 2002 y un paro de dos meses de Petr¨®leos de Venezuela, la principal fuente de ingresos del Estado- su antecesor Hugo Ch¨¢vez mencion¨® esa posibilidad. En el relato del chavismo la suspensi¨®n de garant¨ªas constitucionales recuerda la represi¨®n y coincide con las peores crisis de los Gobiernos de la democracia de partidos (1958-1998), sus enemigos hist¨®ricos. Cuando en 1989 ocurrieron los disturbios luego bautizados como El Caracazo ¨Cmasivas protestas y saqueos en la ciudad capital contra el entonces presidente Carlos Andr¨¦s P¨¦rez tras la aplicaci¨®n de las recetas econ¨®micas sugeridas por el Fondo Monetario Internacional- el Ejecutivo de la ¨¦poca restringi¨® la circulaci¨®n e impuso un toque de queda a la poblaci¨®n durante la noche del segundo d¨ªa de disturbios. Para un Gobierno que se reivindica como izquierdista y defensor de los pobres la decisi¨®n de Maduro podr¨ªa ser interpretada como una se?al de debilidad nunca antes demostrada.
En todo caso, el gobernante venezolano elabor¨® un relato seg¨²n el cual lo que ocurre en San Crist¨®bal sigue la l¨®gica de las operaciones del paramilitarismo colombiano, que tendr¨ªan, siempre seg¨²n su versi¨®n, al alcalde opositor de la localidad, Daniel Ceballos, como la cabeza de esa ca¨®tica situaci¨®n denunciada. ¡°El T¨¢chira est¨¢ siendo asediado desde Colombia¡±, detall¨®. El ministro del Interior y Justicia Miguel Rodr¨ªguez Torres agreg¨® que la alcald¨ªa de la ciudad desarrolla un plan subversivo. No se recoge la basura y ese material es utilizado para encender piras y cerrar v¨ªas. La situaci¨®n hace pensar a Maduro que la oposici¨®n quiere convertir a la capital del T¨¢chira ¡°en la Bengasi de Venezuela¡±. ¡°No lo vamos a permitir¡±, tron¨®. Nosotros defenderemos el T¨¢chira con nuestra propia vida si es necesario¡±, expres¨®.
Despu¨¦s de lo que ha dicho Maduro, Ceballos public¨® en su cuenta de Twitter: ¡°Maduro y Vielma, nuestro pueblo despert¨®. Sus amenazas son la mejor demostraci¨®n de nuestro avance. Estoy del lado correcto de la historia¡±.
San Crist¨®bal fue una de las primeras ciudades donde comenzaron las manifestaciones callejeras contra el Gobierno. Hace quince d¨ªas el gobernador del T¨¢chira, el oficialista Jos¨¦ Gregorio Vielma Mora, soport¨® el asedio a la residencia de gobernadores, que sufri¨® destrozos de consideraci¨®n causados por personas enardecidas. Por ese hecho fueron detenidos tres estudiantes y trasladados a una c¨¢rcel del estado Falc¨®n, en el noroccidente del pa¨ªs. Esta decisi¨®n provoc¨® el incremento de los disturbios en la regi¨®n andina y en todo el pa¨ªs. Despu¨¦s de una semana fueron puestos en libertad condicional.
Mientras, en Caracas los choques entre la Polic¨ªa Nacional Bolivariana y los manifestantes apostados en la plaza Francia, el basti¨®n opositor, incrementaron su intensidad. La polic¨ªa entr¨® a por todas para echar a los revoltosos usando gases lacrim¨®genos y pateando las motocicletas que les serv¨ªan de transporte. La cantidad de bombas arrojadas esparci¨® un fuerte olor casi asfixiante en el casco central del municipio Chacao y en las urbanizaciones vecinas Bello Campo y La Castellana. La represi¨®n oficial fue rechazada por los vecinos. Algunos abr¨ªan la puerta de los edificios contiguos a la plaza a algunos manifestantes y hac¨ªan sonar las ollas.
Otras urbanizaciones como Caurimare, tambi¨¦n un barrio de clase media, concentraron a 200 personas que reunieron neum¨¢ticos viejos y troncos de ¨¢rboles para encender fogatas y gritar consignas contra el Gobierno. La autopista Prados del Este, que comunica con el sureste de la capital venezolana, fue cerrada hacia el final de la tarde de este mi¨¦rcoles por peque?os grupos. El tenor de las protestas es cada vez m¨¢s amplio y desafiante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.